Cuando el presidente Luis Abinader dio inicio al saneamiento del sistema judicial, designando a las magistradas Miriam Germán y Yeni Berenice Reinoso al frente de la Procuraduría General de la República, los partidos de la Liberación Dominicana, Fuerza del Pueblo y Revolucionario Dominicano rechazaron ese proceso.
Los hechos posteriores demuestran lo erróneo de sus alegatos, de que se trataba de una decisión de carácter político partidista, pues hoy la sociedad valida lo correcto del paso.
Como contribución a encarar la vieja y seria crisis de seguridad y protección ciudadana, el presidente Abinader inició una reforma y modernización de la Policía Nacional, lo que nunca se había hecho con el cuerpo del orden desde los tiempos de la tiranía en que se fundó.
La oposición se ha burlado del proceso, que cuenta con el aval de la mayoría de las academias, la sociedad civil y reconocidos y probos intelectuales.
En su discurso de rendición de cuentas a la Nación el pasado 27 de febrero y cuando se hizo evidente que tras el asesinato del presidente Jovenel Moise grupos de bandoleros haitianos agravaban la crisis de gobernabilidad de Haití, Abinader propuso la concertación de un Pacto de Nación que nos permitiera hacer frente unidos y efectivamente a la repercusión que tendría aquí la crítica situación del país que compartimos frontera.
8 meses después de aquella propuesta de unidad nacional, esos tres partidos de oposición mantienen su negativa, incluso luego de la provocación que ha representado el desvío unilateral de las aguas del Dajabón-Masacre-Dajabón, en violación al ya conocido tratado de 1929.
En esta agravada situación el presidente Abinader renovó su propuesta de unidad nacional y de nuevo recibió el respaldo de la mayoría de la sociedad, y de nuevo PLD, PRD y FUPU rechazan participar de la unión nacional.
PLD-PRD-FUPU reconocen la violación al tratado, pero con diferentes “análisis” e “interpretaciones” asumen posiciones que en los hechos reflejan la idea de que mientras los haitianos se mantienen unidos en defensa de sus intereses, aquí estamos divididos y eso hasta los envalentona frente a una RD que sólo hace ayudarlos.
El alegato de ahora es que ese Pacto de Nación favorecería la continuidad de las políticas de buena gobernanza del presidente Abinader y los perjudica electoralmente.
Los opositores asumen que cualquier situación que beneficie al país también beneficia políticamente a Luis Abinader, ellos tienen que rechazarla.
Es ciertamente un muy arriesgado cálculo.
POR NELSON MARTE