Cuando ponemos el título a este artículo, al igual que las afirmaciones que hiciéramos la semana pasada en el artículo anterior, no estamos siendo categórico en cuanto a que pronto va a haber una crisis política de seguir las cosas como marchan en esta coyuntura electoral. No estamos diciendo que es seguro que va a ocurrir, pero las posibilidades son muchas, según nuestro parecer. Hace aproximadamente poco más de 40 años David Onelio Espaillat Campos escribió un artículo en nuestros periódicos, en el que decía sobre una crisis que se avecinaba en ese entonces, si mal no recuerdo creo que todavía su amigo personal Salvador Jorge Blanco no se había juramentado como Presidente de la República, la verdad es que hubo esa crisis política local, es decir, en nuestro país, pero fue abortada por las Fuerzas Armadas que apoyaban a su amigo Jorge Blanco, a quien Onelio le aconsejó que cuando que cuando fuera presidente siguiera el ejemplo de Salvador Allende.
Esa crisis abortada en abril del 1984 fue una consecuencia, algunos otros países también tuvieron esos abortos de crisis políticas, del endeudamiento a que fue sometida la República Dominicana al igual que otros países subdesarrollados no exportadores de petróleo, entre los cuales también hay que ubicar a la nación dominicana. ¿Por qué fueron abortados movimientos populares en países como República Dominicana, Venezuela y Jamaica en los anís 80 contra las medidas impuestas por sus gobiernos, al verse obligados estos a complacer la agenda Fondo Monetario Internacional y al capital financiero para mantenerse gobernando, tras la negociaciones de sus deudas públicas? Es obvio, que los sectores populares no pudieron imponer su agenda, en el caso de nuestro país más de 100 dominicanos identificados por sus nombres perdieron la vida, también se dio el caso de que algunos cadáveres no pudieron ser identificados y fueron enterrados no por sus familiares, pero también se dio el caso de personas desaparecidas (sobre todo hombres) que no reaparecieron. El poder fáctico al servicio de la clase dominante reprimió (fueron usados carros de asaltos del ejército para reprimir a los manifestantes) y se impuso la agenda que la clase dominante, pero sobre todo de la fracción financiera de la burguesía, quería imponer su hegemonía y dominio político tanto en nuestro país como en casi todo el mundo, y se impuso la globalización y el reinado del capital financiero (léase la hegemonía mundial del capital financiero).
Sin embargo, hay fisuras porque tenemos países que tienen gobiernos diferentes, en donde no todos se rigen por las leyes del mercado y -en consecuencia- la administración pública pone reglas que no obedecen a los intereses del capital privado y sobre todo que no obedecen a los intereses del gran capital y del capital financiero. Se define la crisis cuando las contradicciones al interior del sistema o del todo ordenado, en este caso la sociedad en su conjunto, se manifiestan abiertas y se pierde el equilibrio entre las fuerzas; cuando las contradicciones interclasistas, es decir, cuando las clases dominantes (los de arriba) no pueden seguir dominando del modo como lo han estado haciendo y las clases dominadas (los de abajo) no quieren seguir siendo dominados así.
Cuando el presidente Carter llegó a la Casa Blanca al PRD se le abrieron las posibilidades de llegar a reemplazar a Balaguer, pero sin que fuera Juan Bosch el candidato como -según parece- se lo habían hecho saber al Dr. José Francisco Peña Gómez fuera del país varios años antes, y ya desde finales de 1973 Bosch estaba fuera de ese partido. La sorpresa de la llegada de Caamaño, con todo el revuelo de especulaciones sin fundamento que causó de una supuesta traición al líder militar de Abril del 65, dando pábulo ello sectores interesados adversarios políticos de Bosch, fue aprovechada por Peña Gómez para avivar contradicciones entre él y su maestro para poder convertirse en el líder del Partido Revolucionario Dominicano.
Sin embargo, el detonante que se supone catapultó la candidatura de Antonio Guzmán fue el agotamiento de un modelo económico basado en las construcciones, el estancamiento de los precios de los productos de exportación y el aumento de los precios del petróleo, agregándose esto el proceso en ejecución de una reforma agraria convencional que disgustaba a algunos terratenientes; fruto de esa situación que vivía el país acercándonos hacia el 1978, surgió el grupo de derecha Movimiento de Salvación Nacional apoyado por sectores vinculados a la clase terrateniente y otros propietarios rurales que llevaba a Luis Julián Pérez (expresidente de la Comisión Nacional de Desarrollo que le había renunciado a Balaguer), pero ante la situación de crisis que afloraba, en el litoral de la izquierda la Línea Roja del Movimiento Revolucionario 14 de Junio planteó entre 1976-1977 la creación de un Frente Patriótico Nacional (FREPAN), con la intención de salvar a La Nacion que “estaba en peligro”, pero poco después desistiría en 1978 del nombre de FREPAN para fundar la Unión Patriótica Antiimperialista (UPA) que sería con el mismo propósito patriótico.
La situación de una crisis política y social que parece avecinarse en breve tiempo, tal vez en dos años, no es como lo fue la coyuntura del 1978 y que desde antes de ese año se veía, porque más que una crisis social y política, era una crisis política, porque había un cuestionamiento al modelo de dominación política más que la dominación social. El proceso de reforma agraria no era muy tolerado por algunos terratenientes, pero la clase social de los terratenientes ya no era tan numerosa (no tenía tanto peso en la estructura de clases) y por otra parte la ejecución de la reforma agraria en sectores populares de la población rural no disgustaba; lo que si ya tenía mucho rechazo social era el modelo represivo de dominación política, las cárceles estaban llenas de presos políticos y en playas extranjeras habían muchos dominicanos lejos de sus familiares, había un movimiento de reclamo por la libertad de los presos políticos que todavía estaba en ciernes en diciembre de 1973 con la Declaración de Santiago (publicada en la página 15 del periódico La Noticia de fecha 16 de Diciembre de 1973, pero fue el 14 de diciembre), pero se ve fortalecida esa campana con los mítines del Acuerdo de Santiago y con la celebración del evento de artistas 7 Dias con el Pueblo, los cuales reclamaban la libertad de los presos políticos y retorno de los exiliados, pero la Declaración de Santiago de diciembre de 1973 fue la expresión de grupos de profesionales (médicos abogados y profesores), religiosos, clubes juveniles y grupos estudiantiles.
En fin, ese modelo represivo estaba muy cuestionado, los profesionales y otros sectores sociales empezaron a dejar de ser timoratos y se decidieron a abandonar el mutismo y la desidia y se deciden a hacer opinión pública y a enfrentar a un en régimen que era tenido como pilar la represión política. A partir del alevoso asesinato del prestigioso periodista Orlando Martínez Howley el 17 de marzo de 1975 ese modelo de represión política dio signos de agotamiento, talvez por el gran cuestionamiento de ese dicho crimen, pero las cárceles continuaron hasta 1978 llenas de presos políticos.
Sin embargo, la coyuntura actual donde se da una situación diferente, porque más bien nos parece que está aflorando una crisis social, que se caracteriza por una rutinización en la vigencia de un modelo económico basado en el crecimiento del sector servicio y en la ralentización de la economía en la producción de bienes y en la desindustrialización y el crecimiento extraordinario sin precedentes de la deuda pública del país y de concentración del ingreso con un aumento de la desigualdad y la pobrezas absoluta y relativa, pero también por un debilitamiento del liderazgo político, no tiene tanto parecido a la situación del país para 1978, pero si se puede parangonar más con la coyuntura de 1984, como también se agrava el endeudamiento igual que en 1984.
El sector público no financiero tiene una deuda interna y externa de unos US$ 54,426.6 millones. Balaguer le entregó a Leonel el mando del poder ejecutivo de La Nación con una deuda pública ascendente a poco menos de 4,000 millones de dólares, pero Leonel en su primer bajo un poquito el monto de esta con una amortización del capital de dicha deuda de menos de US$ 200 millones, al entregar el mando a Mejía, pero este la incrementó si tomamos datos de la internet existen datos contradictorios se dice que Mejía entregó el mando a Leonel dejando la deuda en 7,377.76 millones de dólares, pero cuando Leonel gobernó durante ocho años la dejó en US$25,064.9 millones, al parecer, debido a inversiones como la del Metro de Santo Domingo, pero hay versiones de que la dejó en poco más de 19,000 millones de dólares. Existen versiones de que Danilo hacia el año 2020 había amortizado más de 20,000 millones de dólares de la deuda pública, las diferentes versiones son interesadas lo que se hace difícil de entender.
La situación actual es muy parecida a la del preludio de los acontecimientos de 1984, cuando al parecer el capital financiero estaba apadrinando la candidatura de Salvador Jorge Blanco y este ganó las elecciones.
El aparato productivo se estaba yendo a pique, en el agro se estaba induciendo la desaparición a nivel local del cultivo de maní, mientras había sobreproducción de maíz en Estados Unidos, todavía aquí no se importaban marcas importadas de aceites, lo que vino después de la negociación con el FMI, pero también se comenzaron a cerrar ingenios para importar sirope de Maíz, como también la mantequilla, quesos y jugos derivados de frutas. Hoy importamos mucho aun de bienes industrializados que se producen aquí y el país no produce muchos bienes industriales hoy día, con algunas excepciones como el cemento si se sigue produciendo mucho aquí, porque se construyen muchas y hoteles, depredando el medio ambiente; se importan rubros agrícolas que podemos producirlos aquí, como antes, pero la producción agrícola ha sido descuidada. La deuda con Abinader se vuelve cada vez más impagable; los grandes empresarios tienen tantas ansias por apropiarse de todas las áreas públicas que ya se habla de conflictos entre ellos. Por las redes hay comunicadores que hablan de estas cosas, pero al día de hoy la gran mayoría de los comunicadores se han convertido en lacayos del régimen.
Por: Francisco Rafael Guzmán F.
