El mundo que vivimos en el siglo 21 presenta cambios radicales, aunque arrastra emblemas del 20. Los patrones de la guerra fría pueden lucir anticuados, pero todavía están vigentes. Se han hecho transformaciones en torno a los mismos, pero nadie superó la brecha entre naciones pobres y países ricos.
Sigue siendo una meta inalcanzable establecer un régimen de derecho, donde se respete a todos los seres humanos. Hay discriminación racial en los Estados Unidos, y en Europa, la mayoría de sus poderosas naciones tienen relaciones neo-coloniales en África y Asia.
La explotación del hombre por el hombre tiene nuevas caras y empresas emergentes en el siglo 21, pero sus resultados son iguales. Hay más hambreados que seres que disfruten de alegría, con satisfacción de sus necesidades mas prioritarias.
La lucha por el poder es descarnada en cualquier país del mundo, incluyendo a la República Dominicana. En la búsqueda de áreas de mando no hay amigos ni enemigos, sino compañeros circunstanciales de ruta. La verdad en muchas ocasiones tiene la fuerza que puede dimanar de la capacidad económica de pagar publicidad, relaciones públicas y creación de imagen.
Constantemente se publica en medios especializados y es cierre de aplausos en seminarios, la frase lapidaria de Don Benito Juárez, pero pocos la respetan. «Entre los individuos, como entre las Naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz». Juarez la enunció el 15 de julio de 1867, en un manifiesto expedido poco después de entrar triunfante en la Ciudad de México, tras la derrota y fusilamiento de Maximiliano I de México de Habsburgo y el derrocamiento del Segundo Imperio Mexicano.
Con los chinos llegaron las reformas, para imponer un capitalismo de Estado. De limpiador de letrinas en un prisión política Deng Xiao Ping pasó a ser el gran timonel de las reformas políticas, sociales y económicas de la nueva China China, para dar sepultura a las viejas ideas de Mao Tse-Tung.
China es hoy una potencia económica, que busca convertirse en la primera del mundo, y ya tiene en los libros de los recuerdos el slogan del forjador de la revolución roja de que el poder nace del cañón de los fusiles. China sigue descansando en los fusiles, pero sin exportar su revolución, sino ganando socios para su expansión global. El mundo cambia y los dominicanos estáticos y sin rumbo. ¡Ay!, se me acabó la tinta.
Por Manuel Hernández Villeta