EL NUEVO DIARIO, SANTIAGO DE LOS CABALLEROS.- El Concierto de Gala de Navidad, de nuevo se dejó escuchar, de las voces aunadas de la agrupación de la Capilla Musical Santiago Apóstol “El Mayor”, ayer en horas de la noche, en la iglesia de Nuestra Señora de la Altagracia, de la parte alta de la calle Del Sol del Centro Histórico.
Durante la actividad, los artistas descargaron un repertorio variado, desde el canto gregoriano y la polifonía sacra, hasta los ritmos folclóricos y modernos. Dejaron escuchar piezas del tradicional repertorio navideño, como las conocidas “Oh, noche Santa”, de Adolphe Adam o “Blanca Navidad”, de Irving Berlin.
Bajo la batuta del sacerdote Carlos Santana, el público además pudo apreciar refrescantes temas, como el joropo venezolano “Niño Lindo”, o el pambiche de Julio Alberto Hernández, “En aquella esquina”.
El religioso Santana recordó, que “la Navidad nos voca el nacimiento de nuestro Salvador Jesucristo, es un acontecimiento que lleva en sí el sello musical”, para añadir, “cuentan los evangelios, que la noche en que nació Jesús, los ángeles entonaron el himno de alabanza Gloria in excelsis Deo et in terra pax hominibus bonae voluntatis”.
Manifestó, que “es así, que desde la antigüedad, el período de Navidad se ha caracterizado por el canto y la música, como elementos propios de su celebración, por lo que n este período son frecuentes los conciertos de villancicos”.
HISTORIA
La Capilla Musical Santiago Apóstol “El Mayor”, fue creada en 2008 por el Pbro. Carlos Santana, con la finalidad de animar las más solemnes celebraciones litúrgicas de la Catedral Metropolitana de Santiago.
Su primera aparición en público tuvo lugar el 23 de julio de dicho año, dentro del marco de las fiestas patronales en honor al Patrón Santiago. Desde entonces, se ha dedicado a cultivar la música litúrgica en todas sus expresiones, manteniendo vivo el incalculable tesoro musical de la Iglesia Católica, desde el canto gregoriano y la polifonía clásica, hasta las actuales manifestaciones musicales en el ámbito religioso, a la luz de las directrices establecidas por el Concilio Vaticano II.
