ENVÍA TUS DENUNCIAS 829-917-7231 / 809-866-3480
19 de diciembre 2025
logo
OpiniónRONNIE ALBERTO GOMEZ MARLONRONNIE ALBERTO GOMEZ MARLON

Reduflación: El engaño silencioso en los productos de consumo

COMPARTIR:

¿A quién no le ha pasado que va al colmado a comprar su producto de siempre, ese que por años ha costado lo mismo, y de repente nota algo extraño? Tal vez el empaque es más pequeño, el contenido parece menor o, peor aún, el sabor y la calidad ya no son los mismos. Si te ha ocurrido esto, no es tu imaginación: has sido víctima de la reduflación.

La reduflación es una práctica empresarial en la que los productos reducen su tamaño, peso o calidad sin que el precio disminuya. Es una estrategia utilizada cuando los costos de producción aumentan y, en lugar de subir el precio (lo cual podría generar rechazo entre los clientes), las empresas optan por disminuir la cantidad de producto o modificar sus ingredientes para abaratar costos.

El problema es que este cambio rara vez se comunica abiertamente. No verás un anuncio que diga: “¡Ahora con menos contenido por el mismo precio!”. La intención es mantener la ilusión de que el producto sigue siendo el mismo, cuando en realidad el consumidor está recibiendo menos por su dinero.

¿Cómo se manifiesta la reduflación?

Este fenómeno se ha extendido en muchos sectores y productos de consumo diario. Algunos ejemplos incluyen:

  • Bebidas y jugos: Antes, en sus etiquetas se leía «100% jugo de naranja», pero ahora dicen «bebida con sabor a naranja» o «producto a base de naranja», lo que indica que han reducido el contenido de fruta y lo han reemplazado por saborizantes y agua.
  • Snacks y productos empaquetados: Muchos han reducido su tamaño sin cambiar el precio. Un paquete de papitas fritas que antes traía 150g, ahora tiene 120g, pero la etiqueta sigue siendo visualmente parecida para que el consumidor no lo note.
  • Productos de higiene personal: Algunas marcas de champú, jabón o crema dental han cambiado sus fórmulas, incorporando más agua o ingredientes más baratos, lo que disminuye su efectividad.
  • Medicamentos y suplementos: Existen casos en los que han reducido la concentración del principio activo, haciendo que el producto rinda menos.
  • Productos de uso doméstico: Un ejemplo que mi madre menciona es el alcanfor. Antes, al abrirlo, su olor fuerte impregnaba toda la casa; hoy en día, es casi inoloro. Esto sugiere que han reducido la concentración de sus componentes esenciales.

¿Por qué las empresas recurren a la reduflación?

La principal razón es la rentabilidad. Cuando los costos de producción suben (materia prima, transporte, mano de obra, etc.), las empresas enfrentan dos opciones:

Subir los precios y arriesgarse a perder clientes.

Reducir la cantidad o calidad del producto, manteniendo el precio para que los consumidores no lo perciban inmediatamente.

La segunda opción es más sutil y menos riesgosa comercialmente. Al mantener el precio estable, las empresas evitan el rechazo del consumidor, quien muchas veces ni siquiera nota la diferencia hasta que es demasiado tarde.

El impacto de la reduflación en los consumidores

El mayor problema de la reduflación es que es engañosa. Las empresas saben que si fueran transparentes sobre los cambios, muchos clientes dejarían de comprar sus productos. En lugar de eso, hacen ajustes discretos en el contenido neto, la formulación o el tamaño del empaque, confiando en que la mayoría de las personas no revisa los detalles.

Pero este engaño tiene consecuencias:

  1. Se pierde            poder adquisitivo   sin       darnos          cuenta Aunque el precio del producto no suba, la realidad es que estamos pagando más por menos. Si un paquete de galletas antes tenía 12 unidades y ahora tiene 10, en la práctica hemos sufrido un aumento de precio sin que se nos informe.
  2. Afecta la         calidad          de       los       productos La reducción de costos también implica que muchas empresas optan por ingredientes más baratos. Por ejemplo, chocolates que antes usaban manteca de cacao ahora contienen más grasas vegetales menos saludables.
  3. Distorsiona el         mercado Cuando una empresa empieza a aplicar reduflación, muchas otras siguen el mismo camino para no perder competitividad. Esto genera un efecto dominó en toda la industria.

¿Cómo podemos evitar ser engañados?

Como consumidores, no podemos evitar que las empresas usen esta estrategia, pero sí podemos ser más conscientes y tomar decisiones informadas. Aquí hay algunas recomendaciones:

  • Leer las       etiquetas      y          comparar     productos Muchas veces los cambios están en letras pequeñas. Revisa el contenido neto y compáralo con versiones anteriores o con productos similares de otras marcas.
  • Observar el         empaque      y          la         presentación Si un empaque se siente más liviano o el tamaño ha cambiado, es probable que hayan reducido la cantidad sin que lo notes.
  • Hacer compras inteligentes No siempre lo más barato es lo mejor. A veces, pagar un poco más por un producto que realmente mantiene su calidad es una mejor inversión.
  • Exigir transparencia

Los consumidores tienen el derecho de saber qué están comprando. Presionar a las empresas para que informen sobre estos cambios puede hacer que adopten mejores prácticas.

¿Debe regularse la reduflación?

En muchos países, la reduflación no está regulada porque técnicamente no se considera publicidad engañosa: el producto sigue cumpliendo con lo que indica la etiqueta. Sin embargo, algunos gobiernos han comenzado a exigir mayor transparencia. En Francia, por ejemplo, algunas cadenas de supermercados han implementado etiquetas que advierten cuando un producto ha reducido su tamaño sin disminuir su precio.

En República Dominicana, esta práctica aún pasa desapercibida y las empresas no están obligadas a comunicar estos cambios. Es por eso que los consumidores deben ser más críticos y exigir información clara.

La reduflación es un fenómeno que afecta a todos y que, aunque no lo notemos de inmediato, impacta nuestra economía y la calidad de lo que consumimos. Es una estrategia silenciosa que beneficia a las empresas, pero perjudica a los clientes.

Por eso, es fundamental estar atentos, comparar productos y exigir mayor transparencia en el mercado. La única manera de contrarrestar esta práctica es informándonos y tomando decisiones de compra más conscientes.

Y tú, ¿has notado reduflación en algún producto que consumes?

 

AUTOR: RONNIE ALBERTO GÓMEZ MARLON

Comenta