La política es accionarán ciencia y a la vez un arte que valdría la pena cultivar y si se le puede considerar así, cuando es puesta en práctica para el bienestar humano, pero si no es así, no sería ni arte ni ciencia, y sería mejor llamarla politiquería. Por el contrario, si se abusa del poder y se siembran tantas injusticias, abusando de la brutalidad de aquel, no merece considerarla ni ciencia ni arte. ¿Vale la pena ser político para sembrar cizañas con las insoportables grandes desigualdades que hoy padece gran parte de la humanidad, con el hambre, la desigualdad y las enfermedades? Creemos que no; pues, partidos que hoy representan los intereses del gran capital son los que gobiernan, en casi todos los países del mundo, sembrando esas malas hierbas y así no podemos cosechar la mies la grandes mayorías de los seres humanos que habitamos, mientras una minoría vive en el derroche y amenazando con sus acciones la existencia de la vida y los ecosistemas del planeta. Entonces, la mejor opción que se debe asumir no es entrar en los partidos que defienden el modelo neoliberal, si no crear un corriente de opinión que sirva de norte para orientar bien a los jóvenes, a las mujeres y sobre todo a las clases populares, para luchar contra ese orden neoliberal establecido, sin aquelarres con los partidos que lo defienden.
El gobierno dominicano, el partido de gobierno y los demás partidos mayoritarios responden a esas clases de partidos políticos defienden el neoliberalismo o no lo enfrentan, pero también muchos partidos pequeños o entelequias. Ayer apareció en el Diario Libre digital el siguiente aforismo o apotegma del presidente dominicano: “La democracia se consolidó”. Tal vez en política el señor presidente es muy hábil en la elaboración rápida de un discurso, quizás previniendo los pronunciamientos de los sujetos opositores que usan mucho el raciocinio, aunque sean una minoría muy ínfima, primero que él con una opinión contraria a esa, pero al parecer el presidente da esas declaraciones para que por pavor no se atrevan a decirlo después de lo que el presidente ha dicho. Esto último, parece tener lógica, sobre todo con la ley que se aprobó recientemente y que fue cuestionada por diversos sectores, porque la misma podría coartar la libertad de expresión y difusión del pensamiento. Entonces, cabe preguntar: ¿Cuál democracia? Muy atinado es el corto artículo en la columna Pancarta (legado heredado de su padre que los tres hermanos Pérez Vargas: Juan Miguel, Amaury y Amín han querido rescatar) en el que dan a entender los autores que es “democracia” sin gente, es decir, sin pueblo.
En la Antigua Grecia, en lo que desde aquel entonces se conoce como la ciudad de Atenas tuvo su origen y por la manera en que se practicaba una forma de gobierno que se denominó democracia, en la que todos los ciudadanos participaban en las deliberaciones de asuntos importantes, para decidir sobre acciones de asuntos importantes; esas deliberaciones y las decisiones emanadas de ellas se realizaban en espacio abierto. Ese es el origen de la palabra democracia. Ahora bien, a la participación en tales deliberaciones y decisiones tenía acceso una minoría, porque la carta de ciudadanía sólo la tenía una minoría, ya que ni los esclavos ni los metecos eran considerados ciudadanos, los esclavos por estar privados de libertad y los metecos eran hombres libres pero habían sido esclavos por guerra o por deudas. A mi entender, sólo los hombres tenían derecho a deliberar y de ciudadanía, pero no las mujeres; a legisladores como a Solón se le olvidó que las mujeres eran seres pensantes como los hombres, pero ese fue el estado conciencia social de aquella época, lo que se extendió hasta los inicios del siglo XX en todo el planeta, con la excepción del territorio colonial de Nueva Zelanda que le dio participación a las mujeres en el derecho al voto.
Los tres hijos del Bacho serán uno de los pocos ejemplos de los que se atrevan a contradecir al presidente, aunque pueden aparecer otros. El PRM, ya lo hemos dicho en artículos anteriores es un partido que es el más fiel representante de los intereses del gran capital; a ese grupo o fracción de la clase burguesa lo que le interesa es el poder para agotar todas las fuentes de los recursos naturales para extraer riquezas, sin importarle en lo más mínimos el futuro para las generaciones de relevo de la población dominicana.
Con lo de que “La democracia se consolidó” lo que se busca es tapar lo del gran abstencionismo que hubo en las recién pasadas elecciones municipales en la República Dominicana, el por ciento de ciudadanos que votó por los candidatos ganadores es muy mínimo, en el caso de Santiago no llega ni al 19 %. Sean cuales sean las causas son muy bajas las cifras; la representatividad es muy pobre. Es entendible que la participación fuera tan baja, debido a que las diferencias por intereses particulares y resentimientos entre los líderes del Partido de la Liberación Dominicana y los del partido Fuerza del Pueblo, al no llegar a un acuerdo de acudir lo más unidos posible a las elecciones municipales y hacer un pronunciamiento público, provocó un gran abstencionismo.
Todo parece indicar que en entre los más altos dirigentes del PLD hubo varios dirigentes, pero que se cuentan con los dedos de una mano y sobran, al parecer entre ellos Danilo Medina, que mostraron renuencia a la realización de un pronunciamiento de unidad con la Fuerza del Pueblo. Esto se parece un poco a los planteamientos del padre del psicoanálisis, Sigmund Freud, ya que según él existe en el ser humano una energía negativa que degenera en violencia, la cual según la teoría freudiana es inherente a la especie humana y es independiente de las relaciones afectivas y de las relaciones de propiedad. Dicha energía aumenta según nos acercamos a la muerte y se convierte en energía de autodestrucción. Esto último puede conducir a los suicidios o a los homicidios. ¿Por qué Danilo actuaría de ese modo? No lo sabemos, pero de ser así, no parece de un gran político actuar de ese modo.
Ahora bien, los grandes males que padece el pueblo dominicano no tienen soluciones en las actuales circunstancias con los certámenes electorales que se celebran cada cuatro años en este país, porque no es verdad que se elige libremente, ya que para ser candidato hay que tener dinero y enfrentarse a los adversarios utilizando mucho los medios de difusión para que la gente lo vea pronunciarse y las propagandas publicitarias en las calles, pero además, en estas últimas elecciones parecía que las mesas electorales estaban militarizadas. En un solo recinto de votación vimos diez policías. El uso de recursos por la JCE y por el partido de gobierno es exageradamente grande.
Bosch decía que en política hay cosas que se ven y cosas que no se ven, y que a veces las que no se ven son más importantes que se ven. En la página 133 de una antología de José Martí, editada por la Real Academia Española de la Lengua y la Asociación de Academias de Lengua Española, publicada en el 2021, se lee de la autoría de Martí lo siguiente: …Lo real es lo que importa, no lo aparente. En la política lo real es lo que no se ve… Todo parece indicar que Bosch no era muy dado a citar mucho los autores. En una ocasión, Roberto Cassá cuando le dije que Bosch decía que en política hay cosas que se ven y cosas que no se ven y a veces las que no se ven son más importantes, él me dijo que eso quien lo había dicho era José Martí y que Bosch no solía citaba fuentes. Esa conclusión se puede sacar de la actual coyuntura: De que hay cosas que no se ven, porque no creemos que el gobierno de Abinader pueda tener mucha legitimidad y esperamos que va a gobernar con medidas que afectarán mucho a los sectores populares, más de lo que ya han sido afectados. Naturalmente, el parque vehicular se mantendrá porque Abinader como representante del gran capital, el grupo o fracción con más conciencia de clase para sí de la clase burguesa, porque Abinader no limitará la libertad de comercio; no habrá regulaciones de precios, en consecuencia, la inflación seguirá creciendo y no habrá indexación de los salarios, porque ya el propio presidente anunció que no habrá indexación para este año. Tampoco Abinader va a confiscar dinero depositado en paraísos fiscales.
Por otra parte, seguirán depredando y esquilmando los recursos naturales como escribiéramos más arriba, continuará con el modelo basado en el crecimiento de los servicios y con la ruina de la agropecuaria y la industria local. Eso es lo que la franja de la juventud que apoya al PRM y a Abinader no ve, y si no lo ve es porque es lo esencial (lo real para Martí, el noúmeno o la “cosa en si” de Enmanuel Kant), es su mala política, lo que ven esos jóvenes es que él está gobernando y se toma muchas fotos sonriendo, pero Abinader sabe que él no quiere gobernar si no es para defender a un grupo privilegiado que él representa, pero eso no pasa por las mentes de esos jóvenes. El Abinader si sabe el sentido mentado que él le imprime a su acción, como actor político, y ese sentido mentado o subjetivo (de acuerdo a Weber) pasa por su mente y es la intención que tiene con su acción cuando va a realizarla.
Los jóvenes, especialmente los que otrora se integraron a Marcha Verde, deben dejarse orientar por personas que trascienden sus edades. Deben prestar atención a la gerontocracia política que no coincide en términos axiológicos con Abinader, el PRM y los demás partidos neoliberales. Esos no deben llevarse de las inversiones gubernamentales que hacen con préstamos o con bonos que se convierten en deuda pública; las expectativas con Abinader son las que desaparezcan todas las áreas públicas, las que todo lo que sea propiedad pública desaparezca y cada vez menos tolerancias de libertades. Hasta donde creemos es el primer presidente que no viene estamentos militares que se ha vestido de militar; todo parece que el despliegue militar y la construcción del muro lejos de ser una solución a la inmigración de haitianos nuestro país se convierten el primero en campana mediática de exhibición de poder e inversiones para favorecer a sectores empresariales.
Por Francisco Rafael Guzmán F.
