Introducción: El término en latín ¨mutatis mutandis¨ significa cambiando lo que se debe cambiar. Si aterrizamos esto al contexto del desarrollo de una nación, podemos interpretar que en un mundo y una sociedad que está en constante cambio, se necesita un gobierno que se mantenga actualizado en cuanto a los avances tecnológicos e innovadores de la economía, y haga los cambios y transformaciones de lugar necesarios para la evolución.
Desde los tiempos de la Antigua Grecia ha existido el concepto de Gobernanza, el cual antes significaba o se refería a las técnicas para dirigir, o direccionar. Podemos ver cómo los ideales de gobernanza se han ido transformando y cambiando desde la Antigua Grecia. Platón entendía que los filósofos debían de gobernar por “poseer la virtud de la sabiduría”, y que los gobernantes debían buscar el bien común en lugar de los intereses individuales; mientras que Aristóteles abogaba por un sistema político equilibrado y moderado, en el que la transformación social se alcanzaba a través de la educación cívica y la participación activa de los ciudadanos en la toma de decisiones políticas.
En el Renacimiento, Maquiavelo desarrolló el análisis de las estrategias de poder, y concluyó en que los líderes políticos debian de tomar medidas pragmáticas para mantener el control. Thomas Hobbes defendía la idea de un soberano absoluto, y de un gobierno fuerte, mientras que más adelante en el 1690, John Locke, defendía la idea del contrato social, la cual sostenía que el gobierno debe basarse en el consentimiento de los gobernados y que estos tienen derechos inalienables, como la vida, la libertad y la propiedad. Su pensamiento influyó en la idea de la limitación del poder y en la protección de los derechos individuales.
Hoy en día, el concepto de gobernanza hace referencia al proceso de toma de decisiones, implementación de políticas y gestión de recursos en un contexto más amplio que el del gobierno tradicional. La gobernanza abarca no solo las instituciones gubernamentales, sino también a otros actores relevantes, como la sociedad civil, el sector privado, las organizaciones no gubernamentales y las comunidades locales. La gobernanza se centra en la forma en que se ejerce el poder y la autoridad, así como en cómo se establecen las reglas, se gestionan los recursos y se abordan los desafíos sociales, económicos y ambientales.
Según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, una buena gobernanza se caracteriza por el pleno respeto de los derechos humanos, el Estado de Derecho, la participación efectiva de los ciudadanos, la existencia de asociaciones de múltiples interesados, el pluralismo político, la transparencia y rendición de cuentas de los procesos e instituciones, la eficiencia del sector público, la legitimidad de las autoridades, el acceso al conocimiento, la información y la educación, el empoderamiento político de la población, la equidad en la toma de decisiones, la sostenibilidad de las políticas y el fomento de actitudes y valores que promuevan la responsabilidad, la solidaridad y la tolerancia.
En la actualidad, la República Dominicana, al igual que otras partes del mundo, experimenta un proceso de evolución complejo. La complejidad de este proceso obedece a la forma sin precedentes en que se están desarrollando los grandes acontecimientos de la humanidad; los cuales mutatis mutandis, no están enfocados unidireccionalmente, tampoco de manera simétrica y mucho menos en forma monotemática. El proceso que estamos viviendo, del cual nuestro país no escapa, es de carácter transversal, de rápidos cambios y de acuerdo con fundamentos históricos en la forma en que los conocemos, sin ningún parangón en el que podamos apoyarnos con niveles de aproximación casi exacta, como ha sucedido en otras ocasiones.
Por primera vez en la historia, en términos de producción, el país no solo debe enfocarse a lo que hoy conocemos como una economía agrícola, industrial, de servicios o de producción básica. Hoy, estamos llamados a respaldar la innovación, el emprendimiento y la competitividad, pero no con un espíritu de ilusión o sensación de que se está gobernando y mucho menos como política pública de carácter coyuntural y transitoria, sino, más bien como una reacción rápida a los cambios geopolíticos, tecnológicos, económicos y sociales que en forma muy ágil se experimentan en la actualidad.
Nuestro país enfrenta retos inminentes en términos económicos, sociales, políticos y sobre todo modelos de producción que deben ser urgentemente transformados. los cuales trascienden las necesidades tradicionalmente existentes. Además de la situación geopolítica, existe un movimiento económico sustentado en la tecnología que está llamado a una transformación digital prácticamente en todos los ámbitos.
De acuerdo con los acontecimientos que se han venido desarrollando, los diferentes rubros de la economía mundial, así como la nuestra, dejarán de existir de la forma en la que la conocemos. Hoy en día, hemos visto algunos cambios, sin embargo, estos no representan nada significativo con relación a las transformaciones que se están entretejiendo.
Los rubros siguen siendo los mismos: turismo, telecomunicaciones, transporte, finanzas, servicios, comercio, sector público, agricultura, zonas francas, construcción. Lo innovador es la forma en cómo se pretende consolidar el desarrollo de estos y como impactan estos nuevos conceptos.
Impacto de los avances tecnológicos
En el aspecto económico, la tecnología es el motor clave del crecimiento de la economía en los países en desarrollo. Los avances tecnológicos, permiten una producción más eficiente de bienes y servicios, que es de lo que depende la prosperidad económica.
El reciente giro hacia la innovación abierta ha dado lugar a un aumento de los flujos de conocimiento y a nuevos tipos de cooperación entre instituciones educativas, organizaciones de investigación y empresas. La Universidad de Harvard desarrolló un estudio que se desprende de un examen de los campos tecnológicos en los que las grandes empresas inversoras en investigación y desarrollo han estado intensificando sus actividades inventivas en los últimos años y de la contribución de los principales inversores al desarrollo general de estos campos. Se comprobó que las actividades inventivas más aceleradas se basan en los campos de la manufacturación de motores, los sistemas de conducción automatizada, los macrodatos, la inteligencia artificial, la impresión 3D y las tecnologías de la información y la comunicación.
El adoptar la tecnología dentro de los avances de los sectores económicos de nuestro país tendría un impacto directo en nuestro crecimiento como país en desarrollo, considerando que los efectos de esto se verían reflejados en la reducción de los costos nacionales de producción, mayor eficiencia y rapidez en la comunicación y el intercambio de data.
Por otro lado, también está el impacto del auge de la automatización y la robótica en la fabricación y la distribución. Esta tecnología avanzada de robótica e inteligencia artificial se utiliza para agilizar y optimizar los procesos de fabricación, reducir los costos laborales y mejorar la calidad y consistencia de la producción. Esto también ha llevado a la creación de fábricas «inteligentes», altamente automatizadas y conectadas al Internet de las Cosas (IoT) para optimizar los procesos de producción y de la cadena de suministro.
Avances tecnológicos significativos para la sociedad y la economía
Diversos estudios realizados en marzo del 2023, buscaban identificar los avances tecnológicos más significativos hasta la fecha y su aporte a la sociedad. Entre estos está la tecnología blockchain, que se basa en las criptomonedas, esta tecnología es un registro digital descentralizado que almacena transacciones en bloques enlazados, lo que garantiza la seguridad y la transparencia. En relación a la tecnología blockchain, se ha desarrollado la “fintech” o la tecnología financiera, la cual cuenta con la capacidad para facilitar transacciones transfronterizas, utilizando la tecnología blockchain. Fintech ha hecho posible que particulares y empresas realicen transacciones internacionales de forma rápida, segura y a un costo inferior al de los métodos tradicionales.
Entre otros avances que debemos resaltar, se encuentra “insurtech” o tecnología en el área de seguros, la cual utiliza datos masivos (big data) para evaluar riesgos, así como también implementa procesos automatizados para la emisión de pólizas y la gestión de reclamaciones, y utiliza tecnologías como el Internet de las cosas (IoT) para recopilar datos en tiempo real y prevenir siniestros.
Por otro lado, esta “regtech”, que utiliza contratos inteligentes (smart contracts) basados en blockchain para automatizar y garantizar el cumplimiento de acuerdos, con el fin de aplicar la tecnología para cumplir con los requisitos regulatorios en diferentes sectores. Otro avance importante es el IoT (Internet de las cosas), el cual se refiere a la interconexión de dispositivos físicos, vehículos, electrodomésticos y otros objetos a través de redes para recopilar y compartir datos.
Además de los avances desarrollados aquí, existen muchos más que no dejan de perder importancia, como la ciberseguridad, la economía sustentada para las personas de la tercera edad (silver economy), la robótica, el almacenamiento de información en las nubes (cloud computing), el aprendizaje automático (machine learning), y la inteligencia artificial a partir de la data (big data).
Transformación y avances a través de la gobernanza
La gobernanza es esencial para el avance y la transformación de un país. Proporciona estabilidad política, asegurando la implementación de políticas a largo plazo y la continuidad en la toma de decisiones. Además, establece y respeta el estado de derecho, garantizando la seguridad jurídica, la protección de los derechos humanos y la igualdad de oportunidades. La gobernanza considera el desarrollo sostenible, equilibrando el crecimiento económico con la protección del medio ambiente y la reducción de desigualdades. En conjunto, estos aspectos son fundamentales para impulsar el progreso integral de un país.
Para lograr una transformación a través de la gobernanza, se requiere un liderazgo efectivo, la participación ciudadana, un marco legal sólido, políticas y estrategias adecuadas, cooperación y colaboración, así como un monitoreo y evaluación continuos. Estos elementos trabajan en conjunto para impulsar cambios significativos y sostenibles en un país.
El liderazgo efectivo proporciona dirección y toma de decisiones audaces, mientras que la participación ciudadana garantiza la transparencia y la legitimidad. Un marco legal sólido establece las reglas del juego, y las políticas y estrategias adecuadas abordan los desafíos específicos. La cooperación y colaboración fomentan la sinergia entre diferentes actores, y el monitoreo y evaluación permiten ajustes y mejoras continuas.
El Índice de Transformación de Bertelsmann, es un estudio realizado anualmente, el cual analiza los procesos de transformación hacia la democracia y la economía de mercado en comparación internacional e identifica estrategias exitosas para el cambio pacífico. El último reporte de gobernanza de este estudio, realizado en el año 2022, ha detectado en todo el mundo un considerable retroceso en los procesos de transformación. Índice de Transformación de Bertelsmann concluye en que los principios rectores de la democracia y la economía de mercado se han visto sometidos a intensas presiones y están siendo cuestionados por élites corruptas, populismos antiliberales y regímenes autoritarios.
El reporte de gobernanza del año 2022 también establece que los países que actualmente han logrado hacer una transformación a través de la gobernanza son Estonia, Latvia, Lituania, Taiwán, Chile, Costa Rica, y Uruguay. En el índice de gobernanza 2022, la República Dominicana se posiciona como número 29 de 137 países, entrando dentro de la categoría de una gobernanza “buena”. Costa Rica, clasificada desde hace tiempo como país con buena gobernanza, se ha situado por primera vez en la máxima categoría tras la aplicación por parte del gobierno de reformas importantes y sostenibles de la política fiscal bajo el mandato del ex presidente Carlos Alvarado.
La reforma y medida más importante tomada por Costa Rica para lograr alcanzar un alto nivel de gobernanza y ser un caso exitoso en este ámbito, fue la implementación de la Ley no. 9635 de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas. La ley fue implementada en el año 2018, y su motivación se basaba en la situación financiera del país, dado que este era insostenible por el incremento del déficit fiscal.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico invitó a Costa Rica a formar parte de su organización, y en cuanto a la ley establecieron que esta fue un paso importante hacia la mejora de la sostenibilidad fiscal, ya que cuenta con herramientas y medidas para mejorar la gobernanza presupuestaria. En particular, la ley incluye una nueva regla fiscal, que vincula el crecimiento del gasto corriente al crecimiento del PIB nominal, dependiendo el crecimiento permitido del gasto de la relación deuda/PIB del Gobierno central.
No solo esto, Costa Rica también firmó el 27 de junio de 2017 un acuerdo multipartidista titulado “Acuerdo Nacional entre los partidos políticos con representación legislativa 2014-2018”. Este acuerdo buscaba promover una transformación profunda de Costa Rica para antes del Bicentenario de la independencia. El acuerdo se basaba en hacer las reformas necesarias para el desarrollo global del país.
Gobernanza y transformación en la República Dominicana
En la actualidad, los Estados se ven compelidos a ser más eficientes, lo que implica la necesidad de lograr más y mejores resultados con menos recursos. Esto se debe al contexto global de restricciones fiscales y a la creciente demanda de los ciudadanos, quienes, estando mejor informados y con niveles de confianza reducidos en las instituciones públicas, buscan tener un mayor protagonismo en la toma de decisiones. En este escenario, el gobierno desempeña un papel estratégico fundamental al priorizar sus políticas públicas.
La República Dominicana es un país cuya economía se impulsa principalmente del turismo, las zonas francas, las remesas y la agricultura. Sin embargo, a raíz de los constantes cambios y avances en la sociedad, es importante que los gobernantes se mantengan innovando a los fines de satisfacer las necesidades de sus ciudadanos. Una buena gobernanza se basa en utilizar y manejar los recursos para abordar los desafíos sociales, económicos y ambientales de un país, a los fines de lograr la sostenibilidad deseada.
Para estos fines, la República Dominicano elaboró la Agenda Digital 2030, la cual promete realizar proyectos e iniciativas tecnológicas para transformar el sector público y privado a los avances de la era digital. Entre los ejes de la Agenda Digital 2030 se encuentran: Gobernanza y Marco Normativo, Conectividad y Acceso, Educación y Capacidades Digitales, Gobierno Digital, Economía Digital, Ciberseguridad, e Innovación Tecnológica. Otro avance ha sido la Estrategia Nacional de Desarrollo 2023, dictada mediante la Ley No.1-12 en el año 2011. Esta ley propone realizar una reforma de la administración pública.
Para el desarrollo de la Estrategia Nacional de Desarrollo 2030, la República Dominicana buscó asesoría de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico tal y como lo hizo Costa Rica, para asegurar una reforma integral y recibir recomendaciones de la organización.
En el 2019, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico emitió un estudio de gobernanza pública denominado Hacia una Reforma Exitosa y Sostenible de la Administración Pública en República Dominicana”. En este estudio, se concluyó en que uno de los puntos más importantes que debía reformar la República Dominicana para alcanzar una transformación a través de la gobernanza, era reducir la fragmentación de la administración pública.
La fragmentación pública tiene un efecto significativo en la eficacia general de la administración pública, restringiendo su capacidad para tomar decisiones estratégicas y formular políticas públicas adecuadas. Específicamente, afecta negativamente la prestación de servicios públicos de excelencia. La República Dominicana, reconociendo este punto, como parte de la Estrategia Nacional de Desarrollo 2030, emprendió la reforma de la administración pública mencionada anteriormente.
Para concluir, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico estableció en su estudio, que la República Dominicana está utilizando el método de la teoría del cambio para cumplir con los objetivos de la Estrategia Nacional de Desarrollo 2030. Establecen que la teoría del cambio es un método para rastrear la forma en que una intervención (entendida como plan, programa, proyecto, etc.) o un conjunto de intervenciones conducirán a cambios específicos, basándose en un análisis causal basado en la evidencia disponible.
Mediante el uso de la teoría del cambio, un gobierno puede abordar de manera sistemática las diversas causas subyacentes de los desafíos a enfrentar, cómo se interrelacionan entre sí y, en consecuencia, determinar qué aspectos deben considerarse como prioridades.
Conclusión
En conclusión, la transformación a través de la gobernanza es un proceso esencial para el progreso político y social de una nación. En un mundo cada vez más interconectado y globalizado, los problemas y desafíos que enfrentamos son más complejos y requieren soluciones innovadoras y flexibles. Los gobiernos deben estar dispuestos a adaptarse y responder a las demandas cambiantes de la sociedad, y esto solo puede lograrse a través de un enfoque de gobernanza que fomente la transformación y el progreso. Es fundamental reconocer que el cambio político no puede ser impulsado únicamente por la voluntad de cambiar, sino que debe ser fundamentado en la identificación y abordaje de los aspectos que realmente requieren transformación.
Hago hincapié en la frase “cambiar lo que se debe cambiar”, pues en un mundo de cambios rápidos y constantes es necesario que las naciones en cuales aspectos presentan retrocesos, a los fines de identificar los puntos débiles y de mejora, a los fines de poder realizar los cambios de lugar y garantizar la seguridad social y política de una nación. No podemos simplemente cambiar por cambiar, sino que debemos enfocar nuestros esfuerzos en aquellos aspectos que realmente necesitan ser transformados para lograr un impacto positivo y sostenible en la sociedad.
Gobernar para transformar se vuelve un punto clave en este contexto. Este enfoque impulsa la innovación y la adaptación a los cambios globales, lo que resulta fundamental en un mundo en constante evolución. Al abrazar la transformación, la clase política tiene la oportunidad de promover el progreso, generar soluciones novedosas y enfrentar los desafíos que surgen en el panorama político y social.
Asimismo, una gobernanza estable permite fortalecer la participación ciudadana y la transparencia gubernamental. Al involucrar activamente a los ciudadanos en la toma de decisiones y en la formulación de políticas, se fomenta la confianza y se construye la legitimidad del gobierno. Esto contribuye a una sociedad más cohesionada, donde todos los individuos tienen la oportunidad de expresar sus preocupaciones y necesidades, y donde se trabaja en conjunto para superar las barreras que obstaculizan el desarrollo equitativo.
En mi opinión, la transformación a través de la gobernanza no solo es una necesidad, sino también una responsabilidad moral y ética del liderazgo político. Debemos aspirar a una gobernanza que no solo busque la eficiencia y la efectividad, sino que también priorice el bienestar de los ciudadanos y promueva la justicia social. Solo a través de un enfoque de gobernanza transformadora y participativa podemos avanzar hacia una sociedad más equitativa, inclusiva y sostenible, donde cada individuo tenga la oportunidad de prosperar y contribuir al desarrollo colectivo. Es un desafío que exige la colaboración de todos los actores políticos y sociales, y debemos estar dispuestos a enfrentarlo con determinación y compromiso.
POR WALNESY BORQUEZ
walnesyborquez@hotmail.com
