La alta preocupación que exhiben algunos sectores por la baja calidad de mucha de las redacciones que cada día forman parte del cuerpo informativo de la inmensa mayoría de los periódicos de circulación nacional, sin duda alguna ha sido motivo de inquietud, no solo para la clase lectora sino también, para muchos profesionales de la lingüística. Tal es el caso de profesionales de la escritura, tanto nacionales como internacionales.
En consecuencia, para Tirado (2008) …La realización escrita revela descuido o desconocimiento de la regla gramatical. Destaca que, aunque la prensa diaria labora con el mínimo de presión, ella es un gran vehículo de cultura y el gran testimonio para futuras investigaciones, por tal razón, el profesor González Tirado advierte que la prensa misma es la que debe imponerse, para su crecimiento y para su crédito profesional y la tecnificación de sus recursos. (Tirado, 2008: 32).
En tal sentido, el maestro González Tirado muestra una alta preocupación, no sólo por los descuidos frecuentes en las redacciones de la prensa dominicana, sino, además, por la generalidad y la recurrencia con que estos deslices se presentan en las notas periodísticas. Es por ello que el veterano del periodismo y gran aportador de la lingüística, manifiesta que «En cada página, a cada paso se advierten descuidos de diversa índole. Incorrecciones gramaticales, problemas de concordancia, vacilaciones sintácticas, impropiedad en el empleo de términos, composición inadecuada, nombres y apellidos incorrectos o incompletos o incluidos en una línea y con diferente ortografía en línea siguiente etc.».
Sin embargo, para algunos autores como Vellón (2018) el periodismo actual se ajusta a una dinámica profesional y empresarial que dificulta la fluidez entre las directrices centrales y su plasmación en la práctica lingüística. Junto a los ya tradicionales «condicionantes de las urgencias y las tenciones cotidianas». En tal sentido, Pablo Coello, citado por el propio Vellón, asegura que la generalización de la informática en las redacciones ha transformado las condiciones de trabajo de los redactores, que deben asumir la labor de los teclistas y correctores de antaño, lo que supone, a su juicio, un trabajo añadido que redunda negativamente en la calidad de la lengua utilizada en todos los sentidos, también en el rigor en la aplicación de las directrices generales. (Vellón, 2018: 967).
Fuentes:
- Vellón Lahoz, Javier. (2018): “La gestión del modelo lingüístico en los medios de comunicación: Entre la normativa académica y la práctica periodística” en Estudios sobre el Mensaje Periodístico 24 (1), 957-974.
- González Tirado, Rafael. 2008. Palabras para compartir. Volumen 1. Somos Artes Gráficas. Santo Domingo.
No es lo mismo la fama que la popularidad en el ámbito musical
Del lat. popularĭtas, -ātis.
- f. Aceptación y aplauso que alguien tiene en el pueblo.
