Que varias decenas de miles de ciudadanos se movilizaran el domingo en respaldo a la parada convocada por Marcha Verde, en las inmediaciones del Palacio Nacional, constituye una señal esperanzadora para quienes aspiran a que en el país se le ponga un stop a las prácticas corruptas y al reinado de impunidad que las protege.
El planteamiento es hecho hoy por Nelson Marte, comunicador y dirigente político, quien percibe que la masiva presencia del mitin del domingo envía una nueva señal, clara y fuerte, de que el manto de impunidad que los protege, y los grandes hechos de corrupción que han escandalizado a la sociedad dominicana, coronados con la enorme estafa de Odebrecht, deben generar consecuencias ejemplarizadoras.
Marte resalta que la convocatoria fue exitosa porque logró una buena asistencia conforme muestran fotografías y videos y fotos que circulan en las redes, y gráficas de periódicos pese a que varios factores pudieron restarle asistencia.
El primer factor fue que la convocatoria se hizo sin que se produjeran los ejercicios de calentamiento que debieron conectarse con la última gran marcha, que se produjo hace más de 6 meses, el 16 de julio del años pasado, y que concuyera en el Centro de los Héroes, La Feria.
Un segundo factor que pudo menguar la asistencia tuvo que ver con las fuertes lluvias caídas sobre todo en la zona del Cibao, durante casi toda la semana, y el mismo domingo.
El anuncio de que la demostración del domingo se haría “frente al Palacio”, indudablemente restó asistentes que, independientemente de la justeza de los reclamos y de su fidelidad a #MarchaVerde, tuvieron temor de que una desafiante cercanía con la casa de gobierno diera lugar a enfrentamientos violentos entre militantes y la policía o la guardia.
Ese aspecto deja la lección de que lo importante de las actividades de #MarchaVerde no es cuan desafiantes del gobiernio puedan ser sino el ambiente alegre y despejado de posibles amenazas que inspire a la gente a demostrar junto a sus familias con el enfoque tranquilo con que discurrieron las grandes concentraciones de masas del pasado.
Algo a lo que algunos no le darían importancia es el hecho de que como pudo observarse en los largos entaponamientos del tránsito que se produjeron ayer en las principales entradas al Gran Santo Domingo es que el domingo de la convocatoria cayó en mitad del largo feriado por el Día de Duarte, lo que produjo grandes desplazamientos de criollos, incluso muchos simpatizantes de Marcha Verde, hacia el interior.
Lo de calentamientos previo a grandes convocatorias futuras, ya parecen advertirlo los oganizadores del movimiento social, quienes plantean que próximas convocatorias grandes serán antecedidas de calentamiento previo con actividades de aproximación sucesiva que vayan de lo particular a lo general.
En cuanto al discurso con que celebraron el primer año de actividad, es oportuna la decisión de Marcha Verde de dedicarlo a demandar la reforma del sistena de justicia que se encuentra hoy tan desacreditado.
La guerra a muerte que libran contra #MarchaVerde personajes desde ciertos litorales, contra un movimiento que sólo demanda profilaxis social, será tan inútil como los argumentos de quienes desde posiciones extremas formulan propuestas de un radicalismo que pudiera aislar de las grandes masas y de la sociedad civil a ese exitoso movimiento social.