ENVÍA TUS DENUNCIAS 829-917-7231 / 809-866-3480
23 de diciembre 2025
logo
OpiniónRamón SabaRamón Saba

Juan Antonio Alix

COMPARTIR:

Nació en Moca el 6 de septiembre de 1833, por lo que esta semana se conmemora el 190 aniversario de su natalicio. Se crio en la ciudad de Santiago donde falleció el 15 de febrero de 1918.

Bautizado como El Cantor del Yaque, Juan Antonio Alix es el poeta de corte costumbrista de mayor nombradía en nuestro país y uno de los primeros en cultivar la poesía social; un auténtico expositor del clamor popular que se nutría  del lenguaje,  modalidades y cotidianidades propias de los caracteres autóctonos de sus compatriotas, donde se refleja el alma nacional y la imagen perfecta del dominicano durante la época de nuestra restauración como nación, retratando con picardía, gracia y humor nuestras desventuras y características.

Juan Antonio Alix fue soldado en las luchas de la Independencia y asistió a la toma de Beler con el grado de cabo de nuestro ejército. En la Restauración, figuró entre los patriotas que se sublevaron contra los españoles en Guayubín en febrero de 1863. arremetió contundentemente contra los males sociales e históricos de la invasión haitiana.

 

Papa Toño, como familiarmente le llamaban, vendía sus composiciones al pregón por todos los rincones del territorio nacional, las que eran acogidas con beneplácito por el pueblo que las compraba de inmediato y del que era un ídolo indiscutible. También publicaba artículos periodísticos a modo de décimas espinelas a finales del siglo XIX y a principios del siglo XX.

La Editora Nacional tiene en su haber una obra que recoge la más sobresaliente selección de sus producciones y el escritor y bibliógrafo dominicano Miguel Collado también, en su labor de investigador, publicó otra de contenido superbo. Son muchos los amantes de las décimas que con sus textos exaltan la obra de Juan Antonio Alix, entre ellos Huchi Lora, José Jáquez, Luis Carvajal, Fello Estévez, Noel Rodríguez, César Sánchez Beras, Mariano García, Felicia Vásquez, Francisco Suero, Jimmy Barranco y muchos más brillantes decimeros.

El escritor Juan Luciano Amadis considera que Juan Antonio Alix es el poeta criollo por excelencia y uno de nuestros más originales temperamentos literarios; un auténtico representante del pueblo.

El costumbrista Luis Beiro expresa que algunos historiadores le han criticado a Juan Antonio Alix el hecho de “vender sus versos” al mejor postor y de cambiarse el saco ante los políticos de turno en busca de ganar unos cuentos pesos. Olvidan, los que así piensan, que esas acciones no lo demeritan, sino que fueron la única forma que Alix encontró para pagarle a las imprentas por la publicación de su obra, hecho que hoy se conoce con el nombre de “patrocinio”.

Finalmente, el escritor y sobresaliente decimero Roberto Valentín (El Vale) expresa que Juan Antonio Alix, basado en las opiniones de muchos, es el decimero quisqueyano de mayor trascendencia en poco más de siglo y medio, desde que empezó a publicar sus inspiraciones, de acuerdo a datos históricos, en un importante parque del Santiago cibaeño. El autor del famoso poema “El follón de Yamasá”, el mismo que a quien el exitoso cantautor Juan Luis Guerra le musicalizó las letras de “Los mangos bajitos”.

Por mi parte, tengo posicionado a Juan Antonio Alix como el más representativo decimero dominicano, cultivador de la décima tradicional y de la espinela y sus producciones, que van desde lo político, el humor regular, el humor negro, lo amoroso y lo cotidiano, son dignos ejemplos de su maestría de esa maravillosa y rítmica estructura poética.

Concluyo esta entrega de TRAYECTORIAS LITERARIAS DOMINICANAS con un fragmento de la décima espinela “Amor y geografía” de Juan Antonio Alix, la cual fue musicalizada e interpretada por varios cantantes dominicanos, entre ellos Expedy Pou y José Lacay, bajo el título “Amor profundo”, la que se puede apreciar en YouTube:

Amor y geografía

Salí de mi casa un día

en busca de una mujer

a quien pudiera querer

como te quiero, alma mía.

Me dirigí a la Bahía,

a Sabaneta y Chacuéi,

a Montecristy y Copéi,

Guayubín, Jánico y Mao,

pasando por el Bonao,

de Dajabón hasta Higüey.

 

Pasé de Santiago a Moca,

Santo Cerro y el Cotuí,

Altamira y Macorí

y de Matanza a la Boca.

Y andando tierra no poca,

de Puerto Plata al Camú,

otra mujer como tú

yo no la pude encontrar

ni en Sabana de la Mar,

ni del Seybo al Petitrú.

 

También llegué a Samaná,

a las Cañitas y Guerra,

a Los Llanos y la Sierra,

Monte Plata y Yamasá.

A San Carlos y Boyá,

y Hato Mayor pude ver,

y no hallé a quien querer

con todo mi amor profundo

porque no hallo en este mundo

como tú, a otra mujer.

 

Por Ramón Saba

Comenta