EL NUEVO DIARIO, ROMA.- El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, anunció que en breve los médicos de familia podrán realizar la prueba de coronavirus a sus pacientes, algo que ayudará a descongestionar los centros médicos donde se realizan actualmente y que tienen esperas de hasta ocho horas.
«Un importante grupo de médicos de familia declaró que están disponibles para realizar las pruebas, y el comisario extraordinario, Domenico Arcuri, está concluyendo la licitación de 5 millones de pruebas rápidas que se pondrán a su disposición», anunció Conte.
Con el inicio de los colegios, se ha multiplicado la necesidad de realizar las pruebas, ya que los pediatras exigen a las familias que se realice el test para detectar el coronavirus a los niños para certificar su regreso a las clases tras 5 días de ausencia.
Esto está provocando que en los varios centros distribuidos por todo el país, los llamados «drive in» a los que se accede en el coche, se formen filas de hasta ocho horas para poder realizarlos.
Además del aumento de las pruebas -este miércoles se alcanzó el récord de los 120.000 test en 24 horas- se retrasa también la entrega de los resultados hasta los cinco o seis días debido a que los laboratorios están saturados.
En la región del Lacio, donde se encuentra la capital Roma, se estima que la demanda de pruebas duplica la oferta y de hecho este miércoles el concejal de Sanidad, Alessio D’Amato, dijo que está trabajando para doblarlas.
Otra región en crisis con las pruebas es Campania, donde a pesar de que tiene el mayor número de casos en estos días este miércoles sólo se realizaron 7.500 test y se prevén tiempos de 10 o incluso 15 días para obtener una respuesta, explico hoy el diario «La Repúbblica».
En el Lacio por el momento se ha permitido a laboratorios privados realizar sólo las pruebas antigénicas, es decir, las rápidas, al precio controlado de 22 euros y ha elegido 34 centros que ya están teniendo problemas.
TEST DE SALIVA EN LOS COLEGIOS
Por otra parte, en el Lacio comenzaron hace un par de días las pruebas de saliva en los colegios con un primer grupo de 23 niños en un colegio de primera infancia en Fiumicino y que continuarán en varios colegios de la región y de la capital para localizar los posibles positivos.
La prueba consiste en que los niños mastican un pequeño trozo de tela durante tres o cuatro minutos. Tienen que estar los treinta minutos antes sin beber, comer y cepillarse los dientes y la prueba llega algunas horas después.
