Cuando se habla de reforma en nuestra Primada de América, continuadora de la Real y Pontificia Universidad Santo Tomás de Aquino, a su vez sucesora de Instituto Profesional fundado en el siglo decimonono y que sobrevivió invistiendo profesionales hasta inicios del siglo XX, pero también sucesora de la Universidad Central de Santo Domingo (fundada en aproximadamente hacia el 1914) y de la Universidad de Santo Domingo (cuyo nombre tenía en la Era de Trujillo y por suerte no se atrevieron a ponerle de nombre el de Rafael Leónidas Trujillo), quienes deben hablar de ella son los uasdianos. Sí señor, es a los uasdianos que corresponde hablar de reformas y hacer La Reforma, la que la UASD necesita hacer para seguir inmarcesible sirviendo a las mejores causas, pero no a los que viven con campañas mediáticas denostando a nuestra Alma Mater, como plumíferos.
A esos que tanto Anatematizan a Nuestra Alta Casa de Estudios y que no tienen los motivos que justifiquen las diatribas con que se expresan contra ella, como no creemos en la sevicia, no diríamos en sentido figurado que deberían irse a la gehena y que lo arrastre el leteo por su corriente de fuego, pero si deberían tener la sanción moral de gran parte de la sociedad dominicana y sobre todo de los sectores populares y de quienes todavía creen en la justicia y no en las iniquidades. ¿Cómo debe ser la reforma que la UASD debe hacer?
En primer lugar, la reforma debe responder a la necesidad de fortalecer la democracia universitaria, ya que si revisamos su accionar la Primada de América es una escuela de democracia. En la elección de autoridades debe ser fortalecida la participación estudiantil, debe ser más masiva -pero de calidad- la participación de los estudiantes en las elecciones, pues deben tener un porcentaje más alto en el claustro de elección de autoridades; durante el periodo del Ingeniero Miguel Rosado Montes de Oca (EPD) fue reducida la participación de los estudiantes a un 5%, es decir, de un 33% de la composición del Claustro fue reducida a un 5%, por lo menos debería establecer que sea de un 20%, tomando en cuenta la excelencia de los estudiantes para ser electores de autoridades máximas (rectores y vicerrectores), decanos, vicedecanos, directores de escuelas y coordinadores de cátedras. El Consejo Universitario debe funcionar con el libre discernimiento de sus miembros, sin presiones del rector o de ningún otro miembro que ostente una posición más alta como funcionario de La Academia.
En segundo lugar, deberán ser revisados los reglamentos de los concursos por oposición en la selección de profesores, así como los reglamentos para elegir coordinadores de cátedras, en el caso de estos últimos hay muchas restricciones y por igual debe revisar la asignación de las categorías profesorales a los profesores porque también hay muchas limitaciones en la asignación de categorías.
En tercer lugar, las evaluaciones a los profesores deben ser un asunto que deben hacerse lo más objetivas posible (apegadas al rigor científico) y tomando en cuenta la participación de los estudiantes y una real participación del coordinador de cátedra, pero la responsabilidad de promoción de la evaluación debe descansar en autoridades de una oficina que sean las encargadas de la realización de las evaluaciones.
En cuarto lugar, la erradicación de todo rastro de clientelismo, si existe, debe ser parte de la reforma en el ámbito administrativo gerencial, lo cual debe reflejarse en las compras y contrataciones que se manejen con la más absoluta pulcritud, sin ningún tipo de favoritismo, entre ellos canonjías, estipendios innecesarios, etc. Sanciones para quienes cometen hurtos o robos de objetos que son parte del patrimonio uasdiano, con amonestaciones o cancelaciones; aplicar los reglamentos con severa sanciones para los servidores que no los cumplen.
En quinto lugar, la estructura curricular de La Universidad y la expansión de esta por todo el territorio de la República debe obedecer a las necesidades reales, lo cual no pueden deberse a prácticas clientelares de políticos. Una universidad, pública o privada, pero olvidémonos de las privadas, porque la UASD no es privada y por lo tanto el lucro no cuenta porque no hay inversión privada, la Primada de América como universidad estatal, autónoma y popular obedece al más amplio interés social nacional y universal, no se debe pretender que en cada ciudad, villa o pueblo pequeño haya una universidad con muchas carreras abiertas.
No sólo hay que tomar en cuenta que así no puede haber una educación de calidad, si no que la capacidad instalada de planta física puede desbordar la demanda de esas carreras por los estudiantes y la hay puede que no exista la demanda suficiente en el mercado laboral de esos recursos humanos, por lo que no habrá empleos para los profesionales formados. Por ejemplo, no puede haber una escuela de arquitectura en Santiago, otra en la Vega, otra en San Juan, una en Barahona, una en Puerto Plata y una en Mao. Habrá que tomar en cuenta la necesidad de formación de los recursos humanos en cada provincia y en cada región, tomando en cuenta la carrera específica y el perfil del profesional formado en ella, pero además tomar en cuenta a la potencial demanda de los estudiantes que quieren estudiar esas carreras y también las demandas del mercado de trabajo de la formación de ese recurso humano. No podemos pretender que haya una escuela de medicina o de odontología en cada centro regional de la UASD, porque eso todo indica que no puede ser.
De todos modos que sean los estudios los que den cuenta de lo que se necesita en cada lugar o en cada recinto. La planificación es lo debe haber para que la estructura curricular responda a la necesidades más sentidas del país y así formar profesionales con una alta dosis de conciencia social. Por otro lado, en cuanto a los pensum de las diferentes escuelas o facultades no pueden incluir materias porque le convenga a profesores de un área que imparte esa asignatura, para poder tener una carga asegurada, y si no que los directores no acepten asignaturas de otras áreas, pero que son necesarias para formación en las carreras de su escuela. Las materias de los pensum deben obedecer a las necesidades para dar la formación óptima a los recursos humanos, ya que se trata de una educación superior para la vida.
Por Francisco Rafael Guzmán F.
