EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO.-“Me gustaría ser profesor de la universidad e investigador de matemáticas, entrenando a las futuras generaciones de jóvenes que seguirán representándonos en las olimpiadas internacionales de matemáticas, para que podamos seguir mejorando nuestra posición como país en este tipo de competencias”, así lo expresa Miguel Ángel Hernández, estudiante de bachillerato.
El mes pasado, el joven estudiante participó en las olimpiadas Iberoamericanas de Matemáticas, en Colombia, donde logramos mejorar nuestra representación como país, ya que siempre quedábamos en el último lugar de 20 países concursantes, en esta ocasión quedamos en la posición número 17, lo que indica que estamos avanzando.
Miguel Ángel Hernández es un joven de 17 años que está cursando el último grado de secundaria, en el Politécnico Ave María, en el sector de Sabana Perdida, Santo Domingo Norte. El joven estudiante ha sido campeón regional en las olimpiadas de matemáticas de nuestro país, por seis años consecutivos.
Ha representado al país en cuatro competencias internacionales, dos olimpiadas de matemática en Centroamérica, en la primera ganó mención de honor, y en la segunda logró traer una medalla de bronce al país, convirtiéndose en el segundo estudiante dominicano en lograrlo.
En julio de este año, Miguel Ángel tuvo la oportunidad de representar al país en una competencia mundial de matemática en Noruega, donde obtuvo mención de honor.
Miguel Ángel cuenta que le gustan las matemáticas desde niño, pero que se interesó más cuando empezó a participar en las olimpiadas de matemáticas, en las cuales ha participado desde que estaba en sexto de primaria, cuando tenía 11 años.
Al terminar la secundaria, Miguel Ángel Hernández estudiará Matemáticas, con concentración en Estadísticas y Ciencias Actuariales, en el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC), gracias a una beca que se le otorgó, fruto de su destacado desempeño en matemáticas.
Waly Rodríguez, profesor de matemáticas del Politécnico Ave María, explica que Miguel Ángel, no necesita estar en el aula para conocer el contenido de las clases. Lo someten a pruebas que pasa con mucha fluidez.
Su papá, Eddy Hernández, lo describe como un joven apasionado en todo lo que hace, responsable, dedicado y lo reconoce más como trabajador que como talentoso, y piensa que sus grandes logros se deben a su disciplina de trabajo.
