SANTO DOMINGO, RD.- Líderes de la talla de Danilo Medina y Leonel Fernández despiertan grandes pasiones adversas: unas de apoyo incondicional otras, lo real con estos fenómenos políticos es que adquieren por igual compromisos ineludibles con el país y con sus seguidores.
Todas las encuestas dan ganador en primera vuelta al Presidente, y todas por igual afirman que una inmensa cantidad de dominicanos apoyan la permanencia en el cargo por cuatro años más del ejecutivo nacional.
Leonel Fernández en una ganaría segunda vuelta y en otras encuestas lo haría en primera, los dos ganan, los dos despiertan grandes pasiones, los dos han gobernado y son bien valorados.
Por primera vez, como parte quizás de lo que nunca se había hecho, la reelección no es por voluntad del Presidente, ni por las ambiciones desmedidas, ni por la locura de pretender seguir desgobernando y maltratando un país, sino que es el grito de una mayoría que reconoce una buena obra de gobierno y quiere que siga beneficiándolo.
Es harto difícil, ya lo hemos dicho, pero es hora de sacrificios y de respeto por lo que piensa el país, y por lo que debe ser la decisión política más trascendental y ejemplar del presente siglo, pienso yo.Por lo tanto debe estar acerca el momento de que Danilo y Leonel, solos se sienten a dialogar para que el país vea como su liderazgo es capaz de poner por encima de ellos lo que quiere el pueblo que gobiernan.
Así las cosas la hora definitiva de estos dos grandes debe estar por llegar, y ellos, alumnos aventajados de Juan Bosch, saben que se le debe servir al país por encima de cualquier otra ambición del tipo que sea, y ese líder inmenso que fue su guía lo ve desde el lugar de privilegio que Dios le tiene a quienes han sido justos y sanos, de corazón y de acción, como deben ser los grandes líderes cuando aman y respetan su pueblo.
POR GERMAN MARTINEZ
