EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO.-El psicólogo Enrique Cabral reflexionó sobre la transformación de la Navidad, señalando que ha pasado de ser una tradición religiosa a convertirse en un fenómeno social con implicaciones tanto positivas como desafiantes.
“Desde el punto de vista de la psicología social, la Navidad ha trascendido su origen religioso. Antes, recordábamos el nacimiento de Jesús en un pesebre, acompañado de rituales y prácticas religiosas. Ahora, esta festividad se vive más desde lo social, con tradiciones compartidas como la cena navideña, reuniones familiares, encuentros con amigos, y la reconexión con personas que no veíamos desde hace años”, explicó.
El experto resaltó que la cena de Nochebuena simboliza, en muchos hogares, la última cena de Jesús con sus discípulos. “Este momento familiar fomenta valores como el amor, el perdón y el disfrute en compañía, pero también puede ser un espacio donde afloren conflictos no resueltos durante el año. Por ello, debemos verla como una oportunidad para fortalecer los lazos familiares”, agregó.
Enrique Cabral se expresó en esos términos al ser entrevistado por la tanatologa Krismeli Brito Padilla, en el programa “Con la Dra. Controversia”, transmitido por la plataforma digital El Nuevo Diario TV.
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Con la Dra Controversia – ¿Se ha perdido el sentido de la Navidad?
Cabral destacó el papel del consumismo en esta época, señalando que, aunque dinamiza la economía, también genera estrés, frustración y ansiedad en personas con recursos limitados.
“La presión por gastar para estar acorde con lo que se espera en Navidad puede afectar emocionalmente a quienes no tienen los medios para hacerlo, creando tensiones adicionales”, indicó.
En cuanto a los conflictos que suelen surgir durante la Navidad, el psicólogo identificó los más comunes como aquellos relacionados con desacuerdos familiares no resueltos.
“Es un momento en el que afloran rencores y distancias que se arrastran durante todo el año, ya sea entre padres e hijos o entre otros miembros de la familia. Sin embargo, el espíritu navideño nos invita a reflexionar, perdonar y buscar la reconciliación. Es un tiempo para valorar la vida, reconocer las oportunidades que Dios nos da y entrar al nuevo año en armonía familiar”, expresó.
En ese contexto, el psicólogo puntualizó que la Navidad no solo es una celebración, sino también una oportunidad para sanar relaciones, corregir errores y construir un entorno más saludable y armonioso para el año que comienza.




