ENVÍA TUS DENUNCIAS 829-917-7231 / 809-866-3480
23 de diciembre 2025
logo
OpiniónLEONARDO CABRERA DÍAZLEONARDO CABRERA DÍAZ

Las mil y una promesas: No hay suerte

COMPARTIR:

Para algunos de los que me honran leyendo mis escritos, es posible que les resulte ser impertinente por lo mucho que “fuño la paciencia”, al referirme tanto, a mi natal San Cristóbal.

Y posiblemente tengan la razón, y ciertamente, mi “fuñir” sea mucho.

Posiblemente también a quienes hoy resulta desagradable y molesta mi forma de enfocar la realidad de San Cristóbal, sean los mismos que antes, pero en la oposición, aplaudían y se identificaban a plenitud, con “mi mucho fuñir la paciencia”.

En ese entonces me veían simpático y por demás, agradable”.

Nada de sorpresa, porque siempre en la vida todo es de acuerdo al cristal con que se mire.

Empero y en lo que el hacha va y viene en San Cristóbal, no descansa el palo, años van y años vienen y seguimos al paso de una tortuga cansada.

Siempre designan a uno o dos cuando mucho, de los dirigentes cercanos de quién emite los decretos para satisfacer la demanda de empleos, botellas, canonjías y prebendas, de los miembros, allegados, aliados y simpatizantes del partido gobernante.

Y ese es el fin de la historia.

Después de ahí, no hay nada más, y se vive en un supuesto pensar de que en esta ciudad todo está resuelto.

Con esta triste realidad, cada cuatro años, San Cristóbal acude confiado y esperanzado a las urnas, pero casi siempre tiene la desventura y el desatino de “gastar su pólvora en garza”, al elegir a sus autoridades.

Por eso he de seguir siendo , impertinente, fuñendo mucho la paciencia, hasta que algún día para bien de esta ciudad, la historia sea otra.

Quién sabe si este mucho fuñir, poco a poco pudiera crear conciencia ciudadana, y quizás, haya valido la pena mi llamada impertinencia.

Impertinencia de seguir preguntando San Cristóbal, ¿qué carajo fue lo que hiciste?

Que tu bienestar y progreso solo los ve en los diseños de hermosas maquetas que luego guardan en un maletín con mil promesas incumplidas, que en cualquier momento llegarán a las mil y una … y sumando.

Los sancristobalenses tendremos que decir, como acostumbra hacerlo un distinguido amigo cuando le saludamos, Fulano como estas? y él responde: tratando pero “ No hay suerte”.

Con Dios siempre, a sus pies.

Por Leonardo Cabrera Díaz

Comenta