Señor presidente Abinader, ha quedado claro que su poder es absoluto en la tierra que según el poeta describió, se encuentra camino del sol. Parece ser que profetizaba por las comparaciones ya hechas con el histórico Luis XIV cuando se atrevía a decir: «L’État, c’est moi». Tenemos nueva constitución al vapor y al parecer se pretende imponer “una dosis de jódanse to” al pueblo dominicano con la Reforma Fiscal. Pero tenga en cuenta esto que le comento a continuación presidente, y es como interpreto lo que vi y percibí:
Presidente, el pueblo dominicano habló en las vistas públicas, las y no va a cooperar con nada que implique pagar un centavo más de impuestos. Intentarlo va a ser un parto y es una guerra declarada por su gobierno y aceptada por el pueblo.
El pueblo dominicano no llamó por teléfono a un programa interactivo para quejarse o para despotricarse como hacen algunos, sirviendo como una pasarela que va del show al desahogo.
El pueblo dominicano no se sentó desde las 5 de la mañana y esperó su turno hasta la noche, para decir lo que quería decir, con el objeto de desahogarse y sentir algo de paz, sino para oponerse y aceptar su declaratoria de guerra, pues ese pueblo no cooperará con ninguna iniciativa que implique cobrar más impuestos o de que se perjudique su calidad de vida ya empobrecida.
El pueblo dominicano es el Soberano Mandante, y ese pueblo que lo eligió a usted también puede intentar hacerle saltar de la silla de alfileres, aunque haya un alto precio de sangre a derramar, pero las mujeres mandan en la tierra de Juana Saltitopa, Rosa Duarte, Las Mirabal y Josefina Padilla, Yadira Marte, Wendy Santiago, Wilka Tavarez, y otras que vienen demostrando de que material están hechas.
Me gusta decir las cosas claras y aunque puedo utilizar el lenguaje de Shakespeare, e incluso adornar mis expresiones con algunas figuras literarias, tal vez intentando imitar a Calderón de la Barca o a Neruda, elijo el lenguaje llano, que es el que con toda certeza, va a ser entendido por cualquier ciudadano. ¿De qué sirve intentar citar a esa “caña pensante como la llamó Pascal y la citó el extinto Elito en una de sus alocuciones”?. Es mejor establecer una comunicación objetiva, clara, transparente, aún pagando el precio que el destino y su poder absoluto decida hacernos padecer.
Presidente, usted hizo un pésimo gobierno y ha resultado de una forma inexplicable reelecto. Ha vuelto a la carga a intentar cumplir con una ley, que fue creada para dar cumplimiento a la Agenda Traidora y destructora de pueblos y soberanías, la Agenda 2030. Usted conoce de Davos, del Globalismo, del Pacto del Futuro y la nueva agenda anti soberanías y anti familias, que se impone junto a la disrupción del Trans humanismo, IA y la Eugenesia.
Ciertamente cuando se jura como presidente de la República, se repiten las palabras que indica el enunciado formal, según el protocolo ya instituido, y juramos cumplir y hacer cumplir la constitución y las leyes. Pero si esa ley es una letra maldita, que destruye la familia, la soberanía y la nación, nuestro deber es derogarla y a eso le invito. Y tenemos el poder absoluto para hacerlo, pero no, usamos ese poder para imponerla aún estando en contra del sentimiento de los verdaderos y buenos dominicanos.
Pero aunque dijimos que no usaríamos el poder del Rey Sol, para imponer lo que nos venga en ganas, eso ya lo olvidamos con la Constitución de la República, y no dudamos que eso también se quiera hacer con la ya repudiada reforma fiscal.
Presidente, todo su discurso puede quedar en retorica y su liderazgo personal como ser humano de excelencia, cada vez más se debilita, mientras se humilla con pretensiones y medidas dañinas al pueblo dominicano.
El negocio de la reforma fiscal, aunque parece ser un enunciado odioso, no deja de ser una potencial realidad en tierra de Alibaba y los 1200 centavos invertidos en los semáforos del Intrant , el negocito de Aerodom, o los chelitos de los músicos iniciando su primer mandato.
Para nadie es un secreto, que la cultura política del país, es la que implica, llegar al gobierno para repetir vez tras vez, el fenómeno del gato balsino, es decir, el fenómeno de las devastaciones de Osorio, pero con los recursos del estado en todo el territorio nacional.
Entendemos que debería usted presidente estar consciente, de que la República Dominicana ya es otra. Que su primera gestión de gobierno le puso la tapa al pomo al sistema de creencias del pueblo dominicano, y se ha sellado la falta de confianza del pueblo hacia los funcionarios, los congresistas, políticos, los partidos y las supuestas honorables instituciones.
Y en cualquier momento presidente, el pueblo mostrara sus garras, aunque usted como comandante en jefe envié las tropas a acribillar a los ciudadanos de la República. Ya en el 1984 lo hizo su antecesor y se dice que lo ordenó el afamado líder del jacho prendió de primero la gente, y más de 1500 dominicanos fueron muertos o heridos en tres días de poblada, acribillados por los excelentes soldados y patrullas mixtas.
En las vistas públicas, las voces fueron fuertes y resonaron en los 48 mil kilómetros cuadrados de la nación dominicana. Lo que escuché en esas voces patrióticas de mujeres empoderadas, no fue una amenaza, fue un decreto popular que todo el pueblo dominicano asumirá, con el próximo abuso que se cometa contra algún ciudadano, en cualquier rincón de nuestra sagrada tierra.
El pueblo no existe para el gobierno, el gobierno existe para el pueblo.
Y es precisamente el pueblo que les delega el poder, quien tiene toda la potestad irrenunciable, de retirar esa delegación en el momento que lo considere necesario y de ser necesario, retirar del cargo a cualquier funcionario incluyendo al primer mandatario de la nación.
No se ha querido dar paso de forma oficial al Referéndum Aprobatorio porque el riesgo es muy alto para su gobierno y el sistema de partidos podrido, pero el pueblo lo puede hacer con o sin congreso nacional, con o sin poder ejecutivo.
El Pueblo es Soberano y muy a pesar de los intereses supranacionales, que voces agoreras dicen su gobierno representa, muy a pesar de las intenciones santanistas locales y foráneas, el corazón duartiano late fuerte y la invencible Retaguardia de Mella se prepara. Ese espíritu nacionalista defenderá en cualquier terreno su soberanía, aunque con ello, se tenga que volver a “los tiempos del pa ponerme yo’.
Presidente, no ha sido un desahogo de la gente, no existe una calma porque el pueblo fue escuchado de manera selectiva por los “súper representantes” que estuvieron intentando dirigir la orquesta en esas vistas públicas.
El pueblo dominicano de una manera prácticamente unánime, le ha dicho no a la reforma fiscal, no desea ningún tipo de reforma fiscal y ha sido capaz hasta de pedir públicamente su renuncia como presidente de la república.
La oposición política ha estado prácticamente ausente de este debate, porque al fin y al cabo, son parte del sistema balsino de partidos y nadie afila cuchillo para su garganta. Pero las juntas de vecinos ya se están activando en todo el territorio nacional, y no permitirán más abusos de las falsas autoridades que les atropellan, y tampoco se lleve a cabo con éxito, la amenaza fiscalizadora de las “patrullas financieras mixtas”.
Evitemos una desgracia presidente. La guerra fue avisada por su gobierno y el pueblo ha aceptado el desafío y aún sin un liderato claro, se prepara para la lucha en cualquier terreno.
Por Julián Padilla
