Por Alicia Sánchez Gómez
EL NUEVO DIARIO, NACIONES UNIDAS. – La Organización de las Naciones Unidas (ONU) conmemora este viernes su 80 aniversario, en un contexto global marcado por tensiones geopolíticas, desconfianza hacia el multilateralismo y una grave crisis financiera que amenaza su funcionamiento.
El 24 de octubre de 1945 entró en vigor la Carta de las Naciones Unidas, firmada por 50 países con la misión de mantener la paz y la seguridad internacionales tras la Segunda Guerra Mundial. Hoy, el organismo cuenta con 193 Estados miembros y dos observadores permanentes —la Santa Sede y Palestina—, pero enfrenta desafíos muy distintos a los de su fundación, como el cambio climático, las pandemias y los efectos de la inteligencia artificial.
A lo largo de los años, la ONU ha visto erosionarse su autoridad moral y diplomática, mientras crece la percepción de que el Consejo de Seguridad no refleja el equilibrio de poder actual. El veto de sus cinco miembros permanentes —China, Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Rusia— ha paralizado la acción en conflictos clave, y las reiteradas propuestas de reforma y ampliación del órgano han fracasado. Líderes como Donald Trump han avivado la crítica, acusando a la ONU de ser un organismo “de palabras vacías”.
A la crisis de legitimidad se suma una grave falta de fondos. Según cifras del propio organismo, 57 países deben más de 1.870 millones de dólares en contribuciones obligatorias, de los cuales 1.500 millones corresponden a Estados Unidos, su principal donante. Washington financia el 22 % del presupuesto ordinario y el 26 % de las operaciones de paz, mientras China, el segundo mayor contribuyente, aporta un 15 % y busca ampliar su influencia interna.
Ante esta situación, el secretario general António Guterres ha lanzado el plan “ONU80”, una iniciativa que contempla recortes del 15 % en el presupuesto de la Secretaría y la eliminación de unos 2.000 puestos antes de 2026. “Debemos preguntarnos qué podríamos lograr si el mundo se esforzara más por forjar soluciones compartidas”, reflexionó Guterres durante la inauguración de una exposición conmemorativa en la sede de Nueva York.
El futuro de la organización es incierto. Con el mandato de Guterres llegando a su fin en 2026, la ONU se prepara para elegir un nuevo secretario general. Entre los nombres que ya suenan están Michelle Bachelet, expresidenta de Chile; Rafael Grossi, director de la Agencia Internacional de Energía Atómica, y Rebeca Grynspan, exvicepresidenta de Costa Rica. El próximo líder heredará una institución octogenaria que aún busca adaptarse a un mundo profundamente transformado.




