El paso del huracán María, el pasado miércoles, dejó a Puerto Rico destruido, apagado, incomunicado y, muy probablemente, sin torneo de béisbol invernal.
Imágenes difundidas en las redes sociales por periodistas y aficionados mostraban inundaciones y/o daños en diferentes áreas de los estadios Hiram Bithorn de San Juan (sede de los Cangrejeros de Santurce), Roberto Clemente Walker de Carolina (Gigantes de Carolina), Luis A. Canena Márquez de Aguadilla (Tiburones de Aguadilla) y el Yldefonso Solá Morales de Caguas (Criollos de Caguas). Hasta la tarde del miércoles no se conocía el estado del parque Isidoro «Cholo» García de Mayagüez, la casa de los Indios de Mayaguez.
Desde SJ: Serios destrozos en el estadio Hiram Bithorn tras El Paso del huracán María. @VoceroPR pic.twitter.com/P2VvTsqicY
— Yamaira Muñiz (@yamairamuniz) 20 de septiembre de 2017
Pasarán varios días antes de que las autoridades tengan un balance completo de los daños causados por María, el primer huracán categoría 4 que golpea la Isla del Encanto en casi un siglo, pero el gobernador Ricardo Roselló se adelantó en solicitar al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que declare en estado de emergencia a todo el territorio.
La Casa Blanca respondió declarando en estado de emergencia a 54 municipios, incluyendo la capital San Juan, lo que permite a la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) ofrecer asistencia y reubicar familias en viviendas temporales, dar acceso a préstamos de bajo costo para cubrir pérdidas de propiedad no asegurada, y otros programas de emergencia.
«Puerto Rico fue golpeado con vientos que dicen nunca han sido vistos en ninguna parte», dijo Trump este jueves a periodistas en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York.
María dejó sin energía eléctrica a Puerto Rico — con daños que podría tomar meses al gobierno para restablecer el sistema — y afectó una gran cantidad de carreteras y edificaciones, incluyendo los estadios que se usan durante la temporada de béisbol invernal, programada tentativamente para arrancar en la segunda quincena de noviembre.
La liga puertorriqueña de béisbol profesional, fundada en 1939, solamente ha paralizado sus actividades una vez en casi ocho décadas. La temporada 2007-2008 fue cancelada debido a una crisis económica del organismo.
Esa ausencia provocó la activación del mecanismo utilizado por la Confederación de Béisbol Profesional del Caribe para llenar la vacante dejada por uno de sus países miembros para la Serie del Caribe, que reúne los campeones de las ligas de México, Venezuela, Puerto Rico, República Dominicana y Cuba. La Serie del Caribe 2008, que se llevó a cabo en Santiago de los Caballeros, en República Dominicana, tuvo dos representaciones dominicanas para llenar la vacante de PR, las Águilas Cibaeñas, campeones de ese torneo, y los Tigres del Licey, quienes fueron los subcampeones.
La única otra ocasión que se tuvo que utilizar ese mecanismo fue en la Serie del Caribe 2003 en Carolina, Puerto Rico, a la que no pudo asistir Venezuela, porque su torneo invernal no se celebró por problemas políticos en el país. A esa edición se agregó un segundo equipo puertorriqueño, los Criollos de Caguas, para llenar la vacante dejada por los venezolanos.
«No quiero sonar como un hombre pesimista, pero para mí no habrá torneo», dijo un ejecutivo del béisbol puertorriqueño consultado por ESPN Digital. El ejecutivo prefirió mantener su nombre anónimo hasta tanto la liga puertorriqueña analice la situación y tome una decisión sobre la próxima temporada.
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