Diciembre siempre nos encuentra haciendo balance: lo que logramos, lo que duele y lo que todavía soñamos. Para miles de dominicanos en España, ese balance tiene un nombre propio: mamá y papá.
Reagrupar no es sólo ordenar documentos; es cerrar el año preguntándonos dónde queremos que envejezcan quienes nos dieron la vida.
Este artículo nace en ese espíritu. Con la mirada puesta en 2025, pero con el corazón todavía en este diciembre que nos recuerda que la familia es, al final, nuestra primera patria.
¿Qué cambia y desde cuándo?
Las leyes también marcan ciclos. Y este diciembre nos despedimos de un año lleno de ajustes migratorios que reescriben caminos para la diáspora.
A partir del 20 de mayo de 2025, el Real Decreto 1155/2024 amplía y clarifica las vías para traer a los padres cuando existe dependencia.
Es una reforma que reconoce algo esencial: la vejez necesita compañía, no distancia.
¿A quién impacta esta reforma?
A quienes han sostenido a sus padres desde lejos; a los residentes legales que sienten que el tiempo empieza a correr más rápido; a los ciudadanos españoles de origen dominicano que quieren cerrar 2025 con su familia más completa.
La reunificación es más que un derecho administrativo: es un deseo profundo que se intensifica cada diciembre, cuando las mesas recuerdan las sillas vacías.
Requisitos principales
Los requisitos buscan reflejar una realidad previa: que la familia ya se sostiene, aunque sea por remesas y llamadas nocturnas. Entre ellos:
Dependencia económica acreditada mediante transferencias
Seguro médico sin carencias
Alojamiento adecuado
Solvencia del reagrupante
Son pruebas, sí, pero también testimonios de amor cotidiano.
El proceso paso a paso
Organizar la reagrupación es preparar un abrazo que se ha pospuesto demasiadas veces. El camino jurídico sigue este orden:
1. Reunir la documentación familiar y financiera.
2. Presentar la solicitud en la Oficina de Extranjería.
3. Esperar la resolución (30–90 días).
4. Tramitar el visado en el consulado.
5. Gestionar la tarjeta de residencia al llegar a España.
Un proceso que cierra un capítulo y abre otro donde la familia respira unida.
Reflexión final
Diciembre siempre nos recuerda que el tiempo es finito y la familia, urgente.
Como he compartido en otros artículos de El Nuevo Diario, migrar también es sanar distancias, volver a tejer vínculos y permitir que nuestros padres vivan acompañados los años que importan.
Este 2025 trae una oportunidad humana extraordinaria: reagrupar no solo como trámite, sino como decisión de amor. Porque cerrar un año también es decidir cómo queremos comenzar el siguiente.
Nota legal
Contenido informativo. No constituye asesoría jurídica personalizada.
Por Neyvi Tolentino