EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO.- El comunicador Luis Ramírez expresó su respaldo a las ayudas sociales dirigidas a los sectores más vulnerables de la población, destacando la relevancia del bono navideño de 1,500 pesos que el gobierno entrega a familias de escasos recursos.
“Siempre voy a insistir en que hay que seguir ayudando a la gente que realmente lo necesita. Lo decía cuando se entregaban las cajas, los bonos de grandes tiendas y supermercados, y lo digo ahora que se distribuyen tarjetas. Siempre insistiré en que debemos seguir haciéndolo”, afirmó.
Sin embargo, Ramírez compartió su aspiración de un futuro en el que este tipo de ayudas no sean necesarias. “Yo no quisiera que tuviéramos que recurrir a estas ayudas. Lo ideal sería un país donde ningún ciudadano requiera que el Estado le dé en Navidad 1,500 pesos, una caja o una funda. Ese es el país al que aspiro”, añadió.
Luis Ramírez se expresó en esos términos durante la conducción del programa “Aquí se dijo”, transmitido por la plataforma digital El Nuevo Diario TV.
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El comunicador reconoció la realidad actual de muchas familias dominicanas y el impacto positivo de estas políticas sociales. “La realidad es que hay muchas personas para quienes esos 1,500 pesos resuelven un problema. Hay quienes no saben cómo comprarán un pollo para el día 24 o el 31. Es fácil criticar estas ayudas cuando uno tiene cómo cubrir todas sus necesidades, pero no es la realidad de todos”, destacó.
Ramírez también cuestionó la actitud de algunos criticos de las ayudas sociales, señalando una aparente doble moral. “He visto a quienes critican las cajitas o las tarjetas navideñas, pero se alegran cuando un funcionario les envía una canasta de 70 mil pesos. Entonces, ¿esas sí son buenas?”, señaló.
El comunicador subrayó la importancia del bono navideño y llamó a reconocer su impacto en las familias de bajos ingresos.
“Es una gran ayuda, la cual saludamos. Ojalá que el gobierno continúe apoyando a las familias cuyo nivel de ingresos no les permite cubrir todas sus necesidades. Criticar que a un pobre se le dé una tarjeta de 1,500 pesos demuestra un desconocimiento de la realidad social y económica de nuestro país tercermundista”, subrayó.




