Voy a referirme en el día de hoy a las críticas que se vienen haciendo al expresidente Leonel Fernández relacionadas con la supuesta amistad y apoyo al régimen de Nicolás Maduro en Venezuela.
Creo que todos los que han tenido la oportunidad de leer mis escritos, han podido identificar el intento serio que hacemos, de mantener nuestro juicio crítico en los distintos abordajes, por lo que casi siempre decimos lo políticamente incorrecto, y esto nos aleja fuertemente de ser un cuadro de alguna parcela política.
No solo existen razones históricas que implican la existencia una hermandad entre los dominicanos y los venezolanos, y no solo entre la gente de pueblo, sino también entre grandes empresarios, políticos, embajadores, cónsules y otros perfiles que durante décadas, han desarrollado lazos de aprecio, comerciales, de solidaridad y amistad.
Creo que se ha querido politizar y satanizar la participación del ex presidente Leonel Fernández como observador en las elecciones de Venezuela, y peor aún, que de manera mal intencionada, se quiera establecer una amistad que implique una incondicionalidad con el régimen de Nicolás Maduro, capaz de aupar o proteger cualquier conducta o actitud, que pueda violentar principios democráticos.
Una realidad que puede poner en perspectiva esta reflexión, es la certeza de que la gran mayoría de presidentes y ex presidentes de los países de América, han sostenido relaciones de amistad con Venezuela y evidentemente con sus autoridades.
Y fuera de los temas históricos que muchos países sudamericanos tienen con el libertador Bolívar y la querida Venezuela, está el sitial innegable que tiene esa bella tierra de las Gaitas, por ser uno de los mayores productores de petróleo del mundo. Cuando Venezuela se sacude, se sacude el mundo, y si no es así, pregúntele a los nuevos conglomerados y alianzas petroleras.
La misma visión de estado que sostuvo el ex presidente Leonel Fernández a quien le tocó todo el proceso de globalización, tratados de libre comercio, procesos de internacionalización, lo obligaron a las alianzas estratégicas para buscar las necesarias economías de escala, sobre todo por el impacto del petróleo, el petrodólar en la economía mundial y local.
Solo por esta razón, y por la misma naturaleza del comercio exterior, caben múltiples reuniones con los presidentes Venezolanos, y no pueden borrarse 25 años de historia de la querida Venezuela, y pretender que con una política petrolera como la de Petrocaribe, la República Dominicana no se beneficiara de la misma, habiendo gobernado el PLD por 20 años, y habiendo sido presidente de la república tres veces en ese lapso, el ex presidente Leonel Fernández.
Nosotros en lo particular, hicimos de inmediato una crítica a Leonel Fernández por sus comentarios dentro del contexto electoral venezolano. Pues Leonel y asesores legales del momento y el mismos Luis Abinader, fueron actores clave en la llamada que se hiciera a Pompeo (y ahí no era injerencia), para impedir que Danilo Medina y el congreso que le respaldara, modificara la constitución para habilitarle, esto antes de las elecciones del 2020.
Pero también fue un actor clave, para las denuncias públicas, nacionales e internacionales y para el llamado que se hiciera a la OEA, para avalar o auditar el proceso electoral de febrero del 2020, donde se usaron equipos y sistemas Venezolanos, que fueron probados en las elecciones de la UASD previamente, y al final quedaron suspendidas totalmente las elecciones municipales. Pues con este sistema se pudo demostrar un fraude o un sabotaje electoral, tamaño fiasco electoral.
Por esta experiencia electoral y la principalía de Leonel Fernández en este tipo de denuncias en elecciones locales, nos obligamos a criticar sus comentarios por el proceso venezolano.
Nuestra crítica a Leonel Fernández no se situaba en su amistad con Nicolás Maduro y su régimen, amistad que necesariamente debe tener cualquier presidente de la República Dominicana, aunque no se esté de acuerdo con los métodos de gestión que en Venezuela se utilicen.
Nuestra critica al observador electoral, fue que con la experiencia dominicana y la principalía que tuvo la Fuerza del Pueblo en las denuncias del fraude o sabotaje electoral usando el sistema venezolano, se hicieran pronunciamientos, donde se planteaba que el sistema electoral venezolano es el más seguro y transparente del mundo.
Evidentemente, si queremos sumar a estas expresiones, que no solo las dijo Leonel Fernández, sino muchos otros observadores, entonces prácticamente indicar que la amistad le hace ser cómplice de alguna trama de fraude electoral, nos parece una acusación insostenible y tremendista.
Aunque las opiniones de Leonel Fernández fueron desafortunadas o incomprendidas en el contexto electoral venezolano, o tal vez apresuradas, es muy difícil que el tres veces presidente de la República Dominicana, se preste a este tipo de componendas, donde con ello arriesga su futuro político, y de plano se lleva de encuentro la suerte de su propio hijo Omar Fernández, quien viene teniendo pasos gigantes y exitosos, y desde ya mostrando garras y potencial importante en el terreno político, de cara a las elecciones del 2028.
Estos pronunciamientos en contra de Leonel Fernández, los percibo personalmente como una táctica maliciosa mas de nuestra política local, y que persigue necesariamente ridiculizar al principal líder de oposición del país, y casi seguro, su principal líder político.
Nos parece sinceramente que le hacemos más daño al país que a Leonel Fernández con estas diatribas, pues lo cierto es, que la partidocracia dominicana tiene el reto histórico más grande, y es precisamente pasar de ser parcelas políticas familiares, y convertir nuestro sistema político en una verdadera democracia participativa y verdaderamente representativa.
Por Julián Padilla