El Caribe es un territorio rico en ritmos musicales fruto del mestizaje entre la música africana y la española (europea). Salsa, merengue, bachata, son, vallenato, cumbia, bolero, reggae, calipso, danzón, guaguancó, perico ripiao, guaracha, pachanga, plena, rumba, Ska, soca, timba, gaita, etc. La música es una manera de expresar los sentimientos humanos más complejos. Desde hace algunas décadas, la bachata se ha convertido en uno de los estilos caribeños más populares a nivel internacioanal, pero pocos conocen su fascinante historia y su orígen.
La bachata es un género musical autóctono de la República Dominicana cuya base principal es la guitarra. El conjunto típico de bachata está compuesto por dos guitarras, güira, bongó y tumbadora. La bachata nació en los ambientes rurales dominicanos de principios del siglo XX. En aquella época, los principales aficionados a la bachata, eran los temporeros de la caña de azúcar (zafra), en su mayoría campesinos, haitianos y peones, pero también sectores marginales de las grandes ciudades como Santo Domingo y Santiago de los Caballeros.
La población urbana era más aficionada al merengue, un estilo más refinado y culto. Debido a su origen social rural y haitiano, la bachata fue menospreciada por la población urbana y por la gran mayoría de las emisoras de radio. La bachata estaba estigmatizada como la música de los pobres y la gente vulgar. Era una música marginal, de ahí nombres como «música de amargue», «música de vellonera» o «música de guardia». En aquellos tiempos, los guardias cobraban el día 25 de cada mes, y era habitual que fueran a darse un trago a los bares, cabarets y colmados. Es a partir de 1962, cuando se produce un fuerte éxodo rural, momento en que la bachata comienza a penetrar en las grandes ciudades dominicanas. Después de los barrios marginales de Santo Domingo y Santiago, la bachata fue ganando terreno en La Romana, San Pedro de Macorís, Barahona, Puerto Plata y San Francisco de Macorís. La gente que emigraba del campo a la ciudad llebaba consigo su cultura, como las peleas de gallo o su música.
La bachata nace entre los años veinte y trenta del siglo XX en la República Dominicana. El término «bachata» hace referencia a un tipo de reunión social en donde la música tenía una presencia importante. De ahí que la palabra «bachata» sea sinonimo de fiesta, parranda o bonche. Como afirma Marcio Veloz Maggiolo, el término hace alusión a reuniones en patios o bajo los árboles de pequeños grupos de personas para disfrutar de la música con pocos instrumentos. Otros especialistas sugieren que el término bachata procede del inglés «backyard» que hacia referencia a la música que se hacía en los patios traceros durante la ocupación estadounidense (1916 – 1924). En Cuba, hacia los años veinte, el término bachata hacía referencia a una reunión social festiva, con la música como epicentro. Se cree que la bachata, como estilo musical nació entre 1922 Y 1927 entre Sabaneta (Línea Noroeste) y San Juan de la Maguana. Al principio, los artistas utilizaban esta música para informar al pueblo de los acontecimientos y novedades sociales. Mientras el merengue tenía un lenguaje directo, la bachata jugaba con el doble sentido de las canciones, el lenguaje plebe, indecente e inmoral.
Desde sus inicios, la bachata está relacionada con el bolero y con el consumo de ron en las fiestas. La bachata comparte con el bolero la temática amorosa, el despecho y el romanticismo. Como al principio, la temática era principalmente amorosa, se la llamó «musica de amargue». Este hecho consiste en beber alcohol (principalmente ron) para olvidar o ahogar las penas. Se puede decir que la bachata es fruto del mestizaje musical dominicano con clara influencia haitiana o africana. Según Ramón Emilo Jiménez, la bachata comenzó a diferenciarse del merengue hacia 1955. Durante aquellos años se ralacionaba al merengue con las «fiestas», unas celebraciones basadas en la «güira», la tambora y el acordeón, mientras que la bachata se relacionaba con guitarras, bongó y palitos o cucharas. Se puede decir que la bachata, tal y como la conocemos en la actualidad, nació en la década de los sesenta del siglo XX. Es a partir de los años sesenta cuando la güira, un instrumento endémico dominicano pasa a formar parte de la bachata, en algunos casos sustituyendo a las maracas.
La bachata no se escudaba en un lenguaje ambiguo como hacían los boleros, sino que tenía un lenguaje más directo. En aquella época era fuecuente escuchar la expresión «mi morena» que quería decir «mi negra». Era una clara alusión al pueblo llano. La gente del campo no era experta en metáforas, ni en figuras literarias complejas. Muchos aficionados a esta música tenían una educación básica. Muchos artistas se copiaban las canciones. Es frecuente conocer canciones cuyos intérpretes no son los verdaderos compositores de las canciones. La canción «amorcito de mi alma» que mucha gente atribuye a Calderón era de Inocencio Cruz, aunque también fue interpretada por Luís Segura. La canción «dicen» de Luis Segura no es una bachata, tal y como la conocemos hoy en día. La bachata tiene influencia del bolero, la guaracha, el huapango, el son y el pasillo, pero se diferencia con mucha facilidad de todas ellas, adquiriendo un ritmo propio con su consecuente baile característico en pareja. Algunas bachatas nos recuerdan el más genuino blues de Estados Unidos. Se cree, erróneamente, que la primera bachata conocida es «Borracho de amor» de Jose Manuel Calderón. Se trata de una canción que esta a medio camino entre el bolero y la bachata, un híbrido entre los dos ritmos. La primera bachata famosa fue «serpiente humana» del año 1962, de este mismo artista.
La temática de las canciones bachateras se basan en la separación de una pareja o familia, una migración, la conquista del amor soñado, el amor despechado, las infidelidades, la rivalidad masculina por una mujer u hombre y los elogios a las mujeres. En definitiva, la mayoría de las canciones están basadas en las relaciones hombre-mujer. El amor y el desamor, es prácticamente, omnipresente en la bacahata.
El mundo de la bachata siempre estará en deuda con el empresario dominicano Radhamés Aracena propietario de Radio Guarachita (1964). Este visionario de la música supo ver un nicho, comercial y musical, en donde otros solo veían problemas y prejuicios. La revolución cubana (1959) provocó que el potente sello «Cubaney» dejara paso a firmas locales más pequeñas. Muchos de ustedes aún recordarán los famosos discos de 45 revoluciones, con su Cara A y su Cara B. La cara A contenía el éxito, mientras que en la cara B se encontraba la «ñapa». Por lo general era una canción de poca calidad. ¿Y los Long Play (LP) de vinilo de 33 RPM?. Hasta 1964 existía una censura radial hacia la bachata por sus letras vulgares y la sociedad a la que representaba. En los ambientes bachateros se creaba un cóctel molotov formado por ron (alcohol), prostitución, peleas y una letras políticamente incorrectas para los estándares de la época.
Algunos entendidos afirman que Cuco Valoy fue el primer Disc Jockey (DJ) de bachata en Radio Guarachita. Esta emisora comenzó a emitir en la frecuencia 690 AM. En vista del éxito de Guarachita, otras emisoras como «Radio Tropical» y «La Voz del Trópico» comenzaron a pinchar bachata, rompiendo con el boicot al que estaba sometido este estilo musical por las otras emisoras. Radio Guarachita se convirtió en la plataforma de lanzamiento de la música mas rural. En ella se dieron a conocer músicos como Tatico Henríquez, Dionisio «Guandulito» Mejía o Fefita la Grande.
La bachata ha vivido dos épocas de oro. La primera se produce durante la década de los sesenta tras la caída del dictador Rafael Leónidas Trujillo en 1961. Este es el momento cuando surje Radio Guarachita, la única emisora que retransmitía este tipo de música. Los primeros músicos y grupos denominados como «bachateros» fueron Ramón Wagner (Món La Bruja) y el Conjunto La Mulatería, en donde tocaban Jim Sánchez y Morito Sánchez. Algunos estudiosos afirman que el primer bachatero clásico fue José Manuel Calderón que popularizó canciones como «serpiente humana», «luna» o «salvame». Otros bachateros destacados fueron Rafael Encarnación, Luís Segura (El Añoñaito), Mélida Rodríguez (La Sufrida), Leonardo Paniagua, Edilio Paredes, Marino Pérez, Augusto Santos, Los Hermanos Veloz, Inocencio Cruz, Bernardo Ortiz, Antonio Gómez Salcedo, Fabio Sanabia y Tommy Figueroa. Rafael Encarnación con canciones como: «pena de hombre», «Muero contigo», «Yo sería capaz», «Esclavo de tu amor» o «No lo niegues» comenzó muy fuerte. Este bachatero tuvo una carrera fugaz y triste como la música que interpretaba. Falleció en un accidente de tráfico en marzo de 1964 cuando estaba más «pegao». La canción «Que sera de mi» está considerada como una de las primeras bachatas de la historia. Esta canción fue compuesta por Bienvenido Fabián e interpretada por Calderón y el Trio Los Juveniles.
Luís Segura es el bachatero más destacado de su tiempo. Su peculiar voz y un estilo propio le permitía conectar con la población de la zonas rurales como ninguno. Canciones como «Pena por ti»de 1982 ,»Corazón de acero o «dicen» permanecen en el imaginario colectivo de mucha gente. En aquellos tiempos la influencia de la música cubana se notaba en grupos como el Trio Matamoros, Los Compadres y el Sexteto Habanero. También es conocida la influencia en la bachata de la música mejicana, puertoriqueña, colombiana y de otros países latinoamericanos. Artistas como Julio Jaramillo, Paquitín Soto, Daniel Santos, Rolando Lasserie, Celio González, Antonio Machín, Luís y Tonny Aguilar, Olga Guillot o Benny Moré han tenido influencia en la bachata.
La segunda edad de oro de la bachata tiene su inicio en 1990, año en que Juan Luís Guerra publica su álbun «Bachata rosa» alcanzando un éxito sin precedentes a nivel nacional e internacional. Es el momento en que la bachata se internacionaliza, llegando a países como Estados Unidos, España, Venezuela, Alemania, Japón, Italia, México, etc. Juan Luís Guerra representó un punto de inflexión. El álbum «Bachata rosa» es un giño al álbum de bachata de Ramón Cordero titulado «Bachata roja». Conviene recordar que Juan Luís Guerra y Los 440 no eran puramente bachateros, pero su estilo refinado y su aspecto físico les permitían conectar con los países desarrollados con más facilidad. Con estos particulares embajadores de la bachatata comienza la mejor época de la historia bachatera. La apertura de este nuevo mercado internacional obligó a los artistas a trabajar más la letra y la música de las canciones. Es cuando se dan a conocer artistas de la talla de Zacarías Ferreira, Anthony Santos, Raulín Rodríguez, Joe Veras, Teodoro Reyes, Luís Vargas, Yorkar Sarante, Blas Durán, Luís Miguel del Amargue, Alex Bueno y Monchy y Alexandra. Muchos artistas ya triunfaban en la R.D, pero eran poco conocidos en el exterior. Otro factor que contribuyó a la internacionalización de la bachata fue el desarrollo del turismo a partir de la década de los ochenta. En esta fase, algunos bachateros comienzan a perder la antigua tradición, muy presente en América Latina, de adoptar un sobrenombre o apodo. En esta etapa, muchos «apodos» son percibidos como reminiscencias del pasado y dejan de utilizarse. Sin embargo, si que se utiliza la repetición del nombre del artista durante la canción. Se trata de una estrategia para evitar imitaciones y plagios. El Mayimbe, El Anoñaito, El Príncipe de la Bachata, El Ciego sabio, El Rompecorazones, etc.
La bachata alcanzó su cenit con el grupo Aventura y la posterior separación de sus componentes principales: Romeo Santos y Prince Royce. Es irónico que sus integrantes no nacieron en la R.D, aunque son de origen dominicano. En la Gran Manzana (Nueva York), la bachata sirvió, junto al merengue, para ratificar la identidad dominicana. Con el triunfo de sus miembros, por separado, se inicia la decadencia de la bachata. Los nuevos bachateros han perdido calidad, y muchos grupos se han dedicado a fusionar el estilo y renovarlo, para orientarlo a un público más joven. El problema es que la bachata no es tan flexible como el merengue. Grupos como Xtreme o Ivy Queen pueden resultar modernos con el Spanglish, pero su música tiene poca calidad. Se trata de bachata comercial, más conocida como tecnobachata, muy alejada de los cánones tradicionales. Las colaboraciones de bachateros con artistas como Juanes, David Bisbal, Enrique Iglesias, Jennifer López o Thalía marcan el principio del fin de la segunda época de oro de la bachata. El boom de la bachata obligó a que muchas escuelas de baile (baile latino) la introdujeran en sus clases. Se trata de un baile sensual, que puede bailarse separado o pegado. Cuando dos personas bailan pegados se puede convertir en una declaración de intenciones.
A partir de los noventa, la bachata se convirtió en uno de los géneros musicales más conocidos de la República Dominicana. Su internacionalizaión la ha llevado a rivalizar con el merengue, como máximo exponente de la música dominicana. Polémicas aparte, el merengue y la bachata se han alternado durante, casi todo el siglo XX, como música popupar dominicana. Cuando el merenque disfrutaba de años de esplendor, la bachata estaba en crisis, y viceversa. Algunos bachateros y merengueros han cultivado ambos estilos, como una manera de recordar que se trata de dos ritmos «puramente» dominicanos. Existe un híbrido bailable entre la bachata y el merengue al que podríamos llamar «bachatarengue» muy parecido al «perico ripiao». Numerosos merengueros, orquestas y solistas han optado por introducir en sus producciones alguna que otra bachata. Ese fue el caso de Juan Luís Guerra, pero también de Fernando Villalona, Sergio Vargas, Eddy Herrera, Wilfrido Vargas, Anthony Rios, Toño Rosario, Ruby Pérez, Omega, etc,etc.
Como muchos otros estilos musicales, la bachata ha versionado o adaptado algunas canciones inolvidables. En la era de la globalización no es difícil comprobar este hecho. Muchos amantes de este género musical desconocen esta realidad, debido a la separación musical que existía entre muchos países latinoamericanos, y europeos. En ocasiones, algunas versiones superan a las originales, por lo que no hace falta restarles importancia a dichas canciones. Se trata de versiones muy logradas, tanto desde el punto de vista musical, como interpretativo. La canción, «No te detengas» de Yoskar Sarante, procede de un vallenato del colombiano Miguel Morales. «Amiga veneno», es una balada pop de 1984 de Oscar Athie. «Manantial de amor» de Ramón Calderón es iroginal del Binomio de Oro.»Lucero» de Juan Bautista pertenece a Genao. La canción «sonámbulo» de Fernando Villalona era en realidad de Tommy Figueroa. Leonardo Paniagua realizó dos buenas versiones. Una del tema «Chiquitita» del grupo sueco ABBA y «Amada amante» del brasileño Roberto Carlos. En la misma línea, «La Loca» de Raulín Rodríguez era original de José Luís Parales.
En mi opinión, por historia y por calidad musical (letra y música) estas son las 50 mejores canciones de la bachata. Este doble CD de oro de la bachata estaría formado por estas canciones.
Aceptame como soy (Joe Veras), Ajena (Frank Reyes), Asesina (Juan Bautista), Ay hombre (Raulín Rodríguez), Bandida (Kiko Rodríguez), Burbujas de amor (Juan Luís Guerra), Cartas de verano (Joe Veras), Coje cuadre (Joe veras), Como te olvido (Toros Band), Corazón culpable (Anthony Santos), Corazón sin cara (Prince Royce), De rodillas te pido (Luís Miguel del Amargue), Directo al corazón (Elvis Martínez), Donde están los amigos (El Chaval), El llorón (Anthony Santos), El molde (Joe Veras), Enamorado estoy (Toño Rosario), El perdedor (Aventura), Ese hombre soy yo (Alex Bueno), Enseñame a olvidar (Aventura), Estoy perdido (El Chaval), Guitarra (Yoskar Sarante), Infieles (Aventura), La pared (Joe Veras), Loco de amor (Luís Vargas), Los lazos que nos unen (Ramón Cordero), Maestra (Elvis Martínez), Manantial de amor (Ramón Calderón), Mañana en tu olvido (Zacarías Ferreira), Me duele la cabeza (Hector Acosta), Me voy de la casa (Hector Acosta), Mi muchachita (Luís Segura), Mi secreto (Leonardo Paniagua), Moriré bebiendo (Teodoro Reyes), Muero contigo (Rafael Encarnación), No pude quitarte las espinas (Toros Band), No te detengas (Yoskar Sarante), Novia mia (Zacarías Ferreira), Quédate conmigo (Zacarías Ferreira), Que me la pegue (Teodoro Reyes), Pégame tu vicio (Anthony Santos), Pena (Luís Segura), Princesa (Frank Reyes), Se fue mi amor bonito (Frank Reyes), Si no te tengo (Raulín Rodríguez), Todas tus cosas (Jimmy Bauer), Un poquito de amor (El Gringo), Vale la pena (Yoskar Sarante), Vagabundo, borracho y loco (Kiko Rodríguez), Vuela, vuela (Monchy y Alexandra).
El merengue romántico ha sido resplazado por la bachata. La música evoluciona al ritmo que marca la sociedad, de ahí la fugaz aparición de la «salsa dominicana» en el panorama internacional. Para melómanos como Yo, un servidor, ha sido un placer conocer en profundidad un estilo musical que hasta no hace demasiado tiempo estaba plagado de estereotipos negativos. La música es una de mis pasiones, y aunque me gustan otros estilos musicales como el Jazz, el Pop de «calidad», el merengue y la salsa, he descubierto el fascinante mundo de la bachata sin sujestiones negativas como en el pasado.
Todas las modas son cíclicas, y como tal, la bachata está entrando en una fase de declive o decadencia. Aunque este bello ritmo dominicano deje paso a otras músicas más de moda, su legado quedará inmortalizado para los amantes de la buena música; aquella que se realiza utilizando pocos instrumentos y mucho talento. Si la música amanza a las fieras, la bachata las hace soñar. Como decía una canción, de cuyo nombre no puedo acordarme, la bachata es una música que llega al alma.
Por Alcides Pimentel Paulino




