Ser republicano y haber votado contra Donald Trump, de pronto, parece no ser tan inconveniente como se esperaba. Especialmente en este momento de euforia casi irracional que nos acompañará desde el 5 de noviembre y hasta el 20 de enero. Este corto periodo de tiempo es propicio para recrear algo que se le puede ocurrir a cualquier mente soñadora, ya sea que resultó ganador y corresponsable de los mas de 300 votos electorales que acumuló su candidato; o que, como es mi caso, haya sucumbido ante este resultado, tan insólito y a la vez tan fácilmente explicable.
En estos 75 días se escucharán los planteamientos mas absurdos, de parte de los “ganadores”, especialmente los dominicanos que creyeron que haber votado por el cacique Trump tendría su recompensa, porque pudiera ser que recibamos otro cheque de parte de la administración futura de Trump y cierta ayuda para sacar los haitianos de Santo Domingo, además de la deportación de todos los inmigrantes ilegales que llegaron por la “vuelta de México”. Porque eso fue lo que vendieron, o ciertos dominicanos creyeron entender.
Como estoy seguro que se oirán grandes disparates, yo quiero repetir uno que leí en algún periódico digital y que me parece, a mi en particular, que es una idea genial, producto de una mente superior y definitivamente futurista. Lo que someto a consideración es lo siguiente:
1. Que Biden renuncie a la presidencia para que Kamala Harris se encargue de la transferencia del poder.
2. Esto tiene un doble propósito: por un lado evitamos que esos dos viejos, Biden y Trump, se vean cara a cara en ese momento tan solemne, y por otro lado, eso le daría vigencia al activo mas importante y probablemente el único de que disponen los demócratas para las elecciones próximas.
3. Esta es la oportunidad que el presidente Biden necesita para acallar esas voces irresponsables -como la de Nancy Pelosi- que lo acusan injustamente de ser el culpable de la derrota de Harris, cuando todos sabemos que las culpas son de todo el partido y no solo del Presidente.
4. Recuerden lo que sucedió con doña Ruth Bider Ginsberg, esa leyenda humana que, si ella hubiera renunciado cuando empezaron sus achaques finales, el presidente Obama habría podido reemplazarla en la Suprema Corte por otra persona, generando un balance mas equilibrado entre los jueces liberales y conservadores. 5 a 4 es mucho mejor que el 6 a 3 que existe hoy.
5. Creo que eso nunca se lo plantearon a doña Ruth, porque de seguro lo habría aceptado. Lo mas que hubiera exigido era que su reemplazo fuera otra mujer. Por eso propongo el reemplazo de Biden por Harris, por el futuro de USA.
6. Pero además, que una dama le transfiera el poder a ese “macho man” que es Donald Trump, puede que hasta lo humanice un poco.
Pienso que esta propuesta es una genialidad de alguien que yo no conozco, pero igual la hago mía porque creo vale la pena.
¡Vivimos, seguiremos disparando!
Por Rolando Robles