*Porque la universidad es otra cosa
La República Oriental del Uruguay, ubicada en América del Sur, entre Brasil (al norte) y Argentina (al oeste), con costas sobre el Océano Atlántico, es la casa de su prócer independentista, José Gervasio Artigas, del destacado escritor y poeta, Mario Benedetti y del ensayista y periodista, Eduardo Galeano; todos ellos, figuras de una dimensión universal.
Evidentemente que en el parnaso de la tradición literaria contemporánea de Uruguay y de la presidencia de la república de ese país, la figura del que físicamente partió el 13 de mayo del año que discurre 2025 a los 89 años, que vivió bajo el nombre de José (Pepe) Mujica, quedará por siempre como referente.
La sociedad moderna, endiosa los gobernantes, los convierte en figuras intocables de opiniones irrebatibles a lo que Pepe Mujica, le dio un rotundo mentí, con su humildad, vida austera, su compromiso con la justicia social y el discurso humanista que sostuvo durante su vida operativa.
Pepe Mujica, antítesis del orgullo y la prepotencia de quienes ejercen el poder, dejó un legado de integridad, humildad y compromiso con los valores humanos, siendo recordado como un líder que vivió de acuerdo con sus principios y que inspiró a muchos dentro y fuera del Uruguay, país que dignificó con una gestión de Estado de referencia humana basada en la dignidad y el respeto.
La praxis de José Mujica, en el ejercicio del poder, demostró que ciertamente, aunque los comportamientos podrían ser simulados, la naturaleza humana aflora oportuna y sorprendentemente.
“El poder no cambia a las personas, solo revela quiénes verdaderamente son.” *Pepe Mujica
POR EL DR. PABLO VALDEZ
