Si algo deja claro Envidiosa, la serie de Netflix, es que a veces las crisis más difíciles de manejar no vienen de afuera sino de dentro de nosotros mismos.
Vicky, la protagonista, está convencida de que sus problemas son culpa de los demás. Culpa a su ex, a sus amigas y al mundo en general. Pero lo que no ve o no quiere admitir es que muchas de las situaciones que la atormentan están directamente relacionadas con su propia actitud.
Desde el primer episodio la vemos atrapada en una espiral de inseguridades y conflictos que aunque parecen causados por otros en realidad reflejan heridas emocionales que arrastra desde hace tiempo. Lo interesante es que a pesar de ir a terapia de forma constante le cuesta reconocer su responsabilidad. Su psicóloga, con paciencia y técnicas diseñadas para confrontarla sin abrumarla, la ayuda a ver la realidad. Vicky sí tiene comportamientos envidiosos aunque al inicio los minimiza o justifica.
Esto me hizo pensar en el manejo de crisis dentro de las organizaciones. Cuando una empresa enfrenta un problema de reputación su primera reacción suele ser culpar a factores externos como el mercado, los clientes o la competencia. Pero al igual que Vicky a veces es necesario hacer una pausa y revisar si la raíz del problema está dentro, si hay algo en su estructura, en su cultura interna o en decisiones pasadas que la han llevado hasta ese punto.
Uno de los errores más comunes en la gestión de crisis es negarlas o maquillarlas en vez de enfrentarlas. Vicky hace lo mismo. Evita aceptar que muchas de sus reacciones vienen de traumas sin resolver. Solo cuando empieza a reconocerlo, aunque le cueste, es cuando realmente puede mejorar. Con las empresas sucede igual. La solución no está en esconder los problemas sino en asumirlos, analizarlos y tomar decisiones que eviten que se repitan.
Otro punto clave es cómo se comunica durante una crisis. En muchos momentos Vicky reacciona con impulsividad y eso solo agrava sus conflictos. ¿Cuántas veces hemos visto marcas hacer lo mismo? Una respuesta apresurada y sin estrategia puede empeorar las cosas. La clave está en actuar con transparencia y con inteligencia. La psicóloga de Vicky hace justo eso. No le lanza verdades de golpe sino que la acompaña hasta que ella misma puede aceptarlas.
A lo largo de la serie Vicky empieza a cambiar. No se da cuenta de inmediato y el proceso no es lineal pero poco a poco reconoce patrones en su comportamiento y aunque con resistencia empieza a gestionarlos mejor. En el mundo corporativo ocurre algo muy parecido. Las crisis bien manejadas pueden convertirse en oportunidades de crecimiento si se asumen con conciencia y voluntad de transformación.
Envidiosa deja una gran lección sobre el manejo de crisis. El primer paso para resolverlas es reconocer de dónde vienen. Tanto en lo personal como en lo profesional ignorar los problemas sólo los agrava. Enfrentarlos con responsabilidad y estrategia es la única manera de superarlos y salir más fuertes.
Por Lasey Batista Díaz