EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO.- A más de un año desde su último partido en las Grandes Ligas, un Miguel Sanó más esbelto de lo acostumbrado, muestra los pasos que lo han llevado a reflexionar y madurar en el contexto personal y en su camino en el béisbol.
“Cuando duré este tiempo fuera de béisbol, lo duré más para adquirir más experiencia, más madurez, porque sentí que mi carrera se podía perder si volvía y entraba así al juego”, expresó Sanó al hablar para El Nuevo Diario en el Estadio Tetelo Vargas de San Pedro de Macorís.
Sanó, quien actualmente se describe como un muchacho joven, pero con mucha madurez, recibió de frente el impacto de abrir los ojos a la realidad y encarar todas expectativas que se tejieron a su alrededor en el béisbol.
“Me ayudó ver unos videos míos en las redes, con las proyecciones que me tenían, un pelotero joven como yo, haciendo números, pero no tenía idea de las proyecciones que me tenían, ni de lo que podía hacer. Me senté a ver todo eso, las cosas negativas y positivas, y eso me ayudó a sentar cabeza”, explicó un reflexivo Sanó a William Aish.
“Aprendí muchas cosas en esta temporada muerta, me junté con muchas personas en Tampa Bay y aquí en la República Dominicana, y me ayudaron los nutricionistas y todo eso fue una combinación. La cantidad de agua que me tomaba, lo que me comía en la mañana, a la hora en la que comía y comencé a hacer todo eso y gracias a Dios logré trabajar eso al ritmo que me lo dictaron y logré el objetivo que era rebajar 48 libras”, sostiene Sanó, quien en su última campaña con los Mellizos, llegó a tener un peso de 272 libras.
“Tenía sobrepeso, todo eso me ayudo a concentrarme, a pensar y tratar de mejorar. Me enfoqué en trabajar y gracias a Dios lo he logrado porque se ve mucho la diferencia”, dice Sanó al rememorar el proceso que lo ha llevado al punto donde se encuentra en la actualidad.
El poderoso bateador, quien actualmente juega en el torneo de la Liga de Béisbol Profesional de la República Dominicana (Lidom), reveló que le propusieron que juegue defensa para las Estrellas Orientales, para evaluar sus condiciones en ese aspecto, con el objetivo firme de regresar a las Grandes Ligas, lo que completaría su plan en el deporte profesional.
“No he logrado firmar para Grandes Ligas, pero sé que en cualquier momento las oportunidades vuelven”, afirma el toletero, quien compiló 162 jonrones en sus ocho temporadas en MLB.
Sanó, quien recibió más de tres millones de dólares en su primer acuerdo profesional por parte de los Mellizos de Minnesota, entiende que no saber lidiar con la fama que llegó a él muy joven, pudo afectar su desarrollo.
“No es fácil para nosotros los dominicanos jóvenes, adquirir tanta fama en poco tiempo”, sostuvo.
Un hombre familiar
Sanó, quien estuvo fuera de juego debido a que le nació una bebé, reveló que cuenta con una gran familia, de la cual se siente orgulloso y contento.
“Le doy las gracias a Dios por la oportunidad de estar con vida, de tener a mis hijos y volver al terreno de juego”.
