Andan por todas partes y roban a cualquier hora del día, no importa el lugar o circunstancia.
Roban drogas, roban dólares, euros y pesos dominicanos.
Asaltan y atracan y andan uniformados, armados y montados en vehículos.
Son un peligro público porque se confunden entre los buenos, camuflándose con los honestos y honrados.
Adicional a lo que roban, tienen un ingreso extra, un sueldo que reciben para hacer el papel de bueno frente a los malos, y terminan siendo peores que éstos.
Su uniforme es gris y se hacen llamar policía, pero no son tales, sino que se cuelan en la fila para cometer sus delitos con mayor comodidad.
Por suerte casi siempre cometen torpezas en sus robos facilitando que sean atrapados, como aquellos que asaltaron a la viajera en las inmediaciones del peaje de la avenida Las Américas olvidando que cámaras de videos grababan todo.
Los 17 mil dólares (RD$765,000) que le quitaron a un expelotero en Santiago, fue el último robo estúpido registrado por mentes deficientes que por imbéciles pensaron que la víctima jamás iba a denunciar a gente tan fácilmente ubicable, con uniforme, rostro y una placa.
Y no abundemos sobre el sonado caso Dican, porque todo el mundo sabe lo que pasó con la droga robada.
Los ladrones tienen uniforme.
POR: LUIS BRITO




