EL NUEVO DIARIO, ECUADOR.- El cantante ecuatoriano Diego Gallardo, conocido artísticamente como «Aire del Golfo», perdió la vida este martes a causa de una bala perdida durante los disturbios violentos registrados en la ciudad de Guayaquil, Ecuador, informaron personas cercanas al artista.
El lamentable suceso fue confirmado por Miguel Ángel Loor, destacado presentador deportivo y presidente de la Liga Profesional de Fútbol de Ecuador, quien indicó que Diego perdió la vida cuando se dirigía a recoger a su hijo al colegio.
“Falleció por una bala perdida Dieguito Gallardo. Estaba yendo a recoger a su hijo al colegio. Un joven de primera, músico, padre, esposo, hijo, hermano, nieto, todo de primera. Primo de mi esposa, mi primo. Que desgracia. Una familia destruida”, escribió en su cuenta de X.
De acuerdo al portal de periódico local Primicias, la bala habría llegado producto de un enfrentamiento en las calles, poco tiempo después de que se diera a conocer el ataque de hombres armados al canal TC Televisión, incidente que llevó al presidente entrante Daniel Noboa a declarar un “conflicto armado interno” en el país.
Diego Gallardo saltó a la fama hace cinco años debutando musicalmente como “Aire del Golfo” en 2019, con el lanzamiento de su álbum Dejar zumbar 1. Su camino hacia el estrellato comenzó con el lanzamiento del sencillo Mujer Pitahaya, el cual lo introdujo en la prominente escena musical de Guayaquil.
Conocido por su innovador estilo en el ritmo de sus canciones entre pop, reggae, blues, rock y otros géneros, el vocalista se posicionó como una figura destacada en la música de Ecuador, logrando la verificación como artista en Spotify.
Éxitos como «Sin Embargo» y «Pirámide» lo llevaron a la cima, inmortalizando sus versos en la red social X, donde solía ser activo. Su pérdida ha dejado un vacío irremplazable en la escena musical y en la vida de quienes lo conocieron.
La violencia en Guayaquil ha dejado hasta ahora un total de 10 muertos, incluyendo dos funcionarios policiales, marcando un trágico e inesperado final para el intérprete.
