Según Rubén Ardila en su texto «Inteligencia. ¿Qué sabemos y qué nos falta por investigar?», la inteligencia se define como el proceso de planificación, búsqueda, análisis, producción, distribución y uso de todo tipo de información relevante para la toma de decisiones. Este proceso es esencial para anticipar y mitigar amenazas que puedan afectar la estabilidad del Estado.
Aunque se puede considerar la inteligencia de Estado dentro del concepto de la inteligencia estratégica, existen algunas consideraciones que necesariamente hay que hacer para distinguir la búsqueda y procesamiento de información necesaria para desarrollar políticas y estrategias que le permitan al Estado alcanzar y preservar los objetivos nacionales imprescindibles para poder satisfacer los intereses nacionales.
La inteligencia de Estado se centra en la recolección, procesamiento, distribución y uso de información relevante para identificar y mitigar amenazas y riesgos contra la seguridad nacional, la paz social, y los objetivos e intereses nacionales. Esta inteligencia puede ser producida por cualquier agencia, incluso si desborda su campo operacional.
Es fundamental que la inteligencia de Estado sea socializada en la comunidad de inteligencia para asegurar su efectividad y coordinación, permitiendo una respuesta integrada y eficiente ante las amenazas identificadas.
Por otro lado, la inteligencia estratégica se refiere al proceso de recopilación, análisis y difusión de información crítica que se utiliza para apoyar la toma de decisiones al más alto nivel estratégico. Su finalidad principal es proporcionar a los líderes y tomadores de decisiones una visión integral que les permita anticipar amenazas, identificar oportunidades y definir estrategias. Está profundamente vinculada a la planificación y ejecución de acciones que tienen un impacto significativo en los objetivos fundamentales de una organización, nación o entidad.
La inteligencia estratégica garantiza una visión unificada y coherente en la formulación de políticas, asegurando que todas las agencias trabajen bajo una misma dirección y objetivos comunes.
El sistema nacional de inteligencia está organizado en subsistemas correspondientes a diferentes actividades de inteligencia, como la inteligencia estratégica, la inteligencia militar y la inteligencia delictiva. Además, cuenta con una estructura operacional donde están representadas todas las agencias en un espacio de coordinación y planificación llamado comunidad.
Es importante destacar que la inteligencia de Estado puede ser producida por cualquier agencia que tenga la capacidad de generar información relevante para los tomadores de decisiones. Sin embargo, esta inteligencia debe ser socializada dentro de la comunidad de inteligencia para asegurar su efectividad y coordinación. La socialización de la inteligencia de Estado en la comunidad de inteligencia permite que todas las agencias involucradas puedan colaborar y compartir información, evitando duplicidades y asegurando una respuesta coordinada y eficiente.
La inteligencia de Estado es un tipo específico de inteligencia estratégica que tiene como principal propósito la búsqueda, procesamiento y diseminación de información para la elaboración de políticas y estrategias nacionales. La producción de inteligencia estratégica por parte de las agencias del subsistema militar y criminal es válida siempre que se utilice dentro de su ámbito de interés y se socialice en la comunidad de inteligencia. La coordinación y cooperación entre las diferentes agencias de inteligencia es esencial para garantizar la eficiencia y efectividad del sistema nacional de inteligencia.
La discusión sobre cómo estas formas de inteligencia deben interactuar y ser reguladas es esencial para mejorar la eficiencia y efectividad del sistema nacional de inteligencia en la República Dominicana. La regulación pendiente, establecida por la Constitución de 2010, subraya la necesidad de un marco legal claro que defina las responsabilidades y procesos de cada tipo de inteligencia, promoviendo una colaboración efectiva entre todas las agencias involucradas.
Por: Juan Manuel Morel Pérez.
El autor es abogado, docente Magister en Seguridad y Defensa Nacional, especialista en Derechos Humanos y Derecho Internacional humanitario, doctorando en derecho Administrativo iberoamericano, Coordinador del Observatorio de Seguridad y Defensa-RD.
j.morelperez@gmail.com
