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19 de abril 2024
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OpiniónAlcides Pimentel PaulinoAlcides Pimentel Paulino

La tortura

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En un mundo polarizado como el actual, escribir sobre un tema tabú como la tortura es meterse en ¨camisa de once varas¨. En mi opinión, lo mejor sería proponer un debate reflexivo y razonado sobre los temas espinosos. Después de leer el artículo, me gustaría conocer vuestra opinión sobre el tema. ¿Estáis a favor o en contra de la tortura para evitar males mayores?

Los ¨absolutistas morales¨argumentan que la tortura no puede estar justificada bajo ningún concepto. Muchas de las personas que se oponen, lo hacen desde la trinchera de lo políticamente correcto y la superioridad moral. Abogados como Alan Dershowitz tratan sobre el tema y defienden que se legalice la tortura, ya que desde el punto de vista racional, puede estar justificada en casos puntuales. Este conocido letrado es partidario de utilizar pentatol sódico, más conocido como ¨suero de la verdad¨, para sacar información cuando está en juego la vida de personas inocentes. Algunos expertos tienen dudas sobre su eficacia.

Tras los atentados del 11 de Septiembre, el FBI, barajó la posibilidad de extraditar a algunos de los detenidos de Al Qaeda a países aliados dictatoriales en donde la tortura no está claramente prohibida. En 1995, la policía filipina detuvo y torturó a un terrorista llamado Abdul Hakim Murad y pudo desmontar la colocación de hasta 12 bombas en aviones estadounidenses por parte de Al Qaeda, según algunos medios estadounidenses.

Existen muchos casos reales en los que la violencia no está justificada, o si?. Imaginar cuando se producen saqueos en casos de desobediencia civil, algo que ocurre mucho en Estados Unidos asociados a casos de racismo. Los actos vandálicos, escraches o manifestaciones pueden estar prohibidos cuando pueden terminar en saqueos o destrozo de material urbano, pero moralmente aceptados. Los disturbios o actos vandálicos después de la muerte de Rodney King en Estados Unidos son un claro ejemplo de esta problemática. Aunque se suele hablar de estos altercados de manera superficial, es evidente que los saqueos y la brutalidad policial no están conectados. En estos casos, los actos ilegales bailan en la delgada línea que separan la justicia de la injusticia. La gente afectada tiene derecho protestar, pero eso no legaliza los saqueos y actos vandálicos.

Quiero dejar claro que no hablo de la tortura por placer o venganza, solo hago referencia a la tortura para evitar que mueran personas inocentes. Tomaré como ejemplo, dos casos particulares. El ejemplo de ¨ la bomba de relojería (time bomb cases)¨ y el ¨atraco a un banco con rehenes¨. Como la mayoría de ustedes, estoy en contra de la tortura en general, pero en la vida real siempre hay excepciones que pueden tener justificación.

Supongamos que 5 secuestradores atracan un banco con 20 rehenes en su interior. Elaboran una lista con sus exigencias para poder escapar de la policía con el dinero. Amenazan con torturar y matar, cada 2 horas a un rehén, si sus exigencias no se respetan. Imaginar que entre los secuestrados, hay un familiar o amigo querido del lector. Durante las negociaciones, la policía detiene a uno de los miembros de la banda. ¿Estaría justificada la tortura a este compinche para salvar a los inocentes secuestrados? Los secuestradores, torturan y matan al primer rehén para demostrar que van en serio.

Para los que están radicalmente en contra de la tortura, en cualquier caso, se produce una situación paradójica. No estoy de acuerdo en torturar a uno de los secuestradores (está claro que pertenece a la banda y no quiere dar información sobre sus secuaces y salvar a los inocentes), pero ellos si que están dispuestos a torturar y matar a inocentes. Alguno de ustedes pensarán que no está bien torturar al detenido en ningún caso, pero en la mayoría de los casos reales, la policía está dispuesta a matar a los secuestradores para salvar a los inocentes. Se produce en este caso una contradicción extraña.

¿Matar a alguien no es peor que torturarlo? Se supone que si, porque matarte es lo peor que te pueden hacer (la tortura máxima), mientras que si te torturan aún tienes la posibilidad de recuperarte y seguir viviendo.  ¿De manera similar, puede estar permitido matar a alguien en algún caso concreto? Conviene recordar que la pena de muerte todavía existe en muchos países. Para muchos estadounidenses se trata de casos moralmente aceptables. Y lo justifican no como venganza, sino como actos de justicia. Desde la religión católica se justifican estos actos con el ¨ojo por ojo¨ o la ¨guerra santa¨ desde el Islam.

En el segundo supuesto, una persona pone una bomba en un lugar concurrido en el que matará a muchos inocentes. La policía le detiene antes de que estalle la bomba, pero la cuenta atrás no se detiene. Damos por sentado que la policía está absolutamente segura de que esa persona ha puesto la bomba. ¿Estaría justificado torturar al terrorista para desactivar la bomba y evitar que mueran personas inocentes?

La práctica de la tortura está documentada desde el principio de la humanidad. Durante la Edad Media, la tortura se justificaba en nombre de la religión. A algunos ladrones se les cortaba la mano. Todas las dictaduras han tenido sus verdugos ¨estrella¨. Durante el franquismo, el más conocido era Antonio González Pacheco, más conocido como ¨Billy el Niño¨. En la dictadura de Trujillo, el verdugo oficial del régimen era Johnny Abbes García; y el lugar más temido por los detenidos era la cárcel de ¨La 40¨.

Huir de temas polémicos como ha hecho la izquierda tradicional es darle alas a la ultraderecha. Todo se complica cuando líderes políticos como Marine Le Pen (Frente Nacional-Agrupación Nacional) justifican la tortura en casos puntuales de terrorismo. En una sociedad polarizada, la primera idea es no pensar como la ultraderecha, aunque sin entrar en el meollo del asunto. Los que son de izquierda dirán que nunca se puede justificar la tortura, solo por no parecer de derechas, pero sin argumentarlo. Su padre, Jean Marie le Pen fue acusado de tortura durante la guerra de Argelia. Si a esto le añadimos que Trump apoya la tortura, la polémica está servida y distorsionada en una sociedad mundial polarizada en la que muchos individuos no piensan como seres racionales individuales sino como parte de un colectivo. Se trata de una trampa muy efectiva porque consigue anular al individuo como ser pensante y le induce a pensar como parte de un colectivo que le impone, sutilmente, su ideología sobre determinados temas polémicos. En Europa, es frecuente escuchar a políticos de izquierda hablar de ¨las derechas¨. Se trata de una manera clara de crear bloques, en un momento histórico en el que la izquierda está bien vista y la derecha no. De este modo cuando se habla de corrupción, asumimos que está muy mal en los partidos de derecha, pero más permitida en los partidos de izquierda, cuando habría que hablar de corrupción a secas.

El derecho Internacional prohíbe la tortura bajo cualquier circunstancia. El inconveniente es que la teoría y la práctica sobre este tema no van de la mano. De hecho varios países tienen cobertura legal para la tortura, entre ellos EE.UU. e Israel. La tortura se justifica desde el concepto del mal menor. Existe una película con este argumento. Unthinkable (Amenazados en España). Se tortura para obtener información utilizando el dolor. Por tanto, la tortura en estos casos, es sufrimiento calculado. Si se mata al torturado, no se consigue lo que buscas. Se infringe dolor, pero sin llegar a matar. Se trata de llevar a la personas al límite de su resistencia vital. En ocasiones, el torturado, no puede confesar porque su confesión es su sentencia de muerte. En algunos casos, la muerte es el final del proceso, después de conseguir la información necesaria. Muchas veces, no se pueden tener pruebas de laboratorio certeras ni confesiones voluntarias. En estos casos, la tortura, se convierte en el castigo máximo. Con la tortura se deshumaniza al individuo, pero también se pueden salvar vidas.

La tortura busca tres objetivos: humillar, degradar y destruir que pueden ser sustituidos por someter, castigar y obtener información. Que conste que los secuestradores no tienen escrúpulos a la hora de hacer todo esto a los secuestrados. Ellos no creen en la justicia poética ni en los derechos humanos de una manera naïf. Por tanto, en condiciones excepcionales, muy concretas, puede que la tortura esté permitida para evitar males mayores. Esto quiere decir que se producen en condiciones justificadoras concretas, por ejemplo, en presencia de un juez.

Utilizando el dolor y el miedo se han conseguido muchas cosas, salvar vidas, pero también confesiones de inocentes. La mayoría de los países del mundo utilizan la tortura a escondidas, en nombre de la seguridad nacional. No hace muchos años, EE.UU. utilizó prácticas de tortura psicológica, física y humillación en la cárcel de Abu Ghraib en Irak y en Guantánamo (Cuba). Tras los atentados del 11 de septiembre del 2001, se han intentado prohibir los actos de tortura, sin embargo solo han cambiado de nombre. Ahora se llaman ¨interrogatorios forzados¨ o ¨métodos contundentes¨. En teoría, la administración Obama los eliminó en el 2009 y el Senado legisló en su contra en el 2015.

Durante las guerras no se respetan los derechos humanos, por eso militares y policías las utilizan en situaciones críticas como escuchamos casi a diario en la guerra de Ucrania. Reitero, no hablo de la tortura por placer, sino para evitar males mayores. Es conocido que durante las guerras, las libertades y los derechos, se ven drásticamente reducidos.

La tortura ha evolucionado con el tiempo. De la tortura física se ha pasado a la psicológica. Desde las descargas eléctricas, hasta mantener despiertos a los torturados durante muchas horas, aislados durante mucho tiempo, el uso de perros agresivos, los gritos, los golpes, baños de agua fría, la silla eléctrica, el ahogamiento simulado, obligar a un musulmán a comer carne de cerdo o que le interrogue una mujer, etc, etc, etc. Los métodos de tortura son numerosos.

Durante dictaduras como el franquismo, la stalinista, la argentina, la chilena, la camboyana, la alemania nazi o la dictadura de Trujillo, se hacía tortura política, nada que ver con lo que planteo. La tortura es la más perversa de las actuaciones del Estado. Para evitar estas situaciones, se creó en Europa, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos y Human Rights Wathch. Muchos inocentes morían al confesar cosas que no habían hecho. Pensaban que al confesar lo que el torturador quería escuchar se terminaba el dolor. Un error fatal en muchos casos. Se dice que fue el caso del ¨terrorista¨Zacarias Moussaoui, detenido tras los actos terroristas del 11 de septiembre.

Durante la Edad Media, muchas brujas y hechiceros murieron siendo inocentes. Hoy sabemos que las brujas no existen, más que en las películas de Disney.

En muchas películas y series televisivas se justifica la tortura en nombre del bien común. En el mundo real las normas absolutas no existen, siempre hay excepciones. Moralmente, para el catolicismo, no se debe mentir (pecado) pero el hombre utiliza con frecuencia la mentira piadosa como método de supervivencia o porque las verdades ofenden. Este tipo de contradicciones se producen en muchas situaciones de la vida. ¿Si alguien intenta matarme, tengo derecho a defenderme? Al defenderme, ataco al agresor, de modo que cometo un acto de violencia como él. Es por este motivo que la ¨legítima defensa¨ esta moralmente aceptada en casi todas las culturas.

Imaginar una transfusión de sangre al hijo de unos judíos ortodoxos para salvarle la vida. Su religión lo prohíbe, pero la ley obliga, ya que si no se podría cometer un asesinato. La eterna batalla entre el utilitarismo y el absolutismo moral se produce a diario en muchas situaciones.

Algunos gobiernos e instituciones han intentado civilizar la tortura, sustituyendo el dolor físico por el psicológico. En ocasiones, como en Guantánamo, se han intentado eludir los tratados internacionales y los derechos humanos torturando a las personas en limbos legales. Conviene no olvidar que en muchas ocasiones la tortura es adictiva y que los torturadores son sádicos que disfrutan haciendo daño al prójimo.

Según Amnistía Internacional, la tortura es cruel e inhumana, pero se  produce en más de 141 países en la actualidad. En los Acuerdos de Ginebra se habla claro sobre este asunto, aunque es difícil que se respeten en los conflictos armados.

En el tema de la tortura, como en muchos temas, la opinión pública está dividida. Por ejemplo, sobre qué hacer con Rusia y la guerra de Ucrania. Sobre este asunto, los europeos están divididos. Un 35% defiende una paz que no suponga una derrota para Rusia y que Ucrania ceda parte de su territorio. Un 22% defiende alargar la guerra hasta la derrota de Putin, mientras que un 20% prefiere un acuerdo rápido, premiando a Rusia, por miedo a una escalada bélica. El resto no sabe qué pensar.

La tortura está justificada para evitar males mayores. ¿El fin justifica los medios? Muchas personas opinan que no se puede cometer un delito para combatir el delito, que para eso ya está el sistema judicial. En países como EE.UU, Francia o Inglaterra, la mayoría de la población piensa que la tortura está justificada en base al bien común, al menos en el caso de los terroristas.

No es admisible defender una postura radical que no puedas explicar individualmente como ser humano, sin recurrir a la religión o a líderes de referencia. Las personas utilitaristas argumentarán en base a la menor suma de males posibles. Es decir, preferirán salvar 20 personas inocentes que torturar a alguien dispuesto a morir, pero que continua vivo. Utilizar el juego sucio contra alguien que juega sucio no es inmoral. Nuestros pensamientos están muy condicionados por la cultura, de modo que no pensará igual un miembro de una comuna hippie que un miembro del Estado Islámico. ¿Qué piensan ustedes sobre el tema? ¿Están a favor o en contra de la tortura justificada?

 

Por Alcides Pimentel Paulino

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