EL NUEVO DIARIO, HOLANDA.- Los reyes de Holanda, Guillermo y Máxima, recibieron hoy al presidente de Argentina, Mauricio Macri, y a su esposa, Juliana Awada, en una recepción para dar comienzo a las actividades oficiales que buscan promover las relaciones bilaterales.
La pareja argentina, instalada en el Palacio Real de Ámsterdam, se trasladó en torno a las 10.00 hora local (08.00 GMT) a la cercana plaza Dam, donde les esperaban los monarcas y donde se interpretaron los himnos de Argentina y de Países Bajos.
Posteriormente, el rey Guillermo y el presidente Macri pasaron revista a la guardia de honor y saludaron a las banderas de ambos países inclinando la cabeza, después mantuvieron un minuto de silencio y depositaron una corona de flores en recuerdo de los caídos en el Monumento Nacional situado en la misma plaza.
Al acto de recepción acudieron tanto autoridades holandesas como argentinas, incluidos varios ministros, que acompañan al presidente en esta visita de Estado.
Macri, que llegó el pasado sábado a Holanda para disfrutar de dos días de visita privada antes de comenzar sus encuentros oficiales, tiene un programa repleto de actividades centradas en promover el comercio y la cooperación económica entre ambos países.
Hoy se celebra un foro comercial argentino-holandés, que cuenta con la presencia de numerosos empresarios de ambos países y al que también acudirán Macri, Awada y los monarcas neerlandeses, cerca de las 15.00 hora local (13.00 GMT).
En un análisis de esta visita de Estado, algunos diarios holandeses, como Volkskrant, señalan que Macri encontró en "su compatriota Máxima un aliado ideal" para ayudar a abrir las puertas a las empresas argentinas en Holanda.
La visita oficial durará dos días, e incluirá una reunión mañana, martes, con el primer ministro holandés, Mark Rutte, y visitas al puerto de Rotterdam y a la sede de la Corte Penal Internacional (CPI) en La Haya.
Durante los actos celebrados esta mañana en la plaza Dam de Amsterdam, un pequeño grupo de unas veinte personas se manifestó contra la visita de Macri, con carteles que le acusaban de "violar los derechos humanos", mientras que frente a ellos otro grupo de ciudadanos argentinos se concentró a favor de la visita y esperó entre aplausos la llegada al acto del presidente y su esposa.
