Estoy completamente de acuerdo con la no explotación del proyecto minero Romero, en la provincia San Juan, a pesar de que según el ministro de Energía y Mina, Antonio Isa Conde, “en el proceso negociador la empresa acepto otorgar mayores beneficios, consistentes en US$224 millones durante la vida útil de la mina”, que según él es de siete años.
Este es el mismo cuento de nunca acaba, sino averigüen las ofertas hechas al país para la explotación minera de Pueblo Viejo, en Cotui, de las cuales no se han cumplido ni siquiera un 5 por ciento.
De manera que, a pesar de las declaraciones alegres de Isa Conde, de que el Estado obtendría beneficios superiores al 40 por ciento con el proyecto minero, es mejor que se preserve tal como está y no que se produzca la misma situación que se vive en la provincia Sánchez Ramírez, con la contaminación originada por la Barrcik Gold, que la ha constituido en la dueña absoluta de esa provincia.
Escuchen las ofertas del ministro de Energía y Mina, el cual piensa que todavía aquí se amarran los perros con longaniza: “Luego de un proceso de evaluación técnico , jurídico y financiero desarrollado durante 16 meses, hemos determinado que el proyecto cumple con los requisitos y formalidades exigidos por la ley. El MEM sometió al Presidente una propuesta de resolución para otorgar la concesión a la empresa Gold Quest”.
Enfatizo que “a los beneficios de 40 por ciento, para el Estado, habría que agradar el pago del ITBIS, por parte de la empresa, haciendo mayor a esa proporción los ingresos para las áreas públicas , llegando a superar el 50 %, e indico que “ Romero es el primer proyecto minero subterráneo que no acarrea los costos ambientales propios de la minería a cielo abierto”.
Dijo que “en caso de que la concesión sea autorizada, el Estado recibirá los beneficios descritos sin invertir para la explotación previa ni para la explotación que se solicita y sin garantizar beneficios o resultados mínimos; autorizar exenciones o privilegios ni asumir riesgos.
Muy bonito esto. El ministro de Energía y Minas, con esas declaraciones más bien nos parece un relacionista público de la empresa Goid Quest, también de origen canadiense, igual que la odiosa y mentirosa Barrick Gold primera, la cual nos ha engañado haciendo muchas travesuras y nada que funcione adecuadamente en favor de los moradores de la provincia Sánchez Ramírez.
No voy a continuar con estas molestosas declaraciones, que tratan de envolvernos a todos como niños brutos y estúpidos. Solamente voy a agregar que nos miremos en el espejo de lo que está pasando en Cotui, por la confianza que depositamos en otra empresa de los mismos orígenes y casi el mismo nombre, de la Gold Quest, que vino exclusivamente a contaminar el medio ambiente; a lesionar la flora y la fauna y a ocupar propiedades privadas de las cuales todavía no se ha tenido noticias de una solución definitiva al problema que viven sus vecinos y propietarios.
A cambio de todo esto, los beneficios son mínimos. Con ellos no podemos pagar la deuda externa, ni resolver un problema que traiga una solución adecuada al estado de miseria y pobreza en que vivimos, aun tratándose del oro, uno de los metales mejor cotizados en el mundo.