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26 de diciembre 2025
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OpiniónJesús M. GuerreroJesús M. Guerrero

¡La oposición venezolana!

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“La democracia es la libertad constituida en gobierno, pues el verdadero gobierno no es más ni menos que la libertad organizada.” Juan Bautista Alberdi

 

No se creía posible que la crisis venezolana pudiera complicarse aún más después de las elecciones presidenciales donde nuevamente se impuso luego de un dudoso proceso electoral; el tristemente célebre Nicolás Maduro ante Edmundo González, sin embargo, la peor consecuencia de aquellos comicios que indignaron al mundo es que la oposición ha devenido en una división sin sentido en el aspecto de como enfrentar al chavismo. Por un lado, Henrique Capriles abogando por presentarse a las elecciones de este próximo 25 de mayo y del otro extremo, María Corina Machado propugnando por la abstención para no continuar legitimando los fraudes electorales.

Desde aquella intentona golpista de febrero de 1992, con el por ahora de Hugo Chávez y el indulto otorgado por el expresidente Rafael Caldera a los militares que conformaban el Movimiento Bolivariano Revolucionario (MBR-200), cambio el rumbo de la historia del hermano país. Curiosamente, ese indulto fue la anulación del Pacto de Puntofijo que evidencia que el destino tiene un tipo de azar histórico, fue un acuerdo de gobernabilidad entre los partidos políticos, Acción Democrática (AD), representada por Rómulo Betancourt, Unión Republicana Democrática (URD), de la mano de Jóvito Villalba y el Comité de Organización Política Electoral (Copei), su firmante fue Rafael Caldera y por demás, rubricado en la residencia de Caldera.

El Pacto de Puntofijo tenía por objetivo garantizar un sistema de gobierno civil y democrático, dando paso a un gobierno de unidad nacional de igual forma excluyendo al Partido Comunista de Venezuela (PCV). El pacto fue firmado en octubre del año 1958, nadie habría podido imaginar que treinta y seis años después Rafael Caldera anularía el pacto al indultar a Chávez en marzo de 1994.

De forma que, la izquierda venezolana terminó su aislamiento político y ha pasado alta factura al pueblo venezolano, en dicho indulto influyó de cierto modo, la enemistad entre los expresidentes Rafael Caldera y Carlos Andrés Pérez; siendo el primero quien liberó a Hugo Chávez y el segundo quien tuvo que someterlo al orden por la intentona golpista que tenía por objetivo suprimir su mandato al frente de la primera magistratura.

De igual manera, aquella absolución permitió que la tesis del último comandante guerrillero venezolano que se desmovilizó, Douglas Bravo, considerado como líder del ejército guerrillero, las Fuerzas Armadas de liberación Nacional (FALN); adquiriera cuerpo, dicha teoría consagraba infiltrar los cuadros jóvenes de la izquierda venezolana en las fuerzas armadas para aplicar la concepción de Lenin del Estado y la revolución, es decir, destruir desde adentro la maquinaria estatal.

En su obra, Orígenes ocultos del chavismo de Gehard Cartay, explica con lujos de detalles la tesis de Douglas Bravo, quien finalizó sus días siendo uno de los acérrimos críticos del gobierno de Hugo Chávez, llegando a afirmar que su peor característica era no saber manejar la disidencia ni siquiera tolerar a los opositores.

Inmediatamente Chávez venció en 1998 al candidato del Polo Democrático, Henrique Salas Römer, inició un listado interminable de candidatos presidenciales que adversaron a Chávez y luego a Maduro, incluso en las elecciones del año 2000, venció a su compañero del MBR-200, Francisco Arias Cárdenas que había renunciado del Movimiento V República, pasando a ser el candidato de la oposición, eventualmente volvió al chavismo.

Dos años después la oposición trato sin éxito de derrocar a Chávez con un golpe de Estado. Pero en las elecciones del año 2006 venció a Manuel Rosales quien en la actualidad apoya presentarse a las elecciones en contra de la postura de María Corina Machado y aspira a continuar en la gobernación del Estado Zulia.

La oposición obtuvo la victoria pírrica del referéndum del año 2007, luego, para el año 2012 el otro derrotado de la oposición fue Henrique Capriles, quien en estos momentos es el principal defensor de que la oposición debe presentarse en las urnas este domingo 25 de mayo. Capriles, también perdería de Nicolás Maduro en las elecciones del 2013 producto del fallecimiento de Chávez en Cuba.

La oposición también tuvo liderazgos como el de Leopoldo López y el presidente de facto, Juan Guaido, Henry Ramos Allup, Julio Borges y otros que han quedado sin legitimidad ciudadana para enfrentar a los chavistas.

La oposición venezolana se encuentra enfrascada en una lucha absurda que solo beneficiará al oficialismo que a toda costa y por cualquier medio retendrá el poder. Luego, de la victoria congresual del año 2015, la Mesa de Unidad Democrática (MUD), demostró que el chavismo no era invencible.

El armador de dicha victoria fue Ramón Guillermo Aveledo que desde el año 2009 conformó la coalición opositora y fue su secretario ejecutivo hasta el año 2014. Mientras la oposición venezolana no tenga un ideólogo, con las condiciones para armar la estrategia alrededor de quien encabece las simpatías y subsanar los enfrentamientos absurdos por la candidatura presidencial.

La MUD, ha sido sometida a algunas transformaciones, incluyendo cambios de nombre como son Frente Amplio Venezuela Libre y actualmente Plataforma Unitaria, como la salida de algunos partidos políticos que han abandonado la asociación. En la actualidad la líder de la MUD es María Corina Machado quien demostró sentido de cuerpo al ser inhabilitada por un periodo de 15 años, por sentencia del Tribunal Supremo de Venezuela y asumir la candidatura de Edmundo González como suya.

Pero, sus aspiraciones presidenciales y la legitimidad que ha conseguido ante los ojos de los venezolanos; le han creado un frente interno que la adversa y está encabezado por Henrique Capriles.

La abstención como herramienta de presión funciona a largo plazo, un paralelismo que lo demuestra es que, durante los 12 años de Balaguer, el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), se abstuvo de presentarse en las elecciones congresuales y municipales de 1968, y las presidenciales de 1970 y 1974, respectivamente, al no existir garantías democráticas y creando las condiciones para los comicios presidenciales del año 1978 en las cuales derrotaron a Joaquín Balaguer.

El gran perdedor de este enfrentamiento de egos entre María Corina Machado y Henrique Capriles, es el pueblo venezolano que no soporta más los abusos a los que son sometidos por un régimen comunista que ha devenido a un narcoestado con un ejercicio populista y clientelar. El chavismo es tan fascista como populista, esto se explica en el libro Del Fascismo al populismo en la historia de Federico Finchelstein, cito: “El populismo moderno nació del fascismo. Así como la política de masas fascistas llevó  las luchas populares más allá de ciertas formas de populismo agrarias democráticas premodernas como la Narodnik rusa o el partido del pueblo norteamericano, y se distinguió también radicalmente de formaciones protopopulistas como el yrigoyenismo argentino o el battlismo uruguayo, los primeros regímenes populistas latinoamericanos de posguerra se apartaron del fascismo al mismo tiempo que conservaban rasgos antidemocráticos decisivos, no tan predominantes en los movimientos prepopulistas y protopopulistas previos a la Segunda Guerra Mundial.”

Por igual, en la misma obra citada, se establece que el populismo no es ni de derecha ni izquierda, lo que define a la perfección al régimen que ha sometido a sus abusos a los venezolanos durante 27 años, sin vestigios democráticos de ninguna índole.

De la oposición no comprender que, si no marchan unidos, el chavismo los ahorcará por separado. Dependiendo del resultado de este determinante torneo electoral, sabremos si María Corina Machado seguirá encabezando la oposición contra Nicolás Maduro o pasará a formar parte del listado de nombres de quienes han encabezado los polos contra Hugo Chávez desde el año 1998, mencionados anteriormente en estas letras.

Creo prudente concluir con la frase de Fernando Gamboa González, cito: “Un gobierno que usa la fuerza para mantener su dominio, enseña al oprimido a usar la fuerza para oponerse a él.”

 

Por Jesús M. Guerrero, hijo

 

 

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