ENVÍA TUS DENUNCIAS 829-917-7231 / 809-866-3480
26 de diciembre 2025
logo
OpiniónFrancisco Rafael GuzmánFrancisco Rafael Guzmán

La entropía y los sectores sociales

COMPARTIR:

No todo lo que brilla es oro, ni todo lo opaco es carbón. A propósito de las elecciones, no nos sorprenden muchos los resultados, aunque nos asaltaban las dudas y confesamos que hubiésemos deseado que fueran otros, porque vemos que la sociedad dominicana va hacia el derrotero del caos. ¿Por qué decimos esto? Lo decimos, porque como planteara en alguna ocasión Wilson Castillo los sujetos sociales o la sociedad en general se ha vuelto hiperindividualista(s), lo que está condicionado en última instancia por el modelo económico vigente y el afán de lucro que este fomenta en aquellos.

El modelo económico general o paradigma vigente como dominante en cuatro décadas, que es el neoliberal, con las reformas políticas que impuso y el desarrollo tecnológico alcanzado por el modo de producción capitalista que la ha facilitado ha conducido a los sujetos sociales por el derrotero al consumismo y al individualismo extremos. Es por eso que el dominicano, a diferencia de otros tiempos, hoy en día no ama el trabajo; por el contrario, valora mucho el tiempo de ocio y sobre todo el ocio consumista.   Esto ha sido posible porque las inexorables medidas que impuso el FMI, con las reformas políticas exigidas, provocó la Migraciones internacionales expansivas de trabajadores procedentes de países del Tercer Mundo, como República Dominicana, al quebrar muchas empresas y otras reducir el personal, pero además provocó la desaparición de grupos secundarios.

La desaparición de estos últimos, entre ellos: clubes, sindicatos, asociaciones campesinas y también algunas organizaciones de mujeres, se debió pura y simplemente porque los sujetos eran jóvenes migrantes o adultos que antes de salir pertenecían a grupos como asociaciones campesinas y los clubes, pero en el caso de los sindicatos la reforma al código de trabajo provocó la inactividad y desaparición de sindicatos y también otros desaparecieron con los cierres de empresas. La ausencia de grupos secundarios y la debilidad de los grupos primarios, ante el individualismo y consumismo a que esto conlleva en una parte de los sujetos sociales, especialmente los jóvenes, debido a la voracidad a que el capitalismo salvaje de la gran burguesía y de la burguesía financiera en sociedades de modernidad líquida, la consecuencia será la de una entropía social.

El desorden no sólo se puede producir en la naturaleza, en ella una veces por la depredación de los recursos naturales por intervención de la acción del ser humano sobre estos, otras veces es porque la propia naturaleza como sistema se generan descargas limitadas de energías (erupciones volcánicas, movimientos telúricos, etc.) que buscan  mantener un equilibrio, sino que también en la sociedad se puede producir alteración del orden que implique el caos o la entropía, sin que se produzca una revolución social y si produzca una situación caótica. Estamos casi seguro que muchos jóvenes y adultos jóvenes favorecieron a Abinader, pensamos que la gran mayoría de ellos votó por la reelección porque no tienen porque una conciencia social de las consecuencias de esa reelección, porque Abinader no es la mejor elección si no la peor.

Sus acciones no son buenas y si lo fueran el país no tuviera todos los problemas que tiene y que se agravaran con su reelección: La gran inflación que tenemos, el crecimiento de la deuda pública, el caótico tránsito vehicular, el crimen organizado, el narcotráfico, la violencia intrafamiliar, la devastación del medio ambiente, la deforestación, el deterioro de la agricultura y la violencia de género.  Al escribir este artículo evoco a un sacerdote católico, bastante culto dentro de sus posibilidades, pero sobre todo por la época de oscurantismo en que vivió en su juventud (La Era de Trujillo), pero perteneció a la organización Clero Cultural apéndice del Movimiento Clandestino 14 de Junio en su juventud, cuando él disertaba en el Club Luis Ramón Ovalles de Los Robles de Juan López en el municipio de Moca, al responder una pregunta que le hicieron. La Iglesia Católica ponía a cantar en coros religiosos jóvenes una canción, la cual decía entre otras cosas: “La Juventud Siempre le Gusta Subir Alto, Subir Alto Cuanto Mas Mucho Mejor…”, la pregunta era referida a esa canción, fue entonces cuando el sacerdote Vinicio Disla (ya fallecido) dijo que esa canción era un himno de la Juventud Comunista Rusa y todos los jóvenes se rieron porque asociaban comunismo con ateísmo.

Si, ciertamente a la juventud siempre le gusta subir alto y sentirse arriba, lo más arriba que se pueda sentir o que se pueda sentir este sector o categoría generacional de la sociedad, porque como el pan blanco de la harina de trigo, no el pan integral o el de centeno (pan negro) que tal vez en la nutrición es el más noble, por su cantidad de levadura resulta ser tan apetecible, el joven por su gran energía despierta simpatía, pero a veces, la abundancia energía no se convierte en sinergia y puede ser anergia. Percibimos que los jóvenes dominicanos lucen un poco desorientados, porque una de las condiciones que caracteriza la época actual es la de una marcada inopia en la interacción social personal presencial, lo que afecta los procesos educativos de los jóvenes y con ello gran pobreza en el aprendizaje.

Hace un tiempo relativamente corto en un mensaje trasmitido por un canal de las redes, un reconocido psiquiatra llegó a decir que a la juventud no la vence nadie. Pero eso debería aclararlo: ¿En que no la vence nadie? Los movimientos estudiantiles y las asambleas de jóvenes en las calles no tuvieron un objetivo muy definido, no hubo en la conciencia social de aquellos jóvenes un proyecto cultural o un proyecto de sociedad por construir muy bien definido. Hubo una rebeldía general contra la gerontocracia y la autoridad de los adultos mayores (léase viejos o ancianos), pero no hubo un proyecto de sociedad. Un proyecto de sociedad no está contenido en síntesis ni siquiera en la emblemática canción de John Lennon: Imaginas.

Hubo una rebeldía contra el reclutamiento de los jóvenes para enviarlos al escenario de la Guerra de Vietnam y contra el manejo autoritario de las burocracias en las universidades, en todos los continentes, pero no había un proyecto global de sociedad. Hoy tampoco, lamentablemente, no hay en los movimientos de jóvenes y los movimientos femeninos un proyecto de sociedad, lo que, si predominan en ellos, como parte sus estados de conciencia social, es promoción de proyectos personales bajo la cobija de los partidos, especialmente de los grandes partidos, pero también de los pequeños. Todo eso ha contribuido con la reelección de Abinader y la vigencia a ultranza con ella de un modelo ultraneoliberal, aspiración máxima de la gran burguesía y la fracción financiera de la clase burguesa, ambas que son fracciones hegemónicas dentro de la burguesía después que se instaura el modelo neoliberal.

Este gobierno no representa el interés social de todos los jóvenes, pero tampoco ninguna generación por si misma representa ningún valor; en otras palabras, ser de una generación, joven, niño, adulto o anciano, no es un mérito, porque por ser de una determinada generación nadie aporta nada a la sociedad. Por ser joven, nadie aporta nada a la sociedad, lo que sí está dotado es de una mayor vitalidad cuando no ha sufrido de una enfermedad, lo que suele ser raro en el joven, y, por lo tanto, goza de una mayor energía que el de una generación más avanzada en edad. Este gobierno lo que puede hacer es volver más individualistas a los jóvenes y a las mujeres, por lo que estamos aparentemente (pero como en política hay cosas que se ve y cosas que no se ven: José Martí) más lejos del cambio social que la sociedad necesita, con la reelección de Abinader.

Ahora bien, nos parece que con las exigencias por lo deuda pública acumulada de los acreedores la reelección traerá tendencia hacia lo caótico o de una entropía social, es decir, un gran desorden, en un país, en que el neoliberalismo y sus reformas políticas han barrido con las organizaciones de la sociedad civil que representaban a las clases populares, tales como: sindicatos, asociaciones campesinas y los clubes juveniles culturales y deportivos, con emigraciones, el desempleo, cierre de empresas, aumento de la jornada laboral y reformas al código de trabajo que generó dicho modelo neoliberal impuesto.

Por Francisco Rafael Guzmán F.        

Comenta