EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO.- A través de los años, las expresiones de artes se han diversificado para dar paso a un amplio abanico de manifestaciones artísticas que sirven de voces silentes para sus creadores, y en el caso de los tatuajes y la tinta, una de las expresiones más antiguas, se adecua como una seña de identidad para quien la luce o con quien la crea.
Años atrás, el número de personas que visiblemente portaban este arte en su cuerpo eran señalados, criticados, e inclusive considerados no dignos en una sociedad donde impera el conservadurismo, sin embargo, es innegable el auge que han tenido los tatuajes en la actualidad.
Desde los más creativos hasta los más tradicionalistas, muchos han optado por marcar sus pieles y llenarlas de historias, de recuerdos y de sentimientos, dando paso a una practica que cada día se posiciona más.

Como un arte, así define David Díaz los tatuajes que llegaron a su vida de manera fortuita, donde luego de varios años insertado en el mundo “laboral” que tradicionalmente conocemos, dio paso a su arte en un pequeño cuarto donde las ilusiones y la pasión imperaban y era el sello principal de todas sus creaciones.
A pesar de que admite que en ocasiones los ojos juzgones de personas, que en sus historias no existen los tatuajes como cultura, cuestionan este “arte” y los dedos de quienes señalan este oficio se han posado sobre él, deivitattooartist, como se le conoce en el gremio de tatuadores en el país, reconoce que la sociedad dominicana ha evolucionado y ha aceptado el tema.
Para muestra de esto, uno de los momentos que recuerda con gran satisfacción y atesora, fue el trabajo que le realizó a una mujer de más de 60 años quien había sufrido quemaduras en su juventud, y a quien le tatuó dos rosas para cubrir sus cicatrices.

Ella, que con una sonrisa admiró el dibujo que le cubrían marcas de un mal recuerdo, es un ejemplo del terreno que ha ganado este tipo de expresión artística en el país, y se desliga de la frase de Leonard Huxsley que reza “cada generación piensa que puede ser más inteligente que la anterior”, adaptándose a tiempos que “son de ella”.
Tanto es el estigma que existe alrededor del tema, que entre risas también recuerda las expresiones de asombro de sus clientes cuando llegan a su estudio, y se topan con un tatuador que irónicamente tiene pocos tatuajes.
Aunque quizás nunca se imaginó que este sería su modo de vida, Díaz reconoce que los dibujos y el arte siempre formaron parte de si desde temprana edad, pero ¿un tatuador deber ser buen dibujante para ser bueno?

Díaz admite que no, que un tatuador puede calcar, pero también puede optar por sus propias creaciones y ahí es donde entra la formación, la investigación y los estudios.
Y para ello, Deivi siempre ha tenido algo bastante claro, el respeto al arte que lo ha llevado incluso a declinar algunos clientes con ideas que no se siente cómodo.
Y esta es razón por la que en sus trabajos siempre resaltan los detalles bien cuidados con su marcado estilo, que, en sus palabras, se inspiran en el “realismo y el surrealismo”.
COMO UN RITUAL
Algunos profesionales describen el momento de creación de un nuevo proyecto con sus clientes como una especie de ritual.
Para David Díaz la creación de un tatuaje también es como ritual que inicia con una lluvia de ideas, luego pasa al diseño y por último el tatuaje donde queda plasmado su arte, él le ha mostrado respeto a este oficio que eligió como modo de vida.
FIGURAS QUE MUESTRAN SUS TATUAJES
El tatuaje ha vivido un crecimiento exponencial en la última década. Las redes sociales y su popularidad entre deportistas, actores de élite y grandes figuras de la música lo han convertido en un fenómeno global.

Sabrina Gómez, Pamela Sued, Issac “Panky” Saviñón, Karina Laraurri, Nashla Bogaert son algunos de los nombres de estrellas y luminarias dominicanas que se inclinan a este arte y muestra sin disimulo sus diseños.

En el caso de Sued, se ha calificado como una ávida fanática de los tatuajes, y recientemente reveló que hasta la fecha tiene 23 diseños que adornar su piel.





