Finaliza la flexibilidad de horario para la venta de bebidas alcohólicas que dispuso en diciembre la Resolución MIP-RA-0008-2024 del Ministerio de Interior y Policía. La libertad de ingerir alcohol abarca desde el 15 de diciembre hasta enero de 2025. El horario dispuesto fue de domingo a jueves. Ese tiempo fue aprovechado por las discotecas, bares, clubes, restaurantes, centros de eventos, piano bares y casinos para vender alcohol más allá del horario habitual. El Obispo de la Diócesis Nuestra Señora de la Altagracia de Higüey, manifestó su apoyo a la propuesta de limitar el expendio de bebidas alcohólicas en República Dominicana.
El alcohol es una de las prioridades mundiales en materia de salud pública. Según estimaciones de la OMS, el alcohol fue responsable en todo el mundo de 3 millones de muertes (5,3% de la mortalidad total) y de 132,6 millones de pérdida de años de vida ajustados por discapacidad.
Está bien establecido que el consumo de alcohol está directamente relacionado con la incidencia de una variedad de enfermedades no comunicables, como cirrosis hepática o diversos tipos de cáncer, así como con un mayor riesgo de enfermedades infecciosas (SIDA, tuberculosis, neumonía), accidentes de tráfico y lesiones (homicidios y suicidios). Se ha estimado que el alcohol podría ser responsable de unas 195.000 muertes por año en la Unión Europea y estar en el origen de uno de cada tres accidentes de tráfico, cuatro de cada diez homicidios y unos de cada seis suicidios. A nivel mundial, las mayores contribuciones a la mortalidad asociada al consumo de alcohol son las realizadas por cirrosis hepática (26%), lesiones no intencionadas (23%) y cáncer (16%), en el caso de los hombres, mientras para mujeres son cirrosis (37%) y cáncer (31%), especialmente cáncer de mama (21%) según estudios de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En la última década se advierte un incremento notable en la ingestión de alcohol en todo el mundo, con la característica de que, seguramente por efectos de la propaganda internacional, se van diversificando las preferencias: es esta diversificación en el consumo el principal efecto de las políticas publicitarias.
A pesar de todo, no se justifica la esperanza de que prohibiendo toda la propaganda y limitando la producción, distribución y venta de bebidas alcohólicas, se logre bajar el índice de alcoholismo en una población determinada el consumo elevado de alcohol se asocia a una mayor mortalidad, determinados tipos de cáncer y miocardiopatías. El consumo elevado de alcohol parece asociarse a un mayor riesgo de ictus hemorrágico e isquémico, y estas asociaciones pueden atribuirse a los efectos del consumo elevado de alcohol en la presión arterial. El consumo elevado es un factor de riesgo de hipertensión ampliamente reconocido y de alta prevalencia.
También existen mitos sobre el alcohol que se difunden de boca en boca, las creencias infundadas que transmite la tradición y ciertas afirmaciones equivocadas que, con apariencia de conocimiento científico, nos llegan desde las más diversas fuentes: películas, transmisiones de radio, libros y folletos, conferencias; mucho de esto a veces se maneja en los contenidos publicitarios.
En otras actividades humanas, la de beber alcohol está determinada en cada individuo más que por la publicidad, por sus actitudes y valores, el conocimiento (o desconocimiento) de los hechos relativos al alcohol, sus motivaciones personales, la herencia, el medio cultural y el contexto social en el que vive, entre otros. En relación con beber y manejar, se ha visto que una de las formas en las que la conducta responsable se muestra de manera clara, es la que se relaciona con la actividad de conducir un vehículo. Por desgracia es muy común que las personas que beben, a pesar de no tener el problema de la dependencia del alcohol y de que muestren un control sobre sus efectos, manejan su automóvil después de ingerir lo suficiente para convertirse en un peligro para sí mismos y los demás.
El aumento generalizado del consumo de alcohol se produce en todo el mundo, no escapando nuestro país a esa sensible tendencia internacional. tendencias como el empobrecimiento de amplios sectores de una población, seguidos de la secuela inevitable de desazón y falta de soporte institucional, quedando librada la misma a un incierto camino individual, se da como consecuencia el aumento sensible de la ingesta alcohólica.
El consumo de alcohol y cigarrillo se han incrementado en los últimos tiempos a nivel mundial. Hoy en día, es muy común que el uso y consumo de estas sustancias se dé a edades muy tempranas debido a la influencia de la sociedad, el estrés elevado, y problemas psicosociales que se ven reflejados en un abuso del consumo.
La cavidad oral es la más afectada y la que más repercusiones tiene por el contacto directo con el alcohol y el cigarrillo. Aquellos pacientes que abusan en el consumo de alcohol, suelen presentar problemas a nivel dental debido al desinterés de su higiene oral y a los gases que entran en contacto con la cavidad oral al ingerir una bebida alcohólica o con el consumo de cigarrillo. Aquellos pacientes que consumen tanto alcohol como cigarrillo, tienen un 48,5% de probabilidad de presentar una lesión premaligna, de las cuales el 12.2% se convierten en lesiones malignas.
DR RAFAEL BELLO DIAZ
El autor es docente la universidad católica santo domingo UCSD
