Con la decisión de la Junta Central Electoral JCE de permitir el conteo manual del cien por ciento de los colegios electorales en el nivel presidencial, se cae uno de los últimos resabios de los minoritarios partidos de oposición, que utilizaron el asunto como ardid para justificar un eventual resultado desfavorable a su causa.
El alto tribunal de elecciones aprobó la realización del conteo manual luego de efectuarse el conteo electrónico con los nuevos equipos, prevaleciendo el primero por el encima del electrónico, si existiera alguna diferencia.
La medida le quita la excusa que utilizaría la oposición al momento en que los números les fueran adversos. La renuencia de las organizaciones opositoras al conteo moderno es parte del plan de desconocimiento de la voluntad popular que se expresará el domingo 15 de mayo.
Los partidos de oposición utilizaron esa piedra de Sísifo para incidental todo el proceso eleccionario en los que, de mantenerse los datos estadísticos que presentan las encuestas, saldrían muy mal parados.
De ahí que más que ver la sentencia de la Junta Central Electoral como un triunfo de la oposición, el veredicto del tribunal encargado de organizar las votaciones, es una “derrota”, ya que la aleja de la posibilidad de justificar un fracaso luego de las elecciones.
Igualmente, la misma insistencia mantenida por las organizaciones opositoras en contra del conteo electrónico, generó rechazo en la población que vio en todo instante un deseo de desconocer el resultado que se expresará en las urnas.
Claro está, que este no será ni el primero ni el último de las objeciones de la oposición al proceso electoral actual, pues su estrategia parte del hecho de que mientras más obstáculos se originen en el transcurso de las elecciones, menor será el impacto frustratorio de su derrota.
Es por eso que habrá que preguntarse, ¿cuál será el próximo incidente que creará la oposición para impedir la expresión del pueblo dominicano en las elecciones? Esperemos el transcurso de los días que se discurren.
Por Elvis Valoy
