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30 de diciembre 2025
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La Casta, las clases sociales y la sociedad del bienestar I

Diversos sociólogos y antropólogos han intentado explicar la génesis de las clases sociales. Aunque no existe consenso, se cree que las clases sociales nacen de las propias diferencias entre los seres humanos. No todos los humanos tenemos la misma inteligencia, es decir, que existen personas más inteligentes que otras. Si aceptamos esta primicia, tenemos que […]

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Diversos sociólogos y antropólogos han intentado explicar la génesis de las clases sociales. Aunque no existe consenso, se cree que las clases sociales nacen de las propias diferencias entre los seres humanos. No todos los humanos tenemos la misma inteligencia, es decir, que existen personas más inteligentes que otras. Si aceptamos esta primicia, tenemos que reconocer que algunas personas se autoproclamen como una clase superior. Los demás, también tienen que reconocer su «supuesta» importancia dentro de la sociedad. Chamanes, reyes, emperadores, sacerdotes, Papas, presidentes, generales, científicos, etc, creían que estaban por encima de la gran mayoría de la población.

Según la comunidad científica, el ser humano tiene tendencia a definir y clasificar todo cuanto nos rodea. Se trata de una capacidad innata del hombre como especie.

La alternancia bipartidista en España es vista por algunos como «casta», ya que pasados los años se suceden los mismos políticos en el poder. Afirman los líderes de Podemos que los políticos son marionetas de los poderosos, es decir, de los ricos. Hasta hace poco se identificaba a la derecha o partidos conservadores como descendientes de la «casta» que procedía del franquismo.

Hoy, el término «casta» se ha extendido a los partidos tradicionales de izquierda, ya que fruto del bipartidismo generalizado, se alternan con la derecha en el poder en la mayoría de los países, apartando a otras opciones con ideas y programas diferentes. Para algunos nuevos partidos como Podemos en España o Syriza en Grecia, el PP y el PSOE, son organizaciones que siguen los designios del Neoliberalismo imperante, comandado por Estados Unidos y Alemania. A esta pérdida de poder alude Podemos cuando afirma que la soberanía está secuestrada por la casta, que tiende a perpetuarse en el poder a través de la endogamia política.

Casta es una palabra añeja, con reminiscencias a sociedades atrasadas. Es una de las organizaciones sociales de la India clásica. Esta palabra volvió a ponerse de moda con la nueva formación política Podemos, surgida de la crisis económica y del desgaste de los partidos tradicionales españoles, cuyos máximos reprentantes son PSOE y PP.

Casta también puede ser sinónimo de estamento. En el Antiguo Régimen y en la Época feudal se dividían en: nobleza, clero y Tercer Estado. Antes, pertenecer a la casta era ser un burgués. Aunque parezca un término ambiguo, las palabras evolucionan, y la gran mayoría de los ciudadanos entienden a qué se hace referencia con esta palabra, en la actualidad. El término «casta política» no es nada nuevo, ya que se utilizaba desde la antigua Roma para referirse a militares y sacerdotes corruptos.

Hace poco ví un documental sobre matrimonios entre diferentes castas en la India (mixtos). Un periodista le hacía una entrevista a la madre de una chica que se había casado con un hombre de casta inferior. La señora argumentaba los problemas que existían cuando se producen estas uniones. Sus explicaciones podrían parecer extrañas a ojos de un «Occidental» como Yo, que conoce también el llamado Tercer Mundo. En sociedades étnicamente homogéneas o similares, las personas tienden a exacerbar los bienes materiales como mecanismos de diferenciación social. Visto desde fuera, los padres de la pareja parecían igual de pobres, pero ellos se empeñaban en remarcar que una casta era superior a la otra.

El sistema de castas es un modo de estratificación u organización social al que se pertenece desde el nacimiento por motivos de raza o religión, y se caracteriza por ser un sistema rígido e inmóvil. El que nacía dentro de una casta, moría como tal. Los sistemas de castas más conocidos se produjeron durante la época medieval, que más tarde fueron exportadas a la India por el Imperio británico que separaba entre blancos e indígenas, durante la Alemania nazi entre arios y no arios, durante el Imperio español, en la Sudáfrica del Apartheid y en los Estados Unidos, entre blancos y negros.

En la India, el sistema de castas que conforma las clases sociales (varnas) procede de grupos hereditarios endógamos (yati o clan). En la cúspide están los brahmanes, seguidos de los chátrias, los vaiyas y los sudras. Quienes realizan los trabajos más indignos pertenecen a una categoría inferior a los sudras, concida como intocables o parias. Generalmente, se suele identificar el sistema de castas con el hinduísmo, cuando también ha estado presente en el cristianismo y el islamismo. En la Constitución de la India se ilegalizó la discriminación por razón de casta, aunque ésta se resista a desarecer, ya que los trabajos o los matrimonios con otras castas están prohibidos por la religión. Pertenecer a una casta particular conlleva ventajas sociales o discriminaciones.

Se cree que el sistema de castas en la India comenzó hacia el 1.500 a.C. cuando se produjo la migración de los indoiranios. Los indoiranios se colocaron en las castas preferentes. El sistema de casta, en el Imperio español, fue reforzado por el crecimiento de los meztizos que comenzaban a reclamar derechos, poder político y econímico en los diversos territorios. Se implantó un sistema que dividía a la población entre: blanca o española, indígena y negra. Palabras como mestizo, castizo, mulato, zambo, morisco, cuarterones, saltatrás, lobo, jíbaro y coyote, nos recuerdan el sistema de castas del antiguo Imperio español. El concepto «casta» puede proceder del vocablo gótico «kastan» que hace referencia a ascendencia o linaje. Otras fuentes apuntan que procede del latín «castus» que significa puro, recatado, inocente,etc.

Las clases sociales constituyen otro sistema de estratificación, pero se trata de un sistema flexible, ya que las personas pueden nacer en una casta, y mediante su inteligencia o capacidad pueden mejorar o empeorar. Un pobre puede morir rico o viceversa. Esto quiere decir que el estatus social puede ser asignado o adscrito (adquirido). En este último, una persona puede cambiar de estatus por méritos propios o por suerte. Te puede tocar la lotería. Normalmente, el estatus está asociado al prestigio, y éste al dinero en las sociedades capitalistas o materialistas. Banqueros, ingenieros, políticos, médicos, arquitectos, estrellas del deporte o de la música están asociados a ganar mucho dinero. La posibilidad de cambiar de estatus es pequeña, pero el hecho de ser posible la convierte en real. La mayoría de la población es optimista por necesidad. El sueño americano es un ejemplo de esta teoría.

Las clases sociales son divisiones jerárquicas basadas en diferencias de ingresos, riquezas o acceso a los recursos. Este hecho crea un nexo social o económico que les diferencia de otras clases. En las sociedades modernas, el principal indicador es el dinero. Esta organización social nació en Europa hacia el siglo XVII y se consolido en el XIX. Es el sistema más común en todo el mundo, ya que comparte visiones comunes con el Capitalismo y la Democracia.

El populismo de Pablo Iglesias y su partido Podemos es muy evidente. Muchas de sus propuestas son casi imposibles de llevar a la práctica en la sociedad actual. Subir los salarios, derecho a decidir, sanidad gratuita, subir las pensiones, todo eso es muy bonito, y es lo que la gente quiere escuchar. ¿De dónde sale el dinero para pagar todo esto? Con buenas intenciones es muy difícil cambiar nada. Hasta ahora solo se han dedicado a criticar a izquierda y derecha sin concretar todas las promesas que realizan dentro de una Unión Europea que impone sus normas y un cada vez más competitivo mercado mundial. Los discursos de Iglesias nos retornan al comunismo más primigenio, una etapa superada en la historia de la humanidad y de desagradables recuerdos.

Alcides Pimentel Paulino