ENVÍA TUS DENUNCIAS 829-917-7231 / 809-866-3480
23 de diciembre 2025
logo
OpiniónJosé Peña SantanaJosé Peña Santana

Leonel Fernández y Fuerza del Pueblo, auténticos intérpretes de su pueblo

COMPARTIR:

El día después de la gran marcha, es cuando se enfría el asfalto y se calienta la interpretación política, la marcha convocada por la Fuerza del Pueblo no fue un episodio más del calendario opositor, sino una demostración contundente de que, el malestar social ha encontrado voz organizada y liderazgo visible.

En el día de ayer, miles de dominicanos salieron a las calles empujados por una realidad más que justificada, se trata del insoportable encarecimiento de la vida, la fragilidad de los servicios públicos, la inseguridad ciudadana, la sensación de que el ciudadano común ha dejado de ser prioridad. Pero lo determinante de esta jornada no fue sólo la multitud, sino quién logró interpretarla y alzar su voz.

La Fuerza del Pueblo convocó y logró conectar. Y en política, la diferencia entre llamar y movilizar se llama credibilidad. La población no acude masivamente cuando no se siente representada. Solo acude cuando reconoce en una organización y en un liderazgo la posibilidad real de ser escuchada y, sobre todo, de ser defendida. Eso es lo que ocurrió ayer.

El liderazgo de Leonel Fernández fue decisivo como referencia política concreta en un momento de agotamiento colectivo. Fernández no apareció como espectador, sino como conductor de una causa social. Ya que todos sabemos que su figura encarna la expectativa, de que el país puede ser gobernado de otra manera, con mayor racionalidad, planificación y sensibilidad hacia los sectores más empobrecidos.

La Fuerza del Pueblo y Leonel Fernández no observaron desde lejos, caminaron al lado. Ahí se marchó por la supervivencia cotidiana. Por la canasta básica que no se detiene. Por los salarios que no crecen al ritmo de los precios. Por comunidades que siguen esperando agua, seguridad e inversión social. Por productores que han visto promesas convertirse en silencio. Y frente a ese cúmulo de frustraciones, se explica por qué esta marcha tuvo un contenido distinto al de tantas otras. No fue una puesta en escena, fue una identificación. No fue propaganda, fue identificación emocional y política. Cuando un liderazgo logra eso, deja de ser alternativa abstracta y comienza a convertirse en opción real de poder.

Esta jornada no fue concebida como acto electoral, pero sí como acto político en el sentido más amplio de la palabra. Acompañar al pueblo en su reclamo por mejores condiciones de vida, sin dudas que fortalece el liderazgo de Fernández y posiciona a Fuerza del Pueblo como la principal fuerza de oposición organizada en el país.

Este hecho mira al escenario de cara al 2028. No por simple entusiasmo, sino por lógica política. Cuando una organización demuestra capacidad de convocatoria, estructura territorial, conexión emocional y liderazgo, deja de ser promesa y se convierte en competidor real. La masa que salió ayer no fue importada, vino sola. Y eso es un dato político de primera magnitud.

Con esta marcha, hay algo que ha quedado establecido, el pueblo ya decidió que no quiere seguir igual. Y ha decidido también quiénes hoy interpretan mejor su sentir. 2025 cierra así, no con fuegos artificiales, sino con un nuevo equilibrio político.

El pueblo habló! ¡Y esta vez, no habló al vacío!


Por: José Peña Santana.

Comenta