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28 de diciembre 2025
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OpiniónCarlos Checo EstrellaCarlos Checo Estrella

Relaciones dominico haitianas, en la frontera imperial

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La Diplomacia es el arte de conciliar los intereses de los pueblos entre sí, la ciencia de las relaciones y los intereses respectivos de los Estados (Conde de Garden).

República Dominicana y Haití son miembros de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).

La CELAC se fundamenta en los siguientes principios y valores comunes: el respeto al derecho internacional, la igualdad soberana de los Estados, el no uso ni la amenaza del uso de la fuerza, la democracia, el respeto a los derechos humanos, el respeto al medio ambiente, tomando en cuenta los pilares ambiental, económico y social del desarrollo sustentable, la cooperación internacional para el desarrollo sustentable, la unidad e integración de los Estados de América Latina y el Caribe; y un diálogo permanente que promueva la paz y la seguridad regionales; basada en la solidaridad, la inclusión social, la equidad e igualdad de oportunidades, la complementariedad, la flexibilidad, la participación voluntaria, la pluralidad y la diversidad.

Más que un problema, nuestras relaciones con Haití deben ser enfocadas como una oportunidad, vivimos en un mundo caracterizado por la interdependencia y la cooperación.

República Dominicana tiene su origen en la colonia de Santo Domingo fundada en 1492. En 1605, una decisión del gobierno de la isla provoca la despoblación del extremo occidental.

Durante siglos el Caribe fue escenario de las luchas entre las potencias europeas. El abandono de una parte de la isla sirvió para que fuese ocupada por bucaneros, lo que a la postre devino en colonia francesa.

La circunstancia de la existencia de dos colonias de dos países en permanente enfrentamiento hizo que las relaciones entre los pueblos a cada lado se desarrollarán en medio de cooperación y conflictos. Uno de los principales elementos de conflictos han sido los límites fronterizos. Hubo varios intentos de llegar a acuerdos para establecer fronteras.

El acuerdo de paz de Nimega, del 20 de agosto de 1678, impulsó a partir de 1680 relaciones formales de comercio consistente en la compra y venta de caballos, carne salada y pieles de vaca.

Sin embargo, eso no impidió enfrentamientos bélicos en los años 1690, 1691 y 1694. Después del tratado de Nimega, la parte oeste pasó ser llamada Saint Domíngue.

En 1697, mediante el acuerdo de Ryswick España acepta la división de la Isla. Este convenio dio fin a la Guerra de los Nueve Años, que enfrentó a Francia contra España, Inglaterra, El Sacro Imperio Romano y la República de los Siete Países Bajos.

En 1776 se firma el tratado de San Miguel. El 3 de junio de 1777, se firma el tratado de Aranjuez.

En 1791, se inician en Haití revueltas de esclavos, mulatos y libertos, reclamando que se hagan efectivos los principios de la Revolución Francesa en la colonia de Saint Domingue.

La dinámica de este conflicto, sumado a las guerras de las potencias imperiales, va a afectar a la colonia española de Santo Domingo. En 1795 mediante el tratado de Basilea, España cede la parte oriental de la Isla a Francia a cambio de los territorios vascos y catalanes.

En 1801 cuando se produce la ocupación del territorio por parte de Francia, Toussaint   Louverture entra a Santo Domingo y proclamó la abolición de la esclavitud en nombre de la República Francesa y tomó el control de toda la isla.

Dentro del conflicto entre Francia y las fuerzas independentistas haitianas, en 1802 tropas francesas toman la ciudad de Santo Domingo, expulsando a las tropas haitianas. Francia restableció la esclavitud.

En 1804, se proclama la Independencia de Haití, surgiendo un nuevo actor internacional, el Estado haitiano. En 1805, Haití invade la parte este de la isla que estaba bajo control de Francia, la invasión fue rechazada y las tropas vuelven a Haití. En su retirada las tropas invasoras realizan matanzas indiscriminadas de la población civil en varios pueblos, estos hechos al día de hoy causan gran consternación en el pueblo dominicano, ante la injustificada represalia contra gentes indefensas.

En 1808, los criollos de Santo Domingo se sublevaron en contra de los franceses, ayudados por el gobierno de Puerto Rico e Inglaterra.

El 9 de julio de 1809 los franceses se rinden ante las fuerzas inglesas, poniendo fin a la ocupación de la colonia española de Santo Domingo, en un proceso que la historia le ha llamado La Reconquista. Mediante la firma del Tratado de Paris, en 1814, Francia devuelve a España la parte Este de la Isla. En1822 Haití invade la colonia de Santo Domingo, esta ocupación duro 22 años.

República Dominicana, aparece en el concierto de naciones en 1844, después de que el pueblo de Santo Domingo proclamara su separación del Estado Haitiano y se creara el Estado Dominicano.

Asuntos ajenos al interés general de las naciones han ejercido mayor influencia que la cooperación y el comercio. La última batalla de la gesta de independencia se libró en 1856.

En 1867 se inician conversaciones para la firma de la Convención Dominico Haitiana, que es interrumpida por el derrocamiento del presidente haitiano, es reanudada por el interés del nuevo presidente haitiano.

La Convención se firma el 26 de julio del 1867, fue ratificada por el Congreso Dominicano pero no por el Congreso Haitiano por lo que no entró en vigor. El 20 de septiembre de 1874 Haití reconoce la independencia dominicana con la firma del Tratado de Paz, Comercio, Navegación y Extradición, ratificado por ambas naciones, iniciándose las relaciones diplomáticas.

Los límites territoriales entre República Dominicana y Haití fueron de nuevo establecidos en el Tratado Fronterizo Dominico Haitiano de 1929, el acuerdo fronterizo de 1935 y el Protocolo de Revisión de Fronteras de 1936.

Haití es nuestro segundo socio comercial y unos de los pocos con los que tenemos balanza de pagos positiva. Haití nos compra una cuarta parte de sus alimentos.

Ha primado más la manipulación de las emociones y exacerbación de los sentimientos patrióticos de ambas poblaciones buscando descargar en un ente exterior los males y precariedades, que son el resultado de erróneas políticas internas, únicamente pensadas para favorecer a unos cuantos privilegiados.

La tergiversación de nuestra historia común ha sido la base para el fortalecimiento de la figura del enemigo exterior que ha servido de excusa para constituir ejércitos numerosos y bien armados que han sido soporte de cruentas dictaduras a ambos lados de la frontera.

Es paradójico que se empleen medios varios para enemistar a las dos naciones, mientras sus élites dominantes mantienen excelentes relaciones en todos los órdenes.

En el caso de la política interna dominicana, la problemática derivada de la inmigración de haitianos a República Dominicana no es más que el resultado de nuestra debilidad institucional y la alta corrupción que no nos permite controlar efectivamente nuestra frontera terrestre, ni ordenar, organizar y regular su flujo.

La Política Exterior se define como el conjunto de las decisiones y acciones públicas que toma el gobierno de un Estado dirigidas en el ambiente internacional en función de los intereses nacionales.

Estamos ante una extraordinaria oportunidad para que República Dominicana defina y aplique una política exterior que corrija las deficiencias; ayudando a consolidar las relaciones de amistad, comercio y cooperación, contribuyendo así al abordaje con éxito de los desafíos para promover el progreso económico, social y político de los pueblos vecinos.

Por Ing. Carlos Checo Estrella

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