Recientemente hemos visto en la prensa la reunión del sector lechero con el Ministro Osmar Benitez procurando alternativas para que la leche producida por las vacas nacionales durante el período del verano que ellas no están de vacaciones, como lo hacen nuestros estudiantes y continúan dando el nutritivo alimento, algo debe ser hecho para beneficio de las partes, todas.
Nos permitimos humildemente hacer algunas sugerencias públicas al respecto ya que este fenómeno de las vacaciones largas o las cortas, no benefician la alimentación de nuestros estudiantes y eso es tan importante como lo que más, para lograr una sociedad a desarrollarse físicamente.
La leche del desayuno escolar ayuda mucho en la alimentación de los estudiantes de nuestras escuelas públicas y si se deja de continuar esto en las vacaciones del verano, esto equivale a lo que en ganadería conocemos como el periodo de buena alimentación del becerro en primavera con un buen pasto donde hay engorde y crecimiento, pero que cuando llega el verano, baja la calidad y abundancia del pasto, el becerro o el novillito, desmejora.
Nuestras sugerencias van para evitar lo anterior y veamos si son racionales:
Los niños y jóvenes estudiante son el futuro de la nación, más aun si estos estudian. La leche es nacional, fresca, saludable y producida con “Duartes” evitando traer divisas, sosteniendo la ganadería nacional y las agroprocesadoras lácteas.
Entonces, si seguimos procesando las mismas en leche UHT, elaborando quesos a madurar por dos a tres meses y otros procesos lácteos, incluyendo los dulces, las chocolatinas, deshidratados, etc. estos procesados podrían ser utilizados durante las vacaciones en programas coordinados entre los ministerios de Agricultura, Educación, Medio Ambiente, Deporte y Recreación, entre otros incluyendo el de Defensa, y claro el ideal, el de la Presidencia y los Comedores Económicos, para reproducir durante las vacaciones, algunas acciones como.
a) La siembra de árboles en cualquier lugar, desde el llano a las montañas, desde las avenidas a las carreteras, desde zonas de lluvias a las áridas, desde la zona rural a la urbana, siguiendo el ejemplo desarrollado por el Instituto Interamericano de Cooperación Agrícola-IICA en su programa “La Leche que reforesta” coordinado este con voluntarios del sector privado y presidido por la Sra. Elena Villeya de Paliza y el Dr. Rafael Marte, representante del IICA, en la ocasión,
b) Utilizar los lácteos como alimento a los niños y jóvenes que participen en competencias deportivas, paseos comunitarios o simplemente estén dispuestos a servir a su país haciendo algo bueno, placentero y útil para todos.
c) Crear competencias de siembra y premios a los clubes juveniles más sembradores con rifas de útiles educativos e incluso con becerro(a)s a criar.
Sabemos que esto pondría a muchos ha accionar y trabajar, a las asociaciones de padres o de profesores, a las cooperativas y asociaciones comunitarias, extensionistas del Ministerio de Agricultura, promotores deportivos, además de que acercaría a los militares a los niños y jóvenes en las siembras, entre tantos beneficios.
Al fin, todos ganaríamos y si a la leche, la chocolatina, el queso le ponemos un pan, un ejército de sembradores diría al fin de verano que miles y ojalá millones de plantas, cuáles sean se han sembrado.
Unamos voluntades.
Por Emilio Armando Olivo