EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO.- Con motivo de que se acerca la fecha conmemorativa del asesinato del dictador Rafael Leonidas Trujillo Molina, connotadas personalidades de la sociedad civil y dirigente político han unido sus voces para propugnar que sea aprobado en el Congreso Nacional el proyecto de ley que busca ponerle a la Calle 1ra del sector La Esperilla de la capital el nombre de la doctora Acela Morell Pérez, luchadora antitrujillista, doctora en medicina y filántropa que vivió en dicha vía por más de 57 años.
Entre las personas que han salido en apoyo del proyecto de ley que designa con el nombre de doctora Acela Morell Pérez la actual calle Primera del sector La Esperilla, Distrito Nacional, presentado en la Cámara de Diputados por el legislador Fidelio Despradel Roque, el pasado mes de marzo, figuran la ex diputada y presidenta del Partido Opción Democrática, Minou Tavárez Mirabal, el doctor Jaime Fernández, la escritora Aídita Selman y la psicóloga Miguelina Espinal.
A la lista también se agrega Sonia Perozo, presidenta de la Fundación rescatando mariposas y la psicòloga Digna Matos, ahijada de la doctora Morell, quien fue miembro fundador de la Sociedad Dominicana de Obstetricia y Ginecología y del Centro Médico Nacional, así como también miembro de la Asociación Médica Dominicana.
“Esa es una propuesta del alma, porque la doctora Acela Morell era una mujer muy sencilla y muy humilde”, expresó Matos, quien entiende que con la iniciativa se busca que las futuras generaciones al ver su nombre se interesen por saber cuál fue su aporte al país.
“La doctora Asela fue una mujer discreta y valiente, con una sensibilidad humana muy importante, que colaboró mucho con diferentes instituciones”, destacó Matos, a quien junto a su hermana crió la doctora, quien no procreó hijos.
¿Quién fue la doctora Acela Mercedes Morell Pérez?
La doctora Acela Morel Pérez nació el 18 de marzo de 1919, en la ciudad de Santiago de los Caballeros.
Hija de Viterbo Morell Espaillat y Ana Delia Pérez Gutiérrez de Morell.
Realizó sus primeros estudios en el Colegio Mercedes Amiama, luego en la Escuela México de Santiago, graduándose de Bachiller en Ciencias Físicas y Naturales en la Escuela Normal de Santiago.
El doctor Américo Lugo intercedió ante su padre, para que la dejara estudiar medicina, graduándose en 1947 en la Universidad de Santo Domingo, con especialidad en ginecología y obstetricia.
Realizó la pasantía en Santiago; medicina interna en el Hospital Padre Billini, Cabral y Báez y en el entonces Hospital para Niños Ramfis.
Obtiene el postgrado en obstetricia en el Margaret Hague Maternity Hospital en Hudson County, New Jersey. A su regreso al país trabaja en su consulta privada.
En el año 1960 ingresa al Movimiento 14 de Junio, dirigido por Manuel A. Tavarez Justo, invitada por Rafael Francisco Bonnelly. Descubren el movimiento y es apresada y llevada a la Cárcel de «la 40”, junto a las hermanas Mirabal, Miriam Morales, Dulce Alvarez, Tomasina Cabral, Fe Violeta Ortega; acusadas de terrorismo contra la seguridad del estado. Acela Morell es considerada uno de los símbolos más altos de la dignidad de la mujer dominicana en la resistencia contra la tiranía trujillista, arriesgando su vida en la lucha por la libertad de su país.
Luego de la muerte de Trujillo, como parte de su actividad política, en 1961 asiste al Instituto de Educación Política, en San Isidro de Coronado, San José, Costa Rica, estudiando el curso: “Entrenamiento de Líderes Políticos, Responsables de la Defensa de la Democracia en América”, a cargo de los Profesores Juan Bosch Gaviño y José Figueres Ferrer.
Como miembro fundador y vocal de La Unión Cívica Nacional, su ideal político era instaurar un gobierno democrático funcional, que trabajara en beneficio de todos los dominicanos. Su ideología influyó en muchos ciudadanos y se adelantó a su época con pensamientos como éste: “La democracia que no llega a interesar a la mujer en el desarrollo de todas sus actividades no tiene carácter de tal. No se puede asegurar la verdadera libertad, no se puede tener democracia si no se llama a las mujeres al servicio cívico, a la vida política, ya que la intervención femenina en el juego político debe ser amplia e irrestricta”.
En el área de la medicina fue miembro fundador de la Sociedad Dominicana de Obstetricia y Ginecología y del Centro Médico Nacional y miembro de la Asociación Médica Dominicana.
La Doctora Acela Morell realizó una extensa labor social en el Consultorio La Hora de Dios, Buenos Aires de Herrera y el Hogar Escuela Mercedes Amiama.
Entre las instituciones con las que colaboró figuran:
Asociación Dominicana de Rehabilitación
Fundación Dominicana de Cardiología
Liga Dominicana contra el cáncer.
Patronato Nacional de Ciegos
Condecoraciones:
Orden del Mérito de Duarte, Sánchez y Mella en el grado de Caballero, 1976. Presidente Dr. Joaquín Balaguer.
Asociación Médica Dominicana, 1994.
Fundación Testimonio, 1999.
Hija Meritoria de la Ciudad de Santo Domingo, Primada de América, 1999.
Medalla al Mérito de la Mujer, 1999. Presidente Dr. Leonel Fernández
Fundación Frank Hatton C., 1999.
Orden del Mérito de Duarte, Sánchez y Mella en el grado de Oficial, 2002. Presidente Ing. Hipólito Mejía.
Núcleo familiar
Sus ahijadas Digna Matos Cerda y Nidia Cerda, y Doña Juana Antonia Cerda conforman la familia con quien la Doctora Morell ha compartido su hogar a lo largo de una vida discreta y austera, dedicada al ejercicio de su carrera, a la ayuda hacia su comunidad y al desarrollo del pensamiento político.
«Nada en el mundo material nos pertenece, de lo único que no puedo desprenderme es de mí misma como ser espiritual. En la vida si has cultivado bien, los frutos serán buenos, pero sino tendrás que poner más cuidado, más atención».
Acela Morell le deja a la República Dominicana un gran legado con su ejemplo de vida, que ella resume con humildad en esta frase: «Es un deber de todo ciudadano participar en política. Y para contribuir a la transformación social del país, es necesario que todos los ciudadanos depongan sus intereses personales y se dediquen con todas sus fuerzas al engrandecimiento del país.
Todos tenemos que aportar una dosis de trabajo desinteresado y constructivo, pues sólo así podrá el país encaminarse por un verdadero sendero democrático. Todos aportemos algo, y estemos dispuestos a ceder espontáneamente algo de nosotros, en bien de la comunidad.»
