EL NUEVO DIARIO, BOGOTÁ, COLOMBIA:- Este fin de semana en la ciudad de Bogotá, dos pintores quisqueyanos presentaron una colectiva de cuadros bajo el título “Íconos Religiosos y Rostros”, “un recorrido entre lo religioso y lo terrenal”, de la autoría de los artistas plásticos José Ares y Efraín Guerra.
La muestra pictórica se llevó a cabo en los salones de exhibición de Automotores La Floresta, concesionarios de la Mercedes Benz en Bogotá, quienes la ofrecieron en el amplio local haciendo realidad el sueño de los expositores de mostrar a los colombianos parte de la plástica dominicana. El evento contó con la asistencia de un nutrido público
amante del arte y la cultura, entre los que concurrieron, funcionarios de misiones diplomáticas acreditadas en ese país sureño, empresarios, familiares y amigos de los autores.
Lo novedoso de esta galería, fue juntar dos artistas que contraponen estilos mundanos y sacros, que concadenados los van dirigiendo con espectacularidad asistidos por la magia que brindan en el lienzo. Uno de ellos, José Tomás Ares Germán, es Embajador dominicano en Colombia, nació en la provincia Monseñor Nouel, Bonao, el 29 de diciembre de 1959. Fue en el año 1980 donde inició su dedicación y admiración por las artes plásticas tanto latinoamericanas, como de Europa y Asia. Fue jefe de las misiones dominicana en Suiza y Jamaica, antes de serlo en
Bogotá. Desde el 2015 dedica su tiempo libre en pintar imágenes religiosas, una de ellas, titulada La Virgen de la Altagracia, es expuesta permanentemente en la Catedral Holly Trinity en Kingston como homenaje a la protectora del pueblo dominicano. Durante su gestión en Suiza, presentó en la ciudad de Berna, una de las colecciones más
importantes del Museo Bellapart.
Efraín Antonio Guerra Carbuccia, nació en la ciudad de Santo Domingo el 3 de febrero de 1951, es joven en plasmar en lienzos, no así en la habilidad en el dibujo artístico. Hace dos años se interesó en los rostros completando un grupo importante de ellos para esta exposición, consiguiendo mostrar las diferentes tonalidades que contiene cada
etnia en su piel. En su proceso de creación artística, ha comprendido que la belleza radica principalmente en el ojo del espectador, porque como describe, “el encanto de una obra de arte está vinculada a su capacidad de estimular las emociones”, “es el potencial del artista para comunicar con éxito una amplia variedad de pensamientos y
sentimientos que hacen sea hermoso.
