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23 de diciembre 2025
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OpiniónRafael Emilio Bello DiazRafael Emilio Bello Diaz

Malaria y paludismo: Dos nombres, una enfermedad

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Un total de 5,521 casos sospechosos de malaria ha captado el Ministerio de Salud Pública en lo que va de año, dentro de la búsqueda activa que realiza especialmente en comunidades migrantes y asentamientos agrícolas, mientras que ha confirmado 87 casos como positivos.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la malaria o paludismo provoca anualmente entre 350 y 500 millones de casos clínicos y más de un millón de defunciones. Sin embargo, algunos especialistas consideran que estas cifras apenas si reflejan el inmenso agobio que a causa de esta enfermedad sufre la humanidad. La cuantificación del número global de casos clínicos resulta muy difícil porque la mayoría de los países endémicos enfrenta dificultades con sus estadísticas sanitarias, en muchas zonas endémicas la población no tiene acceso al diagnóstico parasitológico, los residentes en zonas de transmisión muestran parasitemia en cualquier momento y los párvulos suelen padecer anualmente hasta nueve o más episodios febriles.

Además y no menos importante, porque las cifras relativas a morbilidad y mortalidad atribuidas directamente a paludismo desconocen otras consecuencias de la enfermedad como son: la anemia crónica, la deficiencia de peso al nacer, la mayor vulnerabilidad a las enfermedades de la niñez, la mortalidad peri-natal, el retraso en el desarrollo, la sub-nutrición y las secuelas neurológicas y cognitivas provocadas por el paludismo.

Las dificultades relacionadas con el diagnóstico del paludismo no son exclusivas de los países pobres y con transmisión de la enfermedad, hoy por hoy, dados los desplazamientos humanos entre regiones endémicas y no endémicas, los países desarrollados también confrontan equívocos con el diagnóstico y atención de los pacientes palúdicos, infectados allende los mares.

Kain refiere que, en Canadá, más de 50% de los casos de malaria importada no suscitó sospecha de malaria durante la primera visita al centro de salud y 16% requirió de al menos tres visitas médicas, antes que se ordenara el examen de un frotis de sangre.

En la Terminología del Paludismo de la OMS, bajo el título: “Las voces paludismo y malaria”, leemos: “los nombres de uso general en las publicaciones científicas para designar el estado de infección o de enfermedad que provocan en el hombre los parásitos del género Plasmodium son en la actualidad dos: malaria en un grupo de idiomas como el inglés, el alemán, el italiano y el ruso, y “paludismo” o “paludisme” en español y francés respectivamente.

El nombre de malaria fue dado en Italia en 1847 por Torti, porque se creía que era causada por el “aire malo” (en italiano, mal aria) o “miasmas” que se desprendían de las aguas estancadas y de los terrenos pantanosos; y el de paludismo o fiebres palúdicas, porque las fiebres predominaban entre los pobladores de las zonas cercanas a pantanos, cuyo nombre en italiano es “palude” y en latín “palus”. El nombre de fiebres veraniegas se debe a que en Panamá eran más frecuentes y se generalizaban a la terminación de la estación lluviosa y al principio de la sequía. El hematozoario responsable de la enfermedad fue descrito por primera vez por el medico francés Laveran en Argelia en 1880 y corroborado en forma experimental en la India por el novelista, matemático y médico colonial inglés Ronald Ross, pues observó en 1895 la transmisión del paludismo por mosquitos del género Anopheles.

El paludismo es una infección causada por parásitos del género Plasmodium, que se transmite de manera natural a través de la picadura del mosquito Anopheles. La transmisión del paludismo de una persona a otra se lleva a cabo a través de la picadura de mosquitos hembras del género Anopheles y se infectan al alimentarse de sangre que contiene las formas sexuales del parásito de una persona enferma.

Paludismo importado por inmigrantes: Después de un período de incubación que oscila entre 7-30 días se inicia la clínica al invadir los merozoitos provenientes del hígado los eritrocitos. La clínica consiste en cefalea, malestar general, mialgias, escalofríos e intensa sensación de frío. Posteriormente, aparecen agujas febriles con rubefacción facial (período febril). El período de lisis se caracteriza por gran sudación, abatimiento, somnolencia y descenso de la temperatura.

Para el paciente inmigrante será también importante saber el país deorigen, el tiempo transcurrido desde la inmigración, la existencia de episodios previos de paludismo y tener en cuenta que la clínica, si existe cierto grado de inmunidad, puede presentarse de forma más larvada. Los signos y síntomas generales de enfermedad se presentan en el paludismo, o malaria, no complicada con una frecuencia similar a como se presentan en la malaria complicada.

Entre estos signos y síntomas están la fiebre, el escalofrío y la sudoración; otros hallazgos con frecuencia variable son la cefalea, el dolor osteomuscular generalizado, la tos, el vómito y la diarrea. Los signos de peligro son hallazgos clínicos o parasitológicos indicadores de gravedad o que tienen utilidad pronóstica de complicación o muerte. Los signos clínicos de peligro se establecen con el examen físico del paciente.

Los signos parasitológicos pueden ser detectados fácilmente por el microscopista en el examen de gota gruesa. Estos signos, llamados también signos de alerta, indican que el paciente evoluciona hacia enfermedad grave. El tiempo que transcurre entre la aparición de estos signos y la complicación es incierto y, por ello, la presencia de cualquier signo de peligro indica la necesidad de atención médica inmediata.

El autor es medico especialista en medicina interna, cuidados intensivos y urgencias, y salud pública. Docente de la Universidad Católica Santo Domingo UCSD.

Por: Rafael Emilio Bello Díaz.

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