EL NUEVO DIARIO, SANTIAGO. – El propietario de la farmacia Puntier, ubicada en Santiago Oeste, presentó este jueves una queja ante el Ministerio de Salud Pública de esta demarcación contra una farmacia que opera a menos de 200 metros de la suya sin permiso.
Según el dueño de la farmacia Puntier, los propietarios de la farmacia Lucielinda lo acusan de no tener documentación para operar en dicho lugar. Sin embargo, él entregó las certificaciones que lo autorizan a vender medicamentos en su establecimiento para que se verifique la veracidad de estas.
Denunció que lleva un año y cuatro meses esperando una respuesta por parte de las autoridades, y que hasta el momento no ha recibido una respuesta clara. El Ministerio de Salud Pública lo ha referido a la unidad que maneja este tipo de casos, y es esta unidad la que ha mantenido el caso en un limbo.
Aclaró que no tiene constancia de que los medicamentos que se venden en la otra farmacia sean ilegales, pero sí reiteró que están operando sin permiso, ya que no cumplen con el requisito de proximidad que establece una distancia mínima de 500 metros entre farmacias.
Asimismo, informó que sus competidores han utilizado comunicaciones erróneas e informaciones incorrectas, brindadas a las personas, sobre sus operaciones ilegales y han competido utilizando bajos precios en las medicinas.




