EL NUEVO DIARIO, REDACCIÓN DIGITAL.- En el camino de la vida, cada jardín tiene su encanto y su misterio, algunos prefieren explorar los caminos anchos y soleados, disfrutando de la brisa y la amplitud del paisaje.
Otros, en cambio, se sienten más atraídos por los senderos pequeños y sinuosos, donde cada curva es una promesa de descubrimiento y cada paso, una invitación a la aventura.
Sin embargo, es importante recordar que cada viajero tiene sus propias preferencias y límites, no todos desean transitar por los mismos caminos, y es crucial respetar la elección de cada uno.
Lo que si interesa es el mutuo entendimiento y la complicidad entre quienes comparten el camino, sin importar su dirección o su destino final, esto incluye discutir los límites, las preocupaciones y las preferencias de cada uno.
También es importante saber que en estas veredas hay que utilizar zapatos suaves y lubricados para evitar fricción en las puntas de los pies y no se produzcan heridas desagradables.
Por otro lado, en muchas culturas, esta travesía ha sido considerado tabú, considerado este paisaje como algo sucio, inapropiado o incluso inmoral transitarlo.
