Haití es una realidad que necesita ser ayudada y organizada para encaminarla al progreso. Es lo que conviene al vecino país; y lo mismo para la República Dominicana.
La aprobación de la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU para enviar una misión de ayuda a la policía haitiana es, primero que nada, un éxito de la diplomacia y de la insistencia del presidente Luis Abinader ante la comunidad internacional.
Sobre todo, lograr que China y Rusia cambiaran su poder de veto por abstenerse y facilitar la resolución, en un mundo fragmentado.
Ahora nos toca igualmente estar preparados para lo que viene en el vecino país. El presidente Abinader debe convocar a los expresidentes para cohesionar al país.