En este artículo analizaremos la muerte de nuestro salvador Jesucristo, la cual había sido previamente planificada por los judíos y puesta en ejecución luego de la resurrección de Lázaro.
La biblia dice en el Evangelio Según San Juan, Capitulo 10, versículo 33, que había un enfermo llamado Lázaro que vivía en Betania, junto a sus hermanas Malta y María, esta última, la misma que había derramado perfume en aceite sobre los pies de Jesús y los seco con su cabello. Las dos hermanas les mandaron a decir a Jesús que su estimado amigo Lázaro estaba enfermo.
(Recordemos en estas hermosas navidades que Jesús es nuestro salvador, que nos enseñan el amor, el perdón, la paciencia y el temor a Jehová, nuestro creador y el Dios de los ejércitos.)
Jesús contesto: “Esa enfermedad no llegara a la muerte, al contrario, servirá para mostrar la gloria de Dios y también la gloria del Hijo de Dios.
La Palabra explica que Jesús quería mucho a María, a su hermana y a Lázaro, sin embargo cuando supo que Lázaro estaba enfermo, se quedó dos días más allá donde estaba. Después de esto le dijo a sus seguidores: “Vámonos otra vez para Judea. Ellos le dijeron; “Maestro, los líderes judíos querían matarte a pedradas hace solo un días, y va a ir otra vez allá?.
Jesús contesto: “El día tiene dos horas (no). Si uno camina durante el día, no se tropieza ni cae porque hay luz, pero si uno camina durante la noche, tropieza porque no hay luz. Y después les dijo: Nuestro amigo Lázaro está dormido, pero yo lo voy a despertar.
Entonces sus seguidores le dijeron Señor si duerme es que va a sanar. Jesús estaba hablando de la muerte de Lázaro, pero ellos pensaron que estaba hablando del sueño natural. Entonces Jesús les dijo claramente: Lázaro está muerto. Me alegro de no haber estado allí. Me alegro por ustedes, porque ahora tendrán fe, pero vamos a verlo. Entonces Tomas, llamado el Gemelo, le dijo a los otros seguidores.: Vamos nosotros también para morir con Jesús.
Luego llego Jesús y se enteró de que Lázaro llevaba cuatro días en la tumba. Betania quedaba cerca a unos tres kilómetros de Jerusalén. Así que muchos judíos habían venido a consolar a María y a Marta por la muerte de su hermano. Marta supo que Jesús había llegado y fue a encontrarse con él, mientras María se quedaba en la casa. Entonces Marta le dijo a Jesús.
“Señor, si hubiera estado aquí mi hermano no habría muerto. Pero aun así sé que si le pides algo a Dios, él te lo dará. Jesús le dijo: Yo sé que el volverá a vivir. María le contesto: Yo sé que volverá a vivir cuando sea la resurrección en el día final. Jesús le dijo: “Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá. “Si alguien vive y cree en mí, realmente no morirá jamás, Cree esto?: Si Señor!, Creo esto. “Creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, que iba a venir al mundo. Jesús vio a María que estaba llorando y también los judíos que la seguían. Esto le afectó profundamente y se sintió muy conmovido.
Jesús pregunto: Donde lo ha puesto?. Ellos le dijeron, ven y lo podrá ver: Jesús lloro, entonces los judíos empezaron a decir: Miren, como habrá querido a Lázaro?. Pero algunos de ellos dijeron: Este hombre le dio vista al ciego, porque no pudo evitar la muerte de Lázaro.
Jesús nuevamente conmovido. Fue a la tumba que era una cueva cerrada con una piedra, y dijo: Quiten la piedra. María la hermana del muerto dijo: Señor, ya huele mal, porque murió hace cuatro días. Jesús dijo .: No te dije que si creía iba a ver la grandeza de Jehová. Entonces quitaron la piedra, Jesús miro hacia arriba y dijo: “Padre te agradezco porque me ha escuchado. Sé que siempre me escucha, pero lo digo por toda la gente que está alrededor, así creerán que tú me enviaste.
Después de decir esto, Jesús grito: “Lázaro, sal de ahí. El hombre que había estado muerto salió. Sus manos y sus pies estaban todavía atados con vendas, y su cara estaba envuelta en un lienzo. Jesús les dijo a la gente: Desátenlo y déjenlos ir.
Algunos de los judíos que estaban con María vieron lo que Jesús hizo, y por eso muchos creyeron en él. Pero otros fueron a los fariseos y le contaron lo que Jesús Había hecho. Entonces los jefes de los sacerdotes y los fariseos llamaron a una reunión del Consejo, y dijeron: Que vamos a hacer?. Ese hombre está haciendo muchas señales milagrosas. Si dejamos que siga con esto, todo el mundo va a creer en él. Entonces venderán los romanos y destruirán nuestro templo y nuestra nación. Pero uno de ellos llamado Caifa, que era sumo sacerdote ese año dijo: Ustedes no saben nada. Es mucho mejor para ustedes que mueran solamente un hombre por el pueblo y no que sea destruida toda la nación judía.
Caifa no dijo eso por su cuenta, sino que como era el sumo sacerdote ese año, sus palabras fueron una profecía de que Jesús iba a morir por el pueblo.
La biblia dice que las fiestas de la Pascua estaban cerca y muchos fueron a Jerusalén para purificarse antes de la fiesta, buscaban a Jesús cuando estaban en el área del templo, y empezaron a preguntarse entre ellos. Que piensan, vendrá a la fiesta o no? Había una orden contra Jesús. Los fariseos dijeron que si alguno sabios donde estaba Jesús, debía decirlo para arrestarlo.
En definitiva, la muerte de nuestro Salvador, Jesucristo, fue acelerada por los judíos, por la resurrección de Lázaro, bajo el temor de que llegaran los romanos y por sus señales milagrosas los romanos llegaran destruyeran el templo y su nación, a pesar de que de antemano estaba escrita la presencia del hijo único de Jehová, que vendría para recatarnos del pecado y luchar por nuestra salvación.
Por José Guerrero