Para iniciar este breve, pero sustancioso ensayo sobre el concepto y sus características, de entrada, me propongo ofrecer una sucinta noción o definición sobre lógica. En tal sentido, para Valenzuela (1999), la lógica es la parte de la filosofía que se encarga del estudio de las diversas formas del pensamiento (concepto, juicio, razonamiento). Investiga las leyes que le dan validez formal al pensamiento. En su forma actual utiliza un lenguaje simbólico y procedimientos de derivación semejantes a la matemática. También se ha concebido como una disciplina normativa que proporciona reglas para la correcta conducción del pensamiento. Según este autor, Aristóteles es considerado el padre de la lógica. (Valenzuela: 1999, 27).
Vista esta definición amplia a cerca de las múltiples funciones de la lógica en tanto disciplina filosófica, vamos ahora a pasar de inmediato con el abordaje de nuestra noción objeto de estudio: el concepto.
Para el propio autor en cuestión, el concepto constituye el punto de partida del conocimiento, y a la vez nos permite referirnos a aquellas características esenciales o importantes de un objeto: por ejemplo, cuando pensamos en el concepto «libro» nos estamos refiriendo específicamente a las notas esenciales que son indispensables para pensar ese objeto, como son: carátula, hojas escritas con temas y secuencia unidas, cosidas, etcétera. Así, dice el autor, cuando expresamos la palabra «libro» no pensamos sino en un objeto con estas y otras características que lo identifican.
Sin embargo, Valenzuela advierte que, al formar un concepto (ya sea el concepto libro, mesa, pizarrón, hombre, ciencia, etcétera), no afirmamos ni negamos algo de él, simplemente lo pensamos o expresamos aprehendiendo sus características esenciales. (Valenzuela: 1999, 76).
Con regularidad, la gente tiende a confundir concepto con término. Sin embargo, existe una diferencia muy marcada entre estas dos entidades gramaticales. A este respecto, Valenzuela (1999) considera que, se llama término a la forma de expresión de un concepto, y viene a ser la palabra o conjunto de palabras, por medio de las cuales se expresa un concepto.
Por otra parte, el propio autor considera que, si realizamos un análisis detenidamente; nos daremos cuenta que no podemos pensar en un concepto si no lo acompañamos, en determinados momentos, de imágenes o vivencias. Por tanto, para este importante autor explicar estos argumentos utiliza los siguientes ejemplos:
1- Posiblemente Juan, al pensar en un libro de biología evoca las células y los tejidos que ilustran su portada.
2- Pedro, al pensar en su libro de lógica, recuerda el color rojo con que está forrado.
3- María se remonta nostálgicamente a los personajes de Jorge Isaacs en la novela que lleva su nombre.
Algo muy importante que reseña nuestro autor en cuestión, es que, todo concepto, para que sea considerado como tal, debe referirse, especialmente, a un objeto para que adquiera sentido. (Valenzuela: 1999, 77).
Características del concepto
Entre las principales características que acompañan y adornan al concepto, cuentan las siguientes, según el autor:
- a) …es la primera forma o estructura del pensamiento estudiada por la lógica.
- b) Mediante el concepto pensamos o aprehendemos las características esenciales de un objeto.
- c) Las características esenciales son aquellas que definen al objeto y son indispensables o forzosas para que un objeto sea lo que es, en cambio, las llamadas notas accidentales o accesorias no son necesarias para que el objeto sea lo que es: Ejemplo:
Concepto: silla.
Notas esenciales: mueble para sentarse.
Notas accidentales: grande, cómoda, de color blanco, de plástico…
- d) Mediante el concepto pensamos un objeto sin afirmar ni negar nada de él (la afirmación o negación son características de otra forma de pensamiento llamada juicio…) y
- e) El concepto no posee un carácter general que se refiere a un objeto en particular, sino a todos los existentes y posibles. Esto ocurre con los conceptos «libro», «lápiz», «hombre», «gato», etcétera. (Valenzuela: 1999, 78, 79).
Fuente:
Valenzuela Escobar, Gustavo. 1999. LÓGICA: Nociones y aplicaciones. Mc GRAW HILL Interamericana Editores, S, A. México.